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Chapter 46 - CAPITULO 46: ¡SOY CAPAZ!

ADVERTENCIA:

Este capítulo contiene extrema violencia y sexualidad.

Es un tema delicado no apto para todo el público.

ESU está en su casa, su padre está tomando café con ella y se prepara para salir, el día de hoy le ha tocado a su padre, recoger los alimentos que llevara a los hombres en el campo.

Mientras ESU preparaba el alimento de su padre para llevarlo al campo y comer junto a los demás.

El padre hace un comentario de cuando la madre de ESU vivía, ella era muy hacendosa y preparaba unas tortillas deliciosas.

ESU mira a su padre que la sonríe, ella comenta que es verdad, su madre cocinaba con mucho cariño y por eso todo le quedaba con un sabor especial.

Ambos hacen un breve silencio, ESU recuerda que, su madre murió hace poco, desde entonces, su padre sonríe poco, la casa se siente... algo solitaria sin las risas de su madre.

ESU dice a su padre que irá a su cuarto por un chal, lo acompañará, la joven, tranquila y triste, en cuanto ella entra a su habitación, de pronto, una sombra la amaga por detrás, por un hombre desconocido, que le tapa la boca para que no grite.

En la cocina, el padre oye un ruido afuera y antes de que abra la puerta, una estaca atraviesa la puerta y se incrusta en el pecho del hombre.

Ese hombre recupera su arma, haciendo que el padre caiga al suelo, fuera de la casa de ESU, hay caos, en todas las casas contiguas está pasando lo mismo, están siendo invadidos.

Aquél hombre entra en busca del otro.

En cuanto entra mira que el hombre batalla con ESU que no deja que le ate los pies, solo logró amagarla de las manos y ella está gritando, aquél hombre le da un puñetazo para aturdirla, ella cesa de gritar, semi- consciente, ESU es raptada por los 2 hombres de la carreta, de los cuales KEKI, INKU, TOIRE y OKE rescataron.

Aquellos hombres, la golpean para que deje de resistirse, la amordazan y suben a la carreta, el terror se apodera de ESU cuando descubre que ya traen a otra chica en la carreta, también golpeada y amarrada, amordazada, llorando asustada, alrededor, ven que hay muchos mercenarios forzando las casas y matando a los hombres (ancianos y niños) que hay en la aldea, a las niñas las tienen separadas de las adultas.

Ningún hombre se encuentra en la aldea, todos los demás están en el campo, ellos son campesinos, así que, poco pueden hacer peleando con ellos.

Echan a andar la carreta, se alejan del pueblo, mientras avanzan, van bebiendo alcohol y riendo, ellos conversan de lo que harán con las dos jóvenes, planean abusar de ellas hasta que dejen de respirar, hasta llegan a apostar cuál de las dos durará más tiempo viva, las chicas tiemblan de miedo, es obvio que no es la primera vez que lo hacen.

Pierde la noción del tiempo, ya está oscureciendo y se ve a lo lejos que hay unas casas quemadas, muchos se quedaron en el lugar para abusar de las mujeres.

En la carreta han avanzado tras recorrer toda la aldea, se van a las afueras, se detienen entre unos árboles apartados del camino.

Las muchachas tienen mucho miedo, casi dejan de respirar, en un instante, la otra chica grita de miedo cuando nota que es a ella a quien están jalando para bajarla, uno de los hombres la ha jalado de los pies, atrapándola en su hombro, se la lleva cargando mientras la chica trata de caer, los hombres ríen a carcajadas, la muchacha patalea, se la lleva detrás de unos árboles.

ESU queda en la carreta temblando de terror.

El hombre que la amordazó, va al frente de la carreta a beber de una botella, le dice a ESU que hoy se siente cansado, mañana le llegara su turno, deberán esperar a que su amigo se divierta.

ESU, terriblemente asustada, tanto que le cuesta respirar, cierra sus ojos, su corazón se acelera cada vez más al escuchar los gritos ahogados de la muchacha, el sonido seco indica que, el hombre la está golpeando mientras abusa de ella, pasa un largo rato, los gritos agonizantes de la joven, cesan al poco rato.

De aquella maleza entre los árboles, el hombre, regresa sin la chica, con la camisa ensangrentada, así como sus manos y rostro (arañado de un lado), a medio vestir.

El otro lo regaña por haberla matado el primer día, el otro le dice que fue muy placentero, la risa siniestra del hombre resuena en los oídos de ESU, el hombre menciona que, la chica no soporto las caricias de su cuchillo (con una sonrisa enferma), el hombre se asoma a la carreta a ver a ESU, la mira, al encontrarse sus miradas, ella grita.

El otro de inmediato, le dice que no la tocará, el trato fue que esa chica ya es para él.

La tensión entre ellos es notoria, al fin de cuentas, el hombre le dice que tiene razón, puede encontrar a otra con la que se divertirá.

Dicho esto, el otro se sube a la carreta para cambiarse la camisa, arrojándola sobre el rostro de ESU, el hombre se sube a la carreta, junto al otro.

La carreta va andando.

Han pasado horas, aun es de noche, han llegado, afuera de las cuevas.

Han bebido mucho.

El hombre que la peleó, va atrás, sube sobre ella y le quita la mordaza, le dice que le gusta oír gritos, ESU piensa que se acabó el tiempo, tiene miedo.

En este momento OKE avisa al equipo lo que ocurre.

Aquél hombre, baja de la carreta.

ESU está paralizada de miedo.

El hombre la jala de los pies, ella le alcanza a dar una patada con los pies juntos en la cara y el hombre se enoja tanto que, la jala con tanta fuerza que cae de la carreta, directo al piso, pegándose en la cabeza, se ha hecho una herida severa, ya aturdida, la arrastra jalándola del cabello.

ESU reacciona, grita asustada.

El hombre la ha llevado dentro de la cueva y la avienta al suelo (ella cayo boca abajo), el hombre está muy alcoholizado, se inclina sobre ella agitado, borracho y burlón, la manosea excitado, con torpeza, le sube el vestido.

ESU siente que el terror va adormeciendo su mente, se siente muy débil, como si se escondiera su mente en una burbuja que la aísla.

El hombre, con torpeza, le separa las piernas y le toca los muslos con sus manos sudadas, como está borracho, siente ganas de eructar, se le hace incomoda esta postura, de momento algo le da asco y casi la vomita, bruscamente, le da la vuelta, la pone boca abajo, sigue tocándola, le dice que en poco tiempo va a violarla, el hombre la sujeta del cuello con fuerza, hace que ella abra mucho los ojos y le grita que grite, que llore, porque eso es lo que lo excita, al no gritar, la vuelve a golpear estrellando su rostro contra el suelo.

El corazón de ESU late con mucha fuerza, algo dentro de ella quiere gritar.

Hay una ruptura en su mente.

Se ve ella dentro de la escena que grita fuerte: ¡ya no! ¡ya no quiero ...ser débil! ¡sé que soy capaz de hacerlo! ¡no dependeré de los demás! ¡muchos han muerto por eso!

Se mira así misma tirándolo al levantarse con brusquedad a pesar de sus pies atados, se ve así misma llena de ira.

Las ataduras que la tenían indefensa se comienzan a pudrir.

Se ve que el hombre se sorprende de verla tan molesta y fuerte, que ESU sea capaz de levantarse a pesar de estar así de golpeada y su aturdimiento y temor no le permiten moverse al ver que ella se acerca a él.

ESU, con sus manos le sujeta la cabeza, desata al hombre tal poder, tan caliente y doloroso que, hace que le explote la cabeza, el resto del cuerpo lo convierte en roca sólida, ella, lejos de tener miedo de ver la sangre y de provocar la muerte de un ser vivo, se ve aliviada, no feliz, pero si tranquila.

ESU despierta de su sueño.

WAPURO está en el templo de la aldea, llegan personas enfermas y ella se dedica a curarlas, voltea a mirar a sus compañeros, entre ellos están: la madre de ESU, otras mujeres y niñas que están aprendiendo, de hecho, ESU está ahí, es una niña, la imagen cambia un poco, son otras personas, es una época más antigua, hay mucha gente joven, ella misma es muy joven.

WAPURO voltea a ver a su alrededor y ve a sus amigos de juventud, ella les habla: mis viejos amigos, de antemano.

Sé que han muerto, pero (todos le sonríen) quiero despedirme como es debido.

Descansen en paz, en el pasado y en estos tiempos.

Uno de ellos le habla a WAPURO, le dice: guíalos hermana... ella con una sonrisa triste y/o nostálgica le contesta: hasta el fin, lo juro...

WAPURO despierta, todos ven que KEKI aún no despierta.

FIN DE CAPITULO 46