Chereads / El viaje / Chapter 6 - Capítulo 5

Chapter 6 - Capítulo 5

Seis y media, ni un minuto más ni uno menos, Nate entraba a la cafetería para recogerme.

-Adiós, Sara. ¡Nos vemos mañana!

-Adiós, cariño. ¡Suerte!

Salude a Nate mientras salíamos del establecimiento, no sabía a dónde íbamos. Ni siquiera había pensado en que realmente lo había invitado a salir, no estaba segura de porqué le había dicho, solo había salido de mi boca antes de que pudiera evitarlo.

Luego de un rato caminando y de haber hablado sobre nuestro día, no pude más con mi curiosidad y le pregunté.

-Emm... ¿A dónde estamos yendo?

- Bueno, quería mostrarte que podías traer un poquito de tu país aquí, a Londres. Pero sinceramente no estaba muy seguro de cómo hacerlo, no conozco mucho de Argentina ¿sabes? Aunque estoy dispuesto a aprender si me enseñas...- Sonreí mientras evitaba su mirada, no podía creer que se haya fijado en ese detalle para salir esta noche- Así que... como no sabía que hacer había decidido ir a un restaurante pero creo que eso sería demasiado formal para nosotros esta noche.

-¿Estás seguro de que quieres aprender sobre Argentina?- lo mire asentir mientras una sonrisa se formaba en mi rostro, una idea se estaba formando en mi cabeza y sabía que le gustaría- Muy bien, iremos a mi departamento.

- ¿Debo asustarme?

-Para nada, Evans. Vas a divertirte y probar la mejor comida que hayas comido en tu vida.

Cuando llegamos deje mis cosas en mi cuarto y me cambie rápidamente. Estaba agotada y quería tirarme a dormir pero no podía hacer eso, tenía que hacer uno de los platos más típicos de mi país para un guapo inglés.

- ¿Vives sola?

- Si, en realidad debería buscar un compañero pero no he tenido tiempo ni ganas y no me resulta muy confiable meter a cualquiera aquí- Saqué un pedazo de carne que había comprado la noche anterior.- Hoy, vas a aprender a hacer milanesas. Desde que me mudé a Inglaterra es la comida que más extraño. La carne de aquí no es igual a la de allá, pero igualmente una vez por mes como mínimo las hago.

-¿Milanesas? No había escuchado hablar de ellas, si oí del asado.

-Bueno, sí, el asado también es bastante común pero un argentino no es argentino si no come milanesas, ya sea de carne, pollo, vegetarianas, lo que quieras.

-Entonces, ¿es un pedazo de carne, en nuestro caso y ya?- preguntó confundido.

-¡¿Qué?! Nono, uno comienza cortando la carne, y luego la dejas en huevo con un poco de sal, provenzal y algunos condimentos. Finalmente, se pasa por pan rallado una o dos veces según se quiera y luego se fríen o se hacen al horno.

-Muy bien, hoy serás la chef y la próxima yo te haré una comida típica de aquí.

-No me disgusta la idea.- Mientras cocinaba él se había quedado a mi lado en todo momento, estudiando cada paso que daba- ¿Alguna vez viajaste fuera de Londres?

-Sí, el año pasado cuando nos graduamos con Eli quisimos salir del país. Fuimos a Roma unos días, es hermoso. ¿Vos?

-Bueno, claramente vine a Londres- dije obvia- Pero también conocí Italia, amé Pompeya y daría lo que fuera por volver a ese país, aunque deseo conocer París.

- ¿Y tus amigos, cómo manejan la distancia?- preguntó mientras tomaba un poco de gaseosa que le había servido.

-Es complicado, nos juntábamos todos los viernes antes y ahora con suerte podemos hacer videollamada. La diferencia de horario es bastante, y solo quiero que puedan viajar para verlos o poder ir yo.

-Entiendo, con mis amigos no nos juntamos muy seguido pero sabemos que para lo que necesitemos estamos, y estoy seguro de que con ellos es igual-asentí-. A veces tenemos que separarnos de las personas que amamos para hacer nuestro camino y lograr lo que soñamos pero siempre que necesitemos volver a casa, será donde ellos están.

-Sí, ellos son mi hogar, son donde buscaba refugio cada vez que lo necesitaba. Aún lo hago, solo que un poco más de lejos- terminé de hacer las milanesas y nos sentamos en la mesa a comer-. Bueno, basta de drama. Llegó el momento de la verdad, quiero tu opinión sobre las milanesas.

Tengo que admitir que estaba nerviosa, quería que le gustaran, esperaba tener alguien con quien compartir un poco de mi cultura. Traté de calmarme mientras tomaba un poco de agua en lo que él degustaba la comida y decidía su opinión.

-Wow... es... wow

Sonreí y comencé a comer con él.

Disfrutamos del resto de la noche, charlamos, reímos y le conté un poco más sobre mi familia. Era bueno tener alguien a quien contarle estas cosas, cómo me sentía estando acá y ellos allá.

Para las diez de la noche decidimos ver una película, eligió él porque "quería mostrarme una película de clásica de Inglaterra", el pobre Nate pensaba que Harry Potter no había llegado a la Argentina y yo no iba a robarle esa ilusión.

...

Finalmente, Nate se había ido a la madrugada, habíamos visto dos películas y aunque me hubiera encantado seguir con nuestro plan de lunes a la noche, al día siguiente teníamos clases y yo un trabajo al cual asistir. Realmente había sido una bueno estar con él, se sentía bien tener a alguien cerca para contarle como me sentía, mostrarle cómo era en verdad porque al fin y al cabo, la Argentina formaba parte de mí y no podía dejarla atrás.

Luego de que él se fuera me quedé acomodando el departamento, en ese momento no me preocupe por lo cansada que estaría al día siguiente.

Grave error.

Cuando la canción con la que despertaba cada mañana comenzó a sonar, lo único que quería hacer era tirar mi celular desde que el quinto piso. Pero lamentablemente, debía levantarme y comenzar el día. Me tomé una ducha para intentar disimular el sueño que llevaba conmigo, aunque tampoco sirvió de mucho y como era tarde tuve que tomar un café en el camino a la universidad.

El profesor no había llegado todavía lo que significaba que no me habían puesto falta. Eli, por otro lado, estaba bastante alterada porque no había respondido sus mensajes de anoche ni de esta mañana. La verdad es que con Nate había olvidado por completo la existencia de mi celular y esta mañana no tuve tiempo de revisarlo, estoy segura de que tengo varios mensajes de mi familia y amigos que luego respondería.

Logré que mi amiga dejara de lado su enojo, le había contado lo que sucedió y luego de un comentario absurdo de su parte insinuando que Nate y yo terminaríamos juntos y abandonándola, pudimos cambiar de tema.

-Tengo unos maravillosos planes para el viernes en la noche, y si me dices que no y terminas mirando Harry Potter con mi hermano, de nuevo, nuestra amistad termina ahora- su tono era serio así que no hice más que asentir-. ¡Conseguí entradas para la nueva película del libro que te hablé el otro día!

- ¿Es en serio? ¡No puedo creerlo!- la semana pasada le había comentado que amaba leer, ella me contó de su libro favorito y de que estaban por estrenar la película-. Sé cuánto te emociona esto, Eli. No lo dudes, ahí estaré.

Esa tarde estuve hablando con Sara, no había muchos clientes hoy así que no pude ponerle excusa para contarle sobre mi noche con Nate. La mujer debería tener treinta y cinco años, y era toda una romántica que amaba suponer que él y yo terminaríamos juntos. Así que, mientras ella decía que hacíamos una linda pareja, yo le repetía que solamente éramos amigos.

-¡Oh, vamos Ali! El muchacho dijo que vino aquí para poder estar contigo el otro día, le gustas y pronto admitirás que él a ti.

-Quiere ser mi amigo, y me cae bien pero no pasará de eso- negué con la cabeza dándome vuelta para preparar un café mientras susurró para mí-. Nate y yo, ridículo...

Cuando estaba preparando todo para irme de la cafetería, mi celular sonó y por primera vez en el día iba a poder contestar un mensaje.

Lea:

¿Mi hermana murió en Londres?

Sonreí a la pantalla mientras comenzaba a responder.

Alisson:

Lo siento, estuve ocupada y recién estoy terminando mi día de trabajo.

Te llamo cuando salgo.

Me desped�� de Sara y de Martin, presentía que poco a poco le estaba cayendo bien a mi jefe. Tomé el camino largo a casa, estaba cansada no lo voy a negar, pero estaba empezando a amar caminar y por allí podría pasar por una pizzería. Hoy no quería cocinar.

-Por fin, la señorita ocupada, se dignó a llamar a su familia- contestó mi hermana en cuanto la llamé.

-Hola, Lea. ¿Qué tal tu día? El mio genial, tuve clases con un profesor que lo único que me explicó era el motivo de su divorcio. Dormí cuatro horas anoche, así que te darás una idea del esfuerzo que tuve que hacer para no cerrar los ojos mientras él hablaba. Y en mi trabajo no tuve clientes prácticamente, así que pude hablar con mi compañera sin problema.

-¿Así será tu vida cuándo te vaya a ver? Porque si estoy gastando mis ahorros para ir a ver a mi linda hermanita, quisiera tener el placer de poder estar con ella.

-Si todavía no tienen ni un pasaje como para venir, cuando sea el momento tendré que ver de organizarme.

-Tal vez ese día está más cerca de lo que crees, Ali...