Después de aquel incidente en la entrada de la ciudad, Sofía y yo fuimos apresados en una celda dentro de los cuarteles generales, en esta sólo habían una silla de madera y una cama pequeña, ambas en mal estado. El baño, si se le podía llamar así, era un retrete ubicado en una de las esquinas de la celda, este no tenia ninguna pared o cortina que siquiera diera un poco de privacidad a la hora de hacer sus necesidades, la regadera estaba igual de descubierta, sería imposible para mi bañarme en ese lugar, por otro lado, creo que alguien si seria capaz de hacerlo sin vacilar.
30 minutos han pasado desde aquello, Melany, quien pudo salir airosa de este asunto ya que mostró la placa de estado del gremio, fue a la base de Freinch a solicitar mi placa de estado para poder sacarme de este lugar. Pero seguiría habiendo un problema, Sofía no se había registrado como aventurera en el gremio, así que no puede salir de aquí fácilmente. Pensé en dejarla aquí unos días para que aprendiera a hacer su trabajo de guía, eso probablemente eso la enfurecería y Dios sabe lo que me haría cuando me vea.
Tras ese hilo de pensamientos, el soldado que nos trajo hasta acá se acerco a la puerta de la celda.
— Pueden irse — dijo con notable disgusto antes de abrirnos la puerta — alguien ha confirmado su identidad.
— ¿Nos podemos ir los dos?
— Si, — El soldado coloco la mano detrás de su cabeza y soltó un pequeño suspiro — tienen suerte de conocer a alguien tan poderoso, de otra forma los hubiésemos dejado pudrirse en esa celda.
Sentí un enorme desprecio en esas palabras, sinceramente no se cuanta influencia tenga Melany, pero dudo mucho que tenga la influencia suficiente como para sacarnos de aquí, si ese fuera el caso no tendríamos que haber pasado por todo esto, con solo hablar con los soldados hubiese bastado, por lo que estoy seguro que ella no tuvo nada que ver. Ahora, tenía una enorme necesitad de saber quien es la persona que nos ha liberado y que gana de todo esto.
Salimos de la celda pasando a un lado del soldado, ni siquiera nos despedimos, ese desprecio que nos mostró hace rato era infundado, no habíamos hecho nada para ganarnos tal trato.
En las afueras de los cuarteles generales del ejercito estaba Melany, junto a un hombre joven de cabello negro y ojos azules, su vestimenta era altamente refinada, se podía ver en las costura cuán refinada era, la camisa negra debajo de una chaleco blanco y el pantalón del mismo color, le daba cierto encanto poderoso a ese hombre. Observando sus delicados rasgos faciales, junto su costisima ropa elegante, se notaba su procedencia noble, eso solo hacia aumentar mis dudas sobre él. Manteniendo la guardia en alto me acerque a él.
— Supongo que eres la persona a quien debo agradecer por mi liberación, ¿Verdad, Sr. Noble?
No intente ocultar mi desconfianza en esta persona, nadie, en ningún mundo, le hace un favor a otro sin obtener algo a cambio, pero, ¿Que querrá este hombre de nosotros?
— Con que lo has visto venir — Una voz apasible salio de sus labios mientras mostraba una ligera sonrisa — Mucho gusto, Soy Frederick Freinch, el duque de Harlink y Líder del Gremio Freinch, es un placer conocerte, Ryan Rosberg.
En ningún momento se cruzo por mi cabeza que el líder del gremio me sacaría de este lío, eso solo me hace sospechar aún más.
— Es un gusto Sr. Freinch, disculpe mi falta de respeto, pero ¿Porque el líder del gremio sacaría de apuros a un aventurero de Rango Carbón?, no me mal entienda, le agrazdeco mucho que nos ayudará, pero si alguien como usted ayudará a cada aventurero perteneciente a su gremio, no tendría mucho tiempo para emplear su función.
— Estas en lo cierto, tú eres un caso diferente, después de todo, eres la primera persona que derrota a un minotauro siendo nivel 1.
Con que de eso se trata, como sigo teniendo un conocimiento limitado de este mundo, no se cuan raro es este caso, para mi solo fue una cuestión de suerte.
— Tu nombre se ha hecho muy conocido entre los altos mandos del gremio. — Continuo hablando con una voz más grave — Nadie podía creer fuese capaz de derrotar a un minotauro tú solo.
— No lo hice yo solo, estas dos mujeres de aquí me ayudaron, si no fuese por ellas dos estaría muerto al igual que los otros dos que nos acompañaban.
— Eso no lo hace menos impresionante, — Frederick comenzó a caminar hacia el oeste — Si no les molesta, me gustaría hablar de algo con ustedes tres, así que por favor, siganme.
Entre los tres nos miramos antes de seguir al duque Frederick.
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Llegamos hasta la entrada de una quinta, los detalles de madera contrastaban con el color blanco de las paredes, por dentro era muy elegante, una alfombra de tigre adorna el suelo de mármol debajo de la mesa de cristal, y un par de sofás pequeños y uno grande hacían juego con el resto debido a su extravagante diseño de leopardo, sobre nuestras cabeza había un candelabro dorado que por su brillo podían decir que estaba hecho de oro y nadie negaría ese hecho. Los tres tomamos asiento en el sofá grande y el Duque Frederick se sentó cerca de nosotros, poniendo una pierna sobre la otra.
Apenas tomamos asiento una señorita rubia vestida de maid se acerco a traernos café, con un sexy traje de maid, debo admitir que el Sr. Freinch tiene buen gusto para las mujeres, ya que el gran retrato que tenía de su hermosa esposa pelirroja indicaba eso. Tras sorber un poco de café, el Sr. Freinch procedió a hablar.
— Creo que ya se habrán percatado, pero desde hace unos meses ha habido un gran aumento en la cantidad de monstruos que salen de la mazmorra para atacar los pueblos y aldeas cercanas.
— Si, — Melany continuo el hilo de la conversación — cuando peleamos contra del minotauro nos pareció muy extraño que apareciera fuera de la Mazmorra Volcánica, ya que se originan en el piso 15 de está.
Básicamente, los monstruos son creados mágicamente por las diferentes mazmorras elementales que existen en el reino, nadie sabe como funciona este fenómeno, solo que dependiendo el monstruo le tomo cierto tiempo a la mazmorra crear otro, esto evita las peleas infinitas contra numerosos monstruos.
— Exacto, eso fue un hecho que nadie vio venir, antes de llegar a ustedes, ese minotauro acabo con dos pueblos agrícolas y mató a una decena de soldados también. Si monstruos más fuertes siguieran apareciendo en las afueras de la mazmorras, con el tiempo terminarían devastando el pueblo.
— Entiendo su preocupación — Comentó Sofía — pero eso no nos concierne del todo a nosotros.
— De eso quería hablar, — El duque no tomó el comentario de Sofía como ofensivo — me gustaría que investigaran cualquier cosa sospechosa que este ocurrido en la Mazmorra Volcánica, por supuesto, se les entregará una remuneración al culminar su recorrido por la mazmorra y con su fuerza actual debería ser capaces de llegar al piso 20 sin problema alguno.
— Si quiere que investiguemos la mazmorra, es porque debe tener alguna idea de que esta pasando — Cualquier persona notaría que el Duque nos estaba escondiendo información, por eso no dude en lanzarles mis pensamientos sobre el tema — Si de verdad quiere que ayudemos cuentenos todo lo que sepa.
El Duque sorbió algo de café sin retirar su vista sobre nosotros, después de escuchar eso, su mirada se volvió muy filosa, debo tener cuidado de no hacerlo enojar, este hombre emana un aura muy peligrosa, no por nada es el líder de un gremio.
— No estamos 100% seguros, pero creemos que hay una persona capaz de controlar a los monstruos de la misma forma que lo hace la raza demoníaca, pero no hemos podido dar con su paradero, el único lugar que nos queda por revisar es la Mazmorra Volcánica, la Familia Real ya envió 3 grupos de 10 soldados a revisar las otras mazmorras, pero no podemos darnos el lujo de reducir nuestras defensas en la ciudad por lo que he optado por encargárselo a ustedes tres.
Ahora si nos estaba diciendo toda la verdad. Un humano con la capacidad de controlar a los monstruos de las mazmorras no parece ser común, si este hombre usa ese poder para sacar a los monstruos más fuertes del calabozo estaríamos realmente jodidos, pero tomando en cuenta que sólo ha sacado pocos monstruos de bajo nivel, puedo deducir que no domina del todo ese poder, siendo así tal vez tengamos una oportunidad contra él.
— Esta bien, aceptamos la misión, pero si no encontramos nada igual deberán pagarnos.
— Por supuesto, eso te lo aseguró, aunque creo que tengo razón.
Nos despedimos del Duque y agradecimos su hospitalidad. Al salir de la quinta buscamos hospedaje en una posada, mañana nos tocará entrar a la Mazmorra Volcánica.