No te marches...
¿Por qué así?, ¿Por qué debemos aprender con dolores que algunas cosas simplemente se van?, que no hay que apegarse a nada.
No sé si el verdadero castigo al que nos condenaron fue el de acostumbrarnos a estar juntos.
Extraño todo de ti, incluso las peleas... Debes volver.
Hiéreme con tus palabras, mátame con tu mirada y revíveme con tus besos, hazme saber que estoy vivo y que te importo aún, no dejes que caiga a este vacío nuevamente, en él solo puedo fingir felicidad. Si ya me salvaste una vez hazlo nuevamente, no necesitas esforzarte pues un te amo es más que suficiente.
Toma mi mano y llévame a tu mundo, Muéstrame como sueñas y como amas, muéstrame tus dolores y tristezas, así sabré qué te hace feliz. No te abandonaré, puedes confiar en mí.
Si la vida nos enseña a golpes pues levantémonos juntos y amemos sin límite de expiración.
Toma mi corazón y protégelo, no dejes que habrá sus cicatrices, entrégate a mí, y aprenderás a sonreír.
¿Qué camino debo elegir si te marchas?, ¿En quién me apoyaré?, si estoy tan perdido que mi valor se reclina en mi extraviado ser.
Dime: ¿Cómo hago para olvidarte? ¿Cómo me deshago de este sentimiento que embarca toda esta historia?
Llévame contigo y seamos infelices, que ya es tarde para volver atrás.
Me prometiste un mundo donde nunca faltábamos nosotros, llévame ahí. Aléjame de la realidad que nos separa. Que mis lágrimas no te asusten, pues solo esperan por tu regreso.