Querida M*****:
Te escribo esta carta con la intención de hacerme presente en uno de los días más importantes y hermosos de tu vida. No se que decirte, tengo y se me ocurren muchas cosas, todas aceptadas, pero no las veo adecuada a este momento, a esta carta, así que simplemente dejare a mi corazón hablar, llegar a lo que busco aquí...
Primero que nada quiero agradecerte por todo mi cielo. Gracias por aceptarme, respetarme, valorarme y soportarme tal cual soy. Se que a veces parezco o suelo ser un poco pesado o molesto, pero no lo hago de malo, lo hago porque te amo y quiero hacerte feliz y muy bien, sacándote las más hermosas, dulces y puras de las sonrisas, quiero que siempre te sientas amada y acompañada hermosa. Te mereces las más buenas, hermosas y perfectas de las cosas de este mundo, te mereces siempre sentirte amada y segura. Te ofrezco mis brazos como tu hogar y refugio, mis oídos para escucharte, mis ojos para guiarte y mu boca para aconsejarte... Nunca te voy a abandonar, siempre estaré a tu lado, acompañarte y apoyándote en todas tus decisiones y en lo que necesites.
Segundo, quiero que sepas que estos dos meses juntos fueron los mejores de mi vida y de mi año. Trajiste luz y alegría a mi vida y mejoraste todo, me iluminaste y me ayudas cada día a ser la mejor versión de mi mismo, a ser mejor, a ser lo que tanto te mereces... Nunca había conocido a alguien como vos y nunca cambiaria nada de lo que vivimos juntos y te prometo que sin importar nada ni nadie viviremos las mas hermosas de las aventuras, viviremos un camino de alegría, apoyándonos mutuamente.
Por último, espero que puedas disfrutar de este día tan especial y merecido que alcanzaste con tanto esfuerzo, actitud, voluntad y cariño... Disfruta de las cosas, ya sean pequeñas o grandes, que te ofrece la vida y de tu familia, que siempre, a pesar de los problemas, te ama y siempre lo hará...
Sos la luz de mi vida, sos el amor de mi vida, sos una persona asombrosa y maravillosa...
Con mucho amor y cariño, M.