En el pasaje de huida
El vehículo del señor Seed, prácticamente encabezaba el convoy, delante de el, únicamente un furgón repleto de autómatas del mercado negro.
La situación de la base era totalmente ajena para el, aunque esto cambio cuando en su dispositivo de comunicación se formo una leve vibración. Esta fue la alarma silenciosa que puso en el conducto de escape.
Por muy optimista que fuese, sabia a ciencia cierta que los hombres dejados en la base, solo podrían comprarle tiempo.
Sin inmutarse, comenzó a teclear en el holograma mostrado por el aparato, dejando en imagen, varios vehículos, cada uno con un punto rojo brillante.
Por su huida estaba dispuesto a todo, mientras el pudiera escapara, Demonic Contract no seria destruido.
Su mano no tembló cuando programo una cuenta atrás de 5 minutos, el conducto era largo y aun le quedaba mucho terreno por cubrir, tenia que preparar un obstáculo para que su huida fuera un éxito.
El solo se necesitaba a si mismo y al hereje, mientras ellos escapasen, entonces el futuro solo podría ser brillante, por mucho que las nubes negras, llamada: Los militares, se cerniesen sobre el.
- Conductor, ¿Cuánto tiempo queda para llegar a la zona de evacuación? -
- Poco mas de 20 minutos, Señor - La ventana de tiempo aun era demasiado ancha, muchas cosas inesperadas podrían suceder.
Unos pocos minutos antes.
Mirlia, Reis, Dimitri y Lerie, habían apartado a la científica rubia, ella se identifico como Anna Lozguard, una bióloga, doctora y genetista.
Su llamado a los fieles de Conrad y la extraña situación había puesto mucha presión en los militares, los miembros de Demonic Contract, parecían ser en su mayoría, extremistas de la Doctrina de la vida, algo gracioso para unos asesinos. Pero no solo aquí radicaba el problema, la llamada de Conrad había llegado a muchos sectores de la galaxia y era fuerte en Ber, muchos de los militares también eran creyentes.
El propio Dimitri era un fiel seguidor, según el, la guerra lo llevo a la fe, algo que ninguno de los demás capitanes hecho en cara.
Su presencia como creyente ayudo a aligerar la lengua a Anna.
- ¿Qué narices teníais en esa habitación?, ¿Qué te da tanto miedo? - Dimitri le hablaba tranquilamente mientras le mostraba un tatuaje en el pecho, era la marca de Conrad, Un árbol envuelto en dos ríos en hélice.
Al ver la marca, ella se aferro a su armadura mientras lo zarandeaba ligeramente.
- Esa cosa es una abominación, la aberración absoluta, es la herejía personificada, el... el tiene el poder de Conrad - Los ojos de los presentes se miraron extrañados, el poder de Conrad, solo cuando una bombilla se encendió en Mirlia y levanto la planta, todos se dieron cuenta.
Vida
- ¿ Entonces el puede crear plantas ? - Dimitri aun espeso, pregunto.
- No, no plantas... bueno, parece que si, pero no solo plantas, el puede dar vida en su totalidad, no marionetas, no carcasas vacías, seres conscientes, esas cosas, tienen mente y sentimientos, ese ser blasfemo, tiene el poder del propio Conrad - Ante tal confirmación, todos comenzaron a tener una gota de sudor frio por sus espaldas, no eran simples sacos de carne, su cerebro estaba bien puesto.
Solo de pensar en el poder, la influencia de un estigmatizado así...
Todo el mundo querría tenerlo para si, un ser con la capacidad de dar vida, vida verdadera.
Cuando Dimitri se dio cuenta, su mente desvarió a otro punto.
Si lo que decía Anna era cierto, estos extremistas tenían en sus manos, quizás, a la encarnación de su dios.
Demonic Contract vio al Hereje como eso, un ser blasfemo y repugnante, pero Dimitri en cambio tuvo una epifanía muy diferente, como creyente devoto y de la facción neutral del Dogma, pudo enlazar el poder del Hereje, como el elegido o incluso el descenso de Conrad.
En ese momento su cabeza se puso a máxima potencia, comenzó a sopesar su fe y su vida como militar, en una balanza ambas partes comenzaron a luchar y solo tenia una cosa clara, debía rescatar a esta persona a cualquier costo, ya sea que la balanza se decante por la Fe o su actual forma de vida.
Mirlia y Reis en cambio, se miraron y asintieron mentalmente, su propósito es servir a su señora, ese era su principio, sabiendo lo importante que podría ser este estigmatizado, no pudieron dejar que se mantuviera con los terroristas.
Reis agarro a la científica y con su extraña forma, aun así, logro sonreírle.
- ¿ Donde podemos encontrar al "Hereje" ? - Ella viendo que había conseguido despertar a los presentes, rápidamente se lanzo al pasillo, tras unas docenas de pasos, se detuvo delante de una pared normal y corriente.
Allí Reis volvió a sonreír, el al centrarse en la pared, ya había notado varios olores que desaparecían aquí, claro que sin que Anna los trajese, no lo habría descubierto hasta dentro de unas largas horas, pero una vez que le dio una pista, no tardo en notarlo.
Anna, puso su mano derecha en varias localizaciones, esto no cambio nada en lo estético de la pared, pero tras unos pocos gestos, esta, se dividió mostrando un largo pasillo y un montacargas.
La salida de emergencia se mostraba sin ningún rastro de vergüenza delante de los presentes.
Unos minutos antes, en otro lugar.
Gracias Desdel, me has servido bien, fuiste mis ojos y oídos por años, ya no debes preocuparte, pues a partir de ahora, usare mis propios ojos para ver el mundo, tu vida y sacrificio han sido el pilar de mi liberación, te recordare por siempre, para siempre...