1 semana había pasado desde ese momento que cambió totalmente la vida de nuestro mexicano, siempre era el mismo, ya que si no lo era, no era nadie y eso ya lo había aprendido aquel día tan inesperado.
Los countries los veían raro, ya que convivían mucho más, hasta empezaban a dudar si venían de algún multiverso o algun tipo de fantasma dentro de ellos, Uruguay estuvo apunto de querer estrangular a México para preguntarle a el donde estaba el verdadero, pero los demás lo detuvieron empezando a analizar más la situación.
A veces usa se hacía el que no, pero en el fondo sí. Con México se sentía especial, que nada le faltaba y que todo mejoraba, al igual que con el tricolor, le puso muy feliz que por fin se haya podido llevar bien con quien más se esforzó, como quien dice: el que persevera, alcanza. Canadá empezaba a sentirse un poco solo, pues la mayor parte del tiempo usa estaba con el mexicano, fue tan de repente el cambio que todavía deja a los countries atónitos cuando los ven. Regresando con el de hoja de maple, este empezó a ir con Ucrania, pues tenía esos sentimientos que no era solo amistad hacia esa persona, solo que los ocultaba y supo hacerlo bien, y tal vez venía de familia.
– A ti te incomoda que se nos queden viendo we? – Le preguntó a el contrario que negó con la cabeza apunto de responder, lo volvió a hacer usa pero hablando con la boca llena.
– No se resisten a mi hermosura – Agarró su bebida y le dio un sorbo para pasar la hamburguesa para dar otro bocado después. Y el lugar, era en la junta.
– Usa, usted está de acuerdo? – Desconcertado el anglosajón guardó lo que comía y pensar en su respuesta, ya que como todos ahí, no era primera vez que no ponían atención.
– ¿Cuál de todas las opciones? – Mientras México se decía en su mente "Inteligencia, no?" ONU supo como quemarsela.
– La única que hemos hablado – La organización acomodó sus papeles, juntando estos con su escritorio para que lo hagan.
– Eh.. sí, estoy de acuerdo – Sonrió algo victorioso pero escondiendo esto, ya que sabia que podía hacer el de las blancas, este mismo no le gustó mucho su respuesta, aparte de que ya no quería discutir más, pero luego de que México gritara "La máscara anti-contagios subió de precio, ahora son más carillas", terminó siendo sacado a patadas junto a este de la junta, ¿milagro o desgracia?
– De nada ejem – El tricolor hizo que se limpió su hombro, súper civilizado según él sale natural. El contrario rodó los ojos permaneciendo más serio que otras veces. – Todo bien?
– Parece que ONU se la trae contra mí – Puso sus dos manos en los bolsillos de su pantalón, empezando a caminar sin rumbo alguno por la calle – O más bien todo el mundo.. y también por eso me alegra que nos la pasemos bien – una pequeña sonrisa sincera se había formado en su cara, aún sin mirar al mexicano que no puedo notar esta.
– Por que lo dices? Bueno, sé que a casi todo el mundo en literal no le caes bien, pero por que ONU? A todos nos regaña, que no te sorprenda – El contrario lo miro con cara de "Es en serio? Encogió los hombros.
– La otra vez había una alta tención sexual con dos idiotas y al parecer ONU los había visto por unos segundos varias veces pero no les dijo nada! – Se cruzó de brazos frunciendo su ceño.
– Y la onu: Hoy es noche de sexo – Se empezó a reír mientras usa también pero sarcásticamente ya que el mexicano a veces no se tomaba las cosas muy en serio, llevándose una mano a su entrecejo, masajeando esta, luego se volteó para poder ver la tienda de Mc.Donalds donde niños veían como esos dos countries platicaban de manera un tanto extraña, los adultos no querían ni ver. Los dos se sintieron avergonzados. Pero usa se le ocurrió la magnífica idea de entrar por su hamburguesa mientras México no aguanto más y se fue a los jueguitos valiéndoles madres lo que acaba de pasar. – Ahh... – Suspiro el mexicano en el tobogán – Huele a patas~ – Ese clásico olor de cuando vas a esos restaurantes que de niño suplicabas a tus padres por que fueran a uno de esos en vez de otros que no tenían, obvio valiendoles madre por que la hamburguesa esta chiquita.
Cuando vio que usa se iba sin él, nada más se llevó sus zapatos sin ponérselos para alcanzarlo.
– Sentemonos afuera, ahí nos miran raro, gracias. – El tricolor rodó los ojos, luego vio como le daba una mordida de las buenas que hasta se le antojó.
– Me vas a dar? – El estadounidense dejó su hamburguesa en la mesita en la que estaban, limpiándose la boca para contestar.
– Yeah, Very strong, hard.. no homo – México estaba echo una nalga roja (no quería poner tomate perdón--), tampoco podía moverse y estaba mojada por el sudor que provocó el calor de se día a parte de el sonrojo, el contrario rió, saliendole en esta el cerdito lo cual hizo que el mexicano dijera no mames y termino de comer repitiendo, otra vez lo dijo.
– Oye están bien chidos tus lentes eh – Se recargo en la silla con una sonrisa, al igual que el contrario que después estaba entendiendo – Ah no tienes, JAJAJAJ- – El otro se paró ante la pequeña venganza del mexicano al no darle comida, tiró la basura y se quedó un momento ahí.
– Tu Hogar también está chidou – Se fue caminando a otra tienda.
– Así nos vamos a llevar eh cabron? – Se subió las mangas, haciendo una pose muy extraña según el de batalla, ya que.
– Mejor entremos para que me compres mis lentes – Ahora el contrario puso cara de ofendido.
– Tienes millones para comprar unos wey! Te' a la verga yo por ahí no paso – Después vio como saco las bolsas de su pantalón, dando a entender que no tenía nada de dinero, pero se le ocurrió una idea acercándose a él. – Prefiero darte esto – Se acercó y le dio un beso para según distraer, pero no contaba con que fuera agarrado de su cadera, intentó separarse pero no podía, besaba bien a decir verdad, quería más, y así el contrario metió su lengua a la boca del mexicano, quien no se la esperaba pero terminó accediendo mientras poco a poco se iba acabando su aire, sus dos cuerpos hacían movimientos al otro pegándose, sintiéndose un poco acalorado y disfrutar como pudo el beso, se volvería adicto a eso. Una vez que la falta de aire se hizo presente, se separó con un hilo de saliva en su mentón que rápidamente se limpió, mirando a quien tenía en frente con una sonrisa.
– Bueno, estoy conforme~ – El mexicano desvió la mirada sonrojado – Te iba a dar la cajita feliz pero lo estoy – Así es como lo estuvo persiguiendo por toda la plaza hasta que se dio en la madre y se calmó.