Querida amada:
Escribo esta carta mientras veo por la ventana de mi habitación como llueve, como cada gota de agua cae lentamente por el vidrio, viéndote en el reflejo que ellos producen en su lentitud, recordándome aquel día en que nuestra historia comenzó, cuando nos besamos por primera vez.
Nuestro día, nuestro momento fue único, hermoso y perfecto. No fue como en mis sueños o ilusiones, fue verdadero, real y lleno de amor y, lo más importante de todo, fue a tu lado hermosa, fue con la persona que amo de todo corazón y verdaderamente.
No temo que alguien más encuentre esta carta o la lea, porque estoy loco de amor por vos, totalmente enamorado de ti y quiero que todo el mundo lo sepa, quiero que sepan cuanto te amo y todo lo que siento y todo lo que me causas.
Siento que te conozco de toda la vida, y se que no es así, pero me alegra tener esa sensación. A tu lado me siento seguro y a salvo, sos mi refugio y hogar. Tenes un no se que que me sentir cómodo y libre a tu lado, logras que me abra totalmente, contándote cada detalle de mi día y de mi vida...
No se que hice para merecer a tan gran, buena y hermosa mujer en mi vida. Tengo miedo de fallarte, de lastimarte sin querer y si eso llegara a suceder no podría perdonármelo nunca en mi vida. Te prometo que siempre te voy a dar todo lo mejor de mi y siempre te seré transparente y sincero, haciéndote la mujer mas feliz y amada del mundo, hasta el ocaso de nuestras vidas. Siempre estaré a tu lado acompañándote en las buenas y en las malas, más y en especial en estas últimas, porque en las buenas están todos.
Cada cosa me hace recordarte y pensar más y más en ti, especialmente aquellos días que pasamos separados por nuestras cosas. Siempre estas en mi mente y en mi corazón.
Te amo, M.