Mis heridas se sanaron en un día, la mañana siguiente a la pelea en contra del minotauro ya me encontraba 100% curado. Como no tenia nada más que hacer, decidí darme una vuelta por el gremio. Me vendría bien un mapa, antes no lo pude obtener ya que no tenia plata, pero ahora había ganado una buena lana con las partes del minotauro.
Ya era tarde por la noche, la curación acelerada es una espada de doble filo, ya que me deja exhausto cuando resulto gravemente herido. El alboroto proveniente del gremio se escuchaba desde varios metros antes de llegar, al parecer estaban pasando un buen, supongo que es normal, a estas horas no hay ningún aventurero en las afueras del pueblo, por lo que casi todos están en la taberna tomando unas cervezas. Entré al gremio y un tarro de cerveza paso rozando mi nariz.
— ¡Bastardo! ¿Que dijiste?
— ¡Ah! Además de ser un enano debilucho, eres un sordo de mierda.
Los dos hombres que estaban casi rozando sus narices seguían soltando un insulto tras otro. Cuando se quedaron sin insultos el más bajo lanzo un uppercut que golpeo en la barbilla del otro hombre más flaco, quien quedo K.O. con solo ese golpe.
— ¡Ooooooooooooooh!
Los que estaban rodearon al dúo soltaron un grito de asombro al ver el fuerte golpe del hombre bajo, al igual que ellos, tanta fuerza bruta saliendo de un cuerpo tan pequeño me sorprendió.
— Hoy ha estado muy animado desde temprano.
Una de las secretarias del Gremio se acerco a mí y se paró a mi lado. La hermosa chica de cabello negro, Lili, no vestía su usual traje casual, sino que llevaba puesto un traje de maid, la falda era lo suficientemente corta para que cualquier hombre quisiera mirar debajo de ella, y su gran escote llamaba mucho la atención.
— Escuche lo que paso con el minotauro, — Lili continuo hablando mientras sostenía una bandeja de plata en sus manos. — Me sorprendió mucho que un aventurero de nivel 1 haya sido capaz de derrotar a un monstruo tan fuerte, al parecer te subestime. Pero pensándolo bien, que un minotauro aparezca en las afueras de la Mazmorra Volcánica es demasiado raro, diría que hasta sospechoso.
Eso último hizo que recordará lo que dijo Greg al ver ese minotauro, su sorpresa era similar a la incertidumbre de Lili.
— ¿Dijiste Mazmorra Volcánica? ¿Que es eso?
— ¿No lo sabes? ¿Acaso no eres de este mundo?
Lili me miro de la misma forma en que la policía miraría a uno de sus sospechosos en un caso de homicidio, pero luego de unos segundos retiro la mirada de mí. Suspire aliviado, no se que hubiera dicho si hubiese insistido con esa pregunta.
— La Mazmorra Volcánica es una de las cuartos mazmorras elementales que existen en el reino. — Comenzó a explicarme Lili, mientras caminábamos a la barra y me servía una cerveza — En estas mazmorras pueden encontrarse monstruos de una afinidad mágica en específico, por ejemplo, un minotauro puede aparecer en la Mazmorra Volcánica o en el Antiguo Acantilado debido a su afinidad con la magia de Tierra y Fuego.
Lili hizo una pausa para llevar unas cervezas a un grupo de aventureros que estaban sentados a unos metros de mí. Cuando regreso todos, sin excepción, devoraron con la mirada a Lili. Yo solo reí nerviosamente al ver esa escena, se podía decir que era una reacción normal de un hombre.
— Como te decía. — Continuo Lili con su explicación — En esas mazmorras suelen haber monstruos bastante fuertes, por lo que son contados los aventureros que entran a ellas, pero, quienes lo hacen y regresan victoriosos, obtienen una gran ganancia de los materiales que se obtienen ahí. Los materiales más valiosos son considerados los cristales elementales, ya que estos permiten lanzar hechizos sin necesidad de conjurarlos, y a la vez pueden ser comidos para aumentar el nivel de la afinidad de una persona.
¡Comer cristales! Una nueva forma de consumir la droga, eso solo se puede hacer en otro mundo, en mi antiguo mundo podría morir por intentar comer cristal, allá lo inhalan. Ahora, aumentar el poder de la afinidad sería un excelente plus para la misión de asesinar a los profugos del infierno, tal vez deba ir a por unos cristales.
— ¡Oh! Por cierto, ¿Ustedes no venden mapas?
— No, esos son gratis, si quieres uno agarralo de mi escritorio.
Cogí el mapa del escritorio de Lili y me senté otro rato a beber, la edad mínima para hacerlo es de 15 años, así que no hay ningún problema con eso.
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Una hora después, regresé a casa tras tomarme otras 5 cervezas, ya me sentía algo mareado y por lo que vi en el mapa, hay un mercado a una hora de distancia, mañana iré para comprar un escudo y una pechera.
Llegue a la posada donde me estaba hospedando, la cual queda a unas casas del gremio y entré a la habitación. El cuarto era acogedor, el colchón de la cama era relajante y la temperatura del cuarto era la ideal, ni muy fría, ni muy caliente, hasta tenía un baño incluido.
Del baño, salió Sofía vistiendo un blusón casi trasparente, de manera automática miré hacia otro lado con el rostro ruborizado. De reojo pude notar como se reí pícara.
— ¿Porque estas tan ruborizado? — Sofía se fue acercando poco a poco, hablando con una voz seductora, muy diferente a su tono indiferente. — ¿Nunca has visto a una mujer en ropa interior?
— No es eso, a mi me enseñaron a respetar a las mujeres. Tú deberías ser más consciente, después de todo, soy un hombre.
— Si, si, Sr. Virgen. — Sofía bajo su mano desde mi pecho hasta el estomago y luego se detuvo. — Mejor me detengo aquí, no quiero arruinar mi nuevo juguete tan rápido.
Sofía se alejo de mí soltando una risita burlona, y se acostó en su cama. No entiendo porque debo soportar a esta demonio, se supone que ella sería mi guía en este mundo y lo único que ha hecho es estar atrás mio como una mocosa. Aunque, ahora que lo pienso, ¿Como criarán a los demonios? Si de verdad ella solo tiene 15 años, debió haber tenido una infancia traumatizante para cualquier ser humano, por eso será así. Dejé de pensar en eso y me fui a dar un baño, luego de refrescarme, dormí como un bebé hasta la mañana siguiente.