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Chapter 39 - Capítulo 39: El peso de una orden

Nerea se sentó en la nave de transporte, parecía muy cansada, se llevo las manos a la cabeza, sentía el peso de cada muerte, en cada gramo, de carne, piel, cartílago y hueso, cada gota de sangre, cada pelo.

Solo deseaba que este día fuese un mal sueño.

Su codicia había costado una cantidad enorme de vidas inocentes, vidas que ella misma arrebato junto a sus subordinados. Hombres y mujeres, que hoy, habían asesinado a amigos y familiares... Puede, que incluso, amantes.

Pero si no lo hiciera, las muertes escalarían a miles de millones, ancianos... Niños... Bebes.

Todos serian purgados como castigo y aviso...

Almedea era la mas cercana a Nerea. Sabia lo que ella estaba sintiendo en este momento, aunque esta noche tendría pesadillas, sabia que tenían una razón para aparecer.

Aunque no sabia lo que le dijo la Emperatriz a su señora, sabia que el solo saberlo, tenia un precio aterrador.

Almedea cogió una botella, de los suministros de la nave y se la entrego.

- Almedea, a veces pienso, que la vida como un líder, tiene un precio demasiado alto, quizás, solo quizás, haber nacido y vivido en una posición diferente, lejos de la guerra y los intereses, de los monstruos terroríficos y de los humanos que los aterrorizan, lejos de todo esto, podría haber sido una magnifica forma de vivir - Almedea, se sentó a su lado, simplemente dándole un poco de calor, mientras Nerea se liberaba de todo lo contenido.

- Se que no es fácil, que ha veces, hay que tomar decisiones las cuales lamentemos toda la vida, pero me alegro que seas tu quien las toma, de otra forma, serviríamos a un ser sin corazón, no a una persona de a pie, como los demás - Nerea seguía perdida en sus pensamientos, solo con su gente se permitía verse débil, fuera tenia que mostrar su autoridad y fuerza. No había que malentender, ella no es débil, para nada.

Pero quitando aquellos que dejaron atrás su humanidad, todos, incluso el mas aguerrido de los soldados, puede derrumbarse.

No es un general el mas capaz de los hombres, si no aquel, que puede afrontar las pesadillas y cargar con las consecuencias, de dar la orden adecuada en todo momento. Por terrible que sea.

Mirlia, Reis y Dorian, miraban al par, sabían que no era su turno de entrar, solo miraban y dejaban correr sus pensamientos, sus manos también estaban manchadas y habían conocido a buena gente, mientras permanecieron en la base.

Ahora todos se habían ido, por sus propias manos, todos fueron sacrificados, por algo que ellos mismos desconocían.

La nave llego al acorazado de Nerea, antes de bajar de la nave de transporte, Nerea volvió a su estado serio y firme, sus pasos eran pesados, mientras se dirigía a su despacho.

Desde allí, pudo contemplar decenas de videos en directo, donde se mostraban los hombres de blanco y rojo de Narciso, entrando en las casas, instituciones, da igual si era privado o publico, se estaba registrando todo el planeta, esta ardua tarea continuaría por semanas, si no, meses.

La flota de Narciso ya estaba muy especializada en este tipo de actos, así que su tiempo era relativamente escaso.

Tras el primer día, ya habían atrapado a mas de doscientos miembros de Demonic Contract y un gran grupo de posibles integrantes.

Había que decir, que el uso de la brutalidad extrema, fue el pan de cada dia, no les importo la edad o el genero, si eras un posible miembro del grupo criminal, serias esposado a la fuerza y enviado a las naves de transporte. Ellas los llevaban a las zonas aisladas donde serian apresados, interrogados y juzgados.

Ber afrontaba una época en la cual, no había nadie en las calles, las puertas y ventanas estaban cerradas y la gente permanecía en pánico constante.

Se mostro ante los medios, explicando que los actos de red criminal, Demonic Contract, habían enfurecido a la Teocracia, debido a que habían usado el Dogma como propaganda, manchándolo y revirtiéndolo para sus fines.

Por ello, se envió un Autumnus Dominus, para guiar a los responsables y asegurar el cierre completo de todas las actividades.

Mientras ella, comenzó a enviar ordenes para traer personal a la base de Ber, dejando que los técnicos de Narciso borrasen todo lo que no tenia que ser visto jamás.

Ella misma decidió pasar unos días verificando la información que queda, para asegurarse que nada quedaría, si solo una mota de información llegase a perdurar, tendría que volver a purgar la base por completo.

Dariel permanecía en su casa temporal en la nave de Toriel, le gustaba mucho permanecer fuera, aquí que casi no había animales, podía pasear sin el colgante y disfrutar de verdad, siempre rodeado de mariposas, abejas y otros insectos, algunos ciervos de diferentes colores y otros animales, por petición propia y de Laura algunos animales fueron traídos del Invernadero, por ejemplo, Dariel, fue el mismo y se trajo al cachorro de hidra de la ultima vez.

La pequeña, hidra parecía haberse encariñado mucho con Dariel, lo mismo al contrario.

Por lo que comenzaron a pasar gran parte del día juntos.

Desdel siempre estaba cerca también, sus ojos no se alejaban de Dariel en ningún momento, su vigía parecía eterna.

- Dariel, que te parece si hoy llamamos a la tía, hace mucho que no hablamos con ella - Dariel que en este momento estaba dentro de la guarida de Desdel, salió con la pequeña hidra y Desdel detrás y asintió.

- Claro, tenemos que decirle que el doctor le hecha mucho de menos - Ante sus palabras, Laura reía y asentía como un pollito.