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Chapter 41 - Capítulo 41: Tributos

El inquisidor, solo tras unos minutos de desvaríos noto que todos sus hombres se habían vuelto visibles y miraban al dispositivo.

Quiso decirles algo, pero cuando miro quien había respondido, fue como si hubiera perdido el alma.

Niviro fue muy calmado, espero a que el Venatore se desahogase, todo en silencio.

Pero los miembros cerca de el, aquellos que hacían de testigos en el juicio, estaban temblando por completo,

Niviro al darse cuenta de que ahora le estaba prestando atención, hablo.

- Cierra tu boca, vas a ir directamente a Narciso y ni se te ocurra apagar o soltar este dispositivo ni un segundo, me da igual si el esta al otro lado del planeta, ¿ Queda claro? - El soldado estaba temblando, por alguna razón, ese intercomunicador ahora parecía un objeto maldito, el cual no podia tirar aun usando todas sus fuerzas. Esto obviamente fue mental, el aparato no estaba pegado a el, pero ni fusionado en su carne, podría estar mas indispuesto a desprenderse de el.

Después de decir eso, miro a Marian. - Tu debes ser la hermana menor del Niño Toriel, hizo un buen trabajo, ellos de darán otro dispositivo, así podrás volver a llamarle y decirle algunas palabras buenas de mi parte - La conversación a los demás le pareció algo extraña, pero muy cordial, como si a Niviro le hubiera agradado mucho algún logro de Toriel, pero Marian entendió que no se refería a su hermano en la ultima frase, ya que no estaba hablando con el, Niviro se refería a Dariel.

Ella asintió y con eso, todos los Inquisidores salieron de la casa, mientras un holograma de Niviro los miraba sin pestañear ni una vez.

Notificaron a Narciso de que su sección quedaría libre y que era necesario un nuevo despliegue, explicándolo todo, con pelos y señales.

No había que decir, que cuando se entero de que habían enfurecido a Niviro, el mismo estaba como un flan, solo había una persona en todo el universo, del cual podría tener pesadillas y ese es Niviro, su ancestro.

El era un cabeza de familia estricto y extremo, todos los que portan su sangre son miembros de los Dominus Autumnis, ya sea sector militar, como gestión o propaganda. Todos encontraron el mejor trabajo para servir a la inquisición, había de todo, si no valías para el combate, tenias muchas ramas donde servir, incluso había ramas creativas, destinadas a la venta o publicidad, desde diseñadores de juegos, novelistas, dibujantes, cantantes, todo, no había trabajo que no se pudiera hacer para la inquisición y Niviro les saco el máximo partido. De igual forma, todos fueron estrictamente adoctrinados, siendo fanáticos del Dogma.

Aparte de la sangre, la mayoria de la familia tenia otra cosa en común y eso fue, una fobia visceral hacia su Ancestro y cabeza de familia.

Para evitar una situacion peor, Narciso uso una nave de transporte para ir a la embajada.

Aun asi, el Venatore tuvo que mantener la presion de Niviro mirandole por mas de dos horas.

Cuando Narciso llego, lo primero que se encontró fue la mirada fría de Niviro, el se acerco y se arrodillo. Detrás de el, dos Scutum, lo imitaron, Curse mano derecha de Narciso y Vegonia, su mano izquierda.

- Bien, ya que estas aquí, vamos ha hablar, primero que nada, explícales a estos Venatore por que vinimos aquí, díselo todo - Narciso estaba en blanco, no entendía porque tendría que decirles algo de tan alto secreto, pero aun así no dudo por mucho.

Con un chasquido de dedos, tanto los Venatore como Narciso, fueron envueltos en una cúpula de llamas azules claro, dejando a Curse y Vegonia, fuera.

Niviro miro la cúpula y negó con la cabeza.

- Tantos años y aun no has logrado un azul profundo, parece que tendré que volver a entrenarte en serio, por suerte nos veremos pronto - Narciso era un orgulloso estigmatizado de clase S+, Soberano del fuego, con un control y creación del fuego sin igual, capaz de formar las llamas mas poderosas o casi, le quedaba un empujón para llegar al estándar de llamas sobre 9000 ºC, pero aun así, su control sobre la temperatura era casi absoluto, aunque las llamas tenían el poder de derretir todo a su alrededor, ni fuera ni dentro, había cambiado la temperatura ambiente, simplemente la uso para aislar la zona.

- Comprendo Ancestro - Narciso estaba cada vez mas furioso por dentro, no con Niviro, si no con los soldados que lo llamaron.

Aun así, explico como habían llegado a este planeta para purgar un grupo de herejes criminales, pero no por su uso del Dogma, si no para contentar y mostrar la lealtad de los Inquisidores hacia el nuevo Sanctus.

Cuando escucharon que había un nuevo Sanctus se alegraron, era algo memorable, pero las palabras de Niviro los paralizo.

- Si, su llegada es el mayor milagro desde el nacimiento de la Teocracia, tiene las mismas habilidades que Conrad, nuestra deidad y sabéis lo mejor, el es un niño pequeño - Cuando llego al final de su explicación, los soldados se miraron y el líder del grupo, el autor, no pudo evitar mirar a Niviro.

Sus ojos estaban enfurecidos, arrepentidos y la locura comenzó a formarse hasta tragar toda emoción.

- Asi es, ese es el Pequeño Sanctus, al que tu amenazaste y maldijiste, por suerte le pedí que colgase y me dejara todo a mi, si llega a escuchar todo lo que dijiste... - Niviro no siguio, esto fue porque los Venatore se habían quitado todos los cascos y se arrodillaron en el suelo.

- ¿Podemos saber el nombre del venerado Sanctus? - El líder de los soldados dijo, sus ojos ya estaban rojos debido a la locura absoluta.

- Dariel - Niviro respondió, con voz firme.

Ellos asintieron y se miraron unos a otros.

Todos a la vez. - Para pagar nuestras afrentas, nos damos como tributo a nuestro Sanctus Dariel - Tras decir esta frase, cada uno, sin siquiera un segundo de vacilación y perfectamente sincronizados, se clavaron su cuchillo militar en el cuello, de costado a costado, tras eso, con un único gesto lo sacaron cortando una linea sangrienta, dejando mas de la mitad de la cabeza, sin ninguna sujeción.

Niviro asintió.

- Tu también tienes que pagar, quita la cúpula para que de mi veredicto - Como dijo Niviro, Narciso elimino las llamas, mostrando a sus Scutum, los cuerpos de los Venatore, no hacia falta decir que no les afecto en absoluto, pero dieron una seña para que descansen en paz, sabían que ellos se suicidaron.

- Narciso, el error de tus hombres, caen de la misma forma en su Dominus, ¿aceptas tu afrenta y tributo? - Niviro sonó solemne y dominante, a lo que Narciso se arrodillo.

- Este humilde siervo del Dogma, acepta sus pecados y pide su sentencia -

- Bien, por tu pecado, durante tu misión en Ber, perderás tu brazo derecho, no se te permitirá tratarlo de ninguna forma y siempre que la herida se cierre, la abrirás de nuevo, tu sangre no debe cesar, solo así, limpiaras tu culpa - Niviro miro a Curse y Vegonia.

Mientras, Narciso se quito la parte superior de su armadura, dejando sus brazos y pecho al descubierto.

Su cuerpo blanco tonificado, digno de su posición se mostro sin ningún tremor, no había vacilación cuando extendió su brazo.

Vegonia agarro firme su brazo derecho y Curse saco su cuchillo militar, no hacia falta decir que la carne de Narciso era extremadamente dura y fuerte, capaz de competir con algunos metales blandos, por lo que la amputación no fue rápida, corte tras corte, el cuchillo corto piel, musculo, hueso y cartílago.

Narciso apretó los dientes y solo dejaba algunos alaridos, no se permitió gritar ni una vez.

Tras un par de largos minutos, al fin, su brazo fue completamente seccionado.

Narciso jadeaba pesadamente, pero aun así, cogió su propio brazo y lo puso delante de el.

- Yo Narciso, ofrezco mi brazo como tributo, para expiar mis culpas - Tras estas palabras, carbonizo su brazo el mismo.

- Bien, recuerda, eres un inquisidor, un Dominus y mi sangre, no se permiten fallos y si lo haces, lo pagaras. Recuerda no ocultar esta vergüenza, ser marcado te ayudara a recordar en el futuro - Tras estas palabras, Niviro colgó.

- Este Narciso entiende, la purga de los enemigos de la Teocracia, será completa - Los ojos de Narciso estaban idos en el fanatismo mas absoluto.

- Curse, Vegonia, volvamos, tenemos una cacería pendiente - Aun en sufrimiento, mostro su sonrisa habitual, mientras se imaginaba incendiando todo Demonic Contract.