De entre todos los invitados a la boda, una mujer destaca en especial al contar la historia de los novios como si de su cuento favorito de hadas se tratase. El brillo en su mirada lo decía todo.
—… eran bastante jóvenes la primera vez que se enamoraron. —suspira—. Tenían… ¿ocho años? ¿Tal vez siete? No recuerdo claramente, pero lo que sí no olvidaré nunca es ¡que ese par de tontos tardó mucho tiempo en darse cuenta! ¡Recién a los quince años!
—¡Woooah! ¡Tío Song y tío Xiao eran realmente despistados! —exclama su hijo sin parar de sonreír por la nueva información.
—¿Eh? —Su sobrina llega a donde el grupo de niños y ella están reunidos, y se une a la conversación rápidamente—. Tía Ying, ¿acaso no me dijiste que lo de mis papás fue amor a primera vista a los veintiún años y que empezaron a salir poco después?
—Fue así también.
—¿También? ¿Cómo es posible eso, mamá? —pregunta su hija tirándole con suavidad la falda de su vestido para llamar su atención.
Ella responde sin perder el ritmo—: Es posible porque lo que les estoy contando ahora es sobre la primera vez que se enamoraron, mientras que lo que dice la pequeña XingSun es acerca de la segunda vez que sucedió.
—Gugu, no tiene sentido. ¿Cómo se van a enamorar dos veces de la misma persona? Ellos dicen que no les gustó nadie más, entonces no hubo… eh ¿interrupción en su amor? Así que no hay manera de que vuelva a comenzar algo que ni siquiera terminó.
—¡Jajajajaja! Eso es cierto, pero entiendan que lo que les digo también lo es. Además, en realidad ellos se enamoraron tres veces, no sólo dos.
«Al menos en esta vida...», piensa con cariño.
—¡¿Tres?!
—Sip.
A pesar de su respuesta dicha con total seguridad, las miradas de los más jóvenes revelan su duda.
—¡Tsk, niños! ¡Confíen en esta tía que creció con ellos! Los conozco como la palma de mi mano e incluso más; y si digo que se enamoraron tres veces es porque fue así, ¿vale?
—Pero, mamá, ¿cuándo pasó todo lo que dices?
—Hmm… —Llevándose una mano al mentón, finge que intenta recordar—. La primera vez fue cuando tus tíos y yo éramos unos niños; la segunda vez fue cuando Zhen-ge regresó al pueblo después de terminar sus estudios; y la última... ,—antes de seguir, voltea para dirigirse a su sobrina—, es la que viste personalmente hace medio año, A-Xing.
—¿Eh? ¿Yo? —Se señala a sí misma.
—Sí, tú. Después de todo, tú estabas con tu papá en el orfanato cuando Wan-ge llegó buscándolo, ¿no?
—Uh… Sí… —Lo piensa un poco más; hasta que de pronto su rostro se ilumina ante un recuerdo—. ¡AH! ¡¿Tía está diciendo que ahí se enamoraron por tercera vez?! ¡¿Y no me di cuenta?!
—Ajá~ —Una linda sonrisa se extiende en su cara al ver la emoción de la niña. Sabe que a su sobrina le encanta escuchar los románticos momentos que tuvieron sus padres en su etapa de enamorados o antes, los cuales ella misma gustosamente cuenta si se lo piden o no.
—Mamá, aún sigo sin entender. ¿Cómo es posible que se hayan gustado tantas veces?
—Es posible, ¡créeme! Verás, todo es gracias al hecho de que las personas no son las mismas al crecer. Tanto por fuera como por dentro, todos cambiamos con el pasar del tiempo. Maduramos, adoptamos otra manera de pensar, se acentúan ciertos rasgos de nuestra personalidad o descubrimos algo de nosotros mismos; nos volvemos más altos, engordamos, adelgazamos, nos lesionamos… Muchas cosas pueden provocar un cambio en nosotros. Entonces, uno no es igual a cuando era un niño o un adolescente.
—¡Lo que dice Gugu es cierto! Lo sé porque mi hermana cuando era niña era muy, muy dulce y amable, —dice la sobrina más joven señalando a su hermana de ceño fruncido sentada a pocos pasos de ella—. Pero ahora que creció, siempre está molesta y pocas veces es amable conmigo.
La mencionada sólo puso en blanco sus ojos al escuchar a su hermanita hablar así; bufa por lo bajo antes de seguir viendo memes en su celular.
—¡Jajajajaja! Es así, A-Lu. Buen ejemplo.
La pequeña niña regordeta infla su pecho orgullosa de sí misma.
—Entonces… Lo que tía quiere decir es que... ¿el tío Yewan se enamoró del tío de niño, luego de joven y finalmente del tío Qingchen de ahora? ¿Y viceversa?
—¡Exactamente! Sus tíos se enamoraron del otro aún con todos los cambios que ambos pasaron.
—¡Ahh~! ¡Tan lindos! —exclama su sobrina cada vez más feliz por sus padres. Sus ojos cerrados para pensar mejor en ellos, una mano al corazón y la otra soportando su peso sobre el hombro de su primo—. A-Yi, ¿no crees también que mis padres son adorables? Ahh~
Un poco sonrojado de pronto, él respondió sonriéndole—: Pienso lo mismo, Xingxing. Su historia es la más adorab-
—¡La segunda más adorable! ¡La de nuestros padres es la primera, por supuesto! —interrumpe su hermana menor dándole un golpecito en su costado.
—Por supuesto~
La adulta del grupo ríe un poco avergonzada. Después de todo, la historia a la que se refiere es a su propia historia con su marido.
—Tía, no continuaste con lo de su primer enamoramiento. Tengo curiosidad, ¿continúa, por favor?
—Okay~ ¿En qué me quedé?
—En que se tardaron en reconocer sus sentimientos, ah~
—¡No es cierto! Gugu, aún no nos cuenta cómo se conocieron.
—Ah, cierto, lol
—Jajajaja, ya recordé. —Ríe cubriendo educadamente su boca con una mano. Es notable su cariño por los niños y cuánto disfruta de interactuar con ellos—. Entonces, comenzaré contándoles desde cuando vine a Huanglu para visitar a mi abuela: mamá la extrañaba, por lo que nos trajo a papá y a mí a este pueblo para pasar las vacaciones de verano… Y luego las de invierno, y luego nos mudamos definitivamente porque rogué todo un año para lograrlo… Ah, buenos tiempos.
Sostiene su mejilla soñadoramente mientras suspira. Son recuerdos de una niñez feliz, por lo que ella se siente feliz al recordarlos.
Un resoplido la saca de su burbuja.
—Ugh, tía. Este es un lejano pueblo rodeado de montañas, con demasiada vegetación y ríos por doquier. El internet no es bueno, no hay nada que hacer y el Starbucks más cercano queda en la ciudad B ¡a tres horas de aquí! ¿Por qué quisiste quedarte? ¡Vivías en Pekín! Si yo viviese en la capital como tú lo hacías, nunca pensaría en irme de ahí.
Ah, sólo es su malhumorada sobrina adolescente favorita.
—Pero a mi me gusta más Huanglu. Me gustan sus montañas y ríos, y también las mil y un formas para entretenerse fuera de casa. ¡Porque hay mucho que hacer aquí aunque no lo creas! Con tus tíos íbamos a pasear, pescar, acampar, cosechar lotos ¡e incluso construimos nuestro propio bote a tu edad! ¡No había día que no hiciéramos algo diferente! En cambio, en la capital, yo… Ugh. ¡La capital me aburría demasiado! Y sobre lo del internet: en aquel entonces no era tan interesante como lo es ahora.
—Pero, tía. De cualquier maner-
—Gugu, —interrumpe una de las niñas del grupo—, no le hagas caso, sigue contando.
Todos estuvieron de acuerdo y exclamaron desordenadamente un "sí".
—Oh, de acuerdo~
Arrastra una silla a su lado y toma asiento al sentir sus pies adoloridos por estar parada tanto tiempo en tacones.
—Bueno, en mi primer día aquí conocí a su tío Yewan. Él era nuestro vecino e iba de vez en cuando a la casa de la abuela para ayudarla y conversar con ella. Nos hicimos amigos al día siguiente. Él era muy tranquilo y yo muy tímida, entonces no me presionó para hablar o jugar y me dio la confianza suficiente para acercarme primero. Él no tenía amigos porque no habían más niños de nuestra edad en la cuadra y yo tampoco los tenía porque era nueva; siendo así, nos volvimos cercanos al tenernos sólo al otro.
—Pff, ¡así pareciera que esta es la historia de amor entre ustedes dos! Primero ustedes estuvieron juntos, ¿no?
—¡Xiao Ming! ¡No digas eso!
Los demás niños reprenden al muchacho travieso, mientras que la adulta que debía hacerlo no paraba de reíŕ.
—¡Jajajajaja! ¡Ay, no! ¡Jajajaja! No fue así, no fue así. Lo siento, pero escuchar eso es extraño, ¡porque Yewan es mi hermano, por la Diosa! ¡Jajajajaja!
La hermosa Yue Liying no podía parar de reír ante la ocurrencia de su pequeño sobrino. Sobre todo porque dio en el clavo de alguna manera y eso fue demasiado incómodo y a la vez risible…
¡Ah! ¡Pero puede explicarlo!
Dice "de alguna manera" ya que el niño no está completamente en lo cierto. No fue en esta vida, ¿de acuerdo?, pero sí fue en otra de hace dos siglos atrás. Fue en aquella, donde Song Zhen y ella sí estuvieron juntos e incluso se llegaron a casar. También ambos eran amigos de Xiao QingChen y eran muy unidos desde jóvenes.
«E incluso desde ese entonces Wan-ge lo amaba».
Fu… Sucedieron demasiadas cosas en aquel tiempo; asuntos que le son dolorosos de recordar. La mayor de todas: el haber sido un obstáculo en la relación de sus mejores amigos. Siendo la herida de su propio amor no correspondido lo único que ha curado el pasar de los años…
—¿Eh? ¿Acaso jiujiu no es jiujiu? ¡Es imposible que haya estado con mamá!
—Exacto. —Ríe—. Él es mi hermano, her-ma-no~
—Es así porque padre y madre nos dijeron que lo éramos, her-ma-na~ —dijo de pronto una voz agradablemente grave. Al oírla, todos se giraron inmediatamente hacia esta, encontrándose así con el dueño de tal—. Fue por aquella vez que nos peleamos, ¿te acuerdas, hermana?
—Por supuesto, bro. ¡Jajajaja! No nos dimos cuenta de que no lo éramos hasta hace un par de años, cuando recordamos ese momento. Pff.
—¡Tío, tío! ¡Gugu nos está contando sobre la primera vez que te enamoraste del tío Qingchen!
—Cuando vine al pueblo, ¿te acuerdas? —responde escondiéndole a los niños un segundo significado.
—Ah…
—¡Tía, sigue con la historia!
—Claro, ¿en dónde me quedé? Hm… ¡Ah! Vale, cuando nosotros nos convertimos en mejores amigos. Todos los días salíamos a jugar a la montaña del norte junto con mi padre que nos llevaba ahí; escalábamos, almorzábamos y, cuando papá se quedaba dormido sobre el pasto, nos escapabamos a una cascada cercana para jugar un rato con el agua. Hicimos eso durante casi medio mes, hasta que…
Su mirada traviesa se dirigió al novio de traje negro a su lado indicándole que continuara lo que ella dejó inconcluso.
Él carraspeó algo avergonzado por lo que iba a decir.
—Hasta que quise ir a la montaña del oeste…
—¡Porque...! —incita a seguir—. Ay, niños. Es que sus tíos estaban destinados a conocerse~ Wan-ge, cuéntales.
—Ejem, ejem. —Sus mejillas se tiñen de un suave rojo. Por un momento, parece que no se atreve a hacerlo—. Fue porque yo… yo sentía que debía ir hacia allá… Necesitaba ir...
Pequeños gritos emocionados no se hicieron esperar y se alzaron.
—¡Así que se lo dijimos a papá y fuimos! —Yue Liying retoma la narración felizmente a la vez que pellizca la lechosa mejilla de Xiao Xingsun que ahora está abrazando por la cintura a su padre—. Al llegar, repetimos todo: escalamos, almorzamos y, cuando papá se quedó dormido, nos escapamos en busca de alguna cascada cercana. Encontramos una después de mucho, pero ¡oh, sorpresa~! Alguien también lo hizo al mismo tiempo.
—¡Tío Qingchen!
—Sí, era él. A-Qing estaba en un camino paralelo a nosotros y nos vio primero. Ah~ Aún recuerdo su bonita voz cuando se acercó a YeWan, tomó sus manos entre las suyas y dijo: "Oh, ¿ustedes también? ¡Vamos a jugar juntos entonces!" —remeda la dulzura de la voz del niño Xiao en su memoria—. Ay, por la Diosa, no puedo. ¡Qingchen siempre fue naturalmente lindo! Él es demasiada azúcar para mi corazón, fue bueno que no agarró mis manos. ¡No quiero imaginar como estaba Wan-ge por dentro en ese momento, si yo con sólo escucharlo sentía demasiada ternura como para soportarlo!
Ella había estado a sólo un paso detrás, dejando que su hermano mayor guíe el camino, por lo que no hubo oportunidad para que su A-Qing tomara también sus manos.
—Bueno, dentro de una hora ellos se van a casar, ¿no? Creo que ya sabemos cómo impactó en el tío, ah.
Las mejillas y orejas de Song Yewan estaban tan rojas como nubes durante un atardecer; el pobre no conseguía ver a nadie a los ojos por lo avergonzado que se sentía.
Mas, incluso así, en ningún momento escondió su sonrisa.
—Cierto, cierto~ Debieron ver a su tío, jajaja. —Yue Liying codea al mencionado—. ¡Él estaba encantadísimo! ¡Sus ojos más brillantes que nunca! ¡Sus mejillas rosas por el lindo chico que estaba en su delante! Y su tío Qingchen no se quedó atrás, no, no. Él, al verlo mejor y más de cerca, repentinamente se volvió tímido, y muy sonrojado desvió su mirada de la de mi hermano. Yo, por mi parte, no entendía lo que sucedía ahí y sólo acepté por los dos la invitación del niño nuevo. Al final, los tres jugamos, nos agradamos y nos hicimos amigos.
De pronto, la hermosa dama sintió un par de toques en el hombro. Giró hacia la llamada y vio a su Wan-gege indicarle que le tenía algo que decir al oído. Ella accedió y lo escuchó atentamente.
—Meimei, —susurra—, estaba yendo a ver a Qingchen cuando te vi con los niños. Iré ahora. Más tarde vendremos con ustedes, ¿vale? No cuentes nada vergonzoso, por favor.
—Tsk, vaya, vaya. No contaré nada así; no te preocupes, ¿cuándo lo he hecho? —Recibe una mirada escéptica—. Aunque si me robas demasiado tiempo a A-Qing, no te prometo nada.
—Meimei… —se queja.
—¿Qué? Respeto el tiempo a solas de ustedes dos, pero yo también quiero verlo con traje antes de que comience su boda. ¡Ge no debe de ser egoísta!
Song Yewan sólo asiente y se retira. Yue Liying ríe por la resignación de su mejor amigo.
—Bueno, niños. Continuando~ —Aplaude una vez para captar su atención de nuevo—. Qingchen estaba aquí de vacaciones con su familia también, sólo que ellos se estaban quedando en una casa cerca de donde nos encontramos. Su madre era una vieja amiga del padre de YeWan, así que nos dejaron visitar a los Xiao cuando quisiéramos y…
Mil anécdotas salieron de su boca. Los oyentes estaban atrapados y muy atentos; esperaban ansiosamente "ese" momento especial en la historia. Se dieron cuenta que estaba pronto a contarse, cuando escucharon sobre el día que ambos reconocieron sus sentimientos reales por el otro.
—Quedaban pocos días para que Wan-ge se fuera a la capital para estudiar; sin embargo, esos dos aún seguían sin hablarse por la pelea que tuvieron. Uno estaba triste a morir, pero determinado a estudiar lo que deseaba, y el otro molesto en su dolor, porque fue el último en enterarse de la noticia.
Song Yewanhabía planeado irse sin decirle a su amigo porque le dolía el sólo imaginar la despedida entre ambos; luego, regresaría inmediatamente con él al término de su carrera. Realmente no quería que hubiera un adiós entre ellos. No obstante, al enterarse, Xiao Qingchen lo interpretó de otra manera y decidió no ver al otro hasta que se fuera… porque de lo contrario no podría evitar pedirle que se quedara con él y sabía que eso sólo haría más insoportable todo. No quería seguir siendo la piedra en el camino de su amigo hacia su sueño. O eso pensaba ser.
Yue Liying escuchaba diariamente los pensamientos de cada uno cuando los iba a visitar para intentar persuadirlos de verse antes del viaje del mayor.
—Un día antes, me cansé, y fui a casa de cada uno para regañarlos un buen tiempo y revelarles que, aunque no lo crean, se sentían así porque les gustaba el otro. ¡Viví toda una vida con ellos! Estaba segura de que esos sonrojos y esa cercanía exasperante de "sólo somos amigos aunque parezcamos algo más" significaban algo. Así que les dije lo que pensaba. Presenté mis pruebas y me fui dejándoles toda una tarde y noche para que piensen sobre ello.
Bufa al sentir de nuevo la impaciencia que sintió esos años.
—¿Y? ¿Qué pasó después? —pregunta ansioso su hijo; su cuerpo inclinado hacia adelante a la expectativa de lo que ocurrirá.
—Tus tíos son unos tontos, ¿qué crees que pasó?
No puede contener un segundo más su carcajada. Los menores la ven reír fuertemente y comienzan a hablar entre ellos intentando adivinar lo que sucedió.
—¡Ah! ¡Perdón, perdón! ¡Pero no puedo! ¡JAJAJAJAJA! —Inhala un par de veces tratando calmarse; cuando lo logra, continúa la historia—. El bus de Yewan partía a las ocho en punto. Sus tíos habían descubierto algo nuevo de ellos mismos y lo habían aceptado. ¡No esperaban más para ir a declararse! Ni siquiera pensaban en si serían correspondidos o no, o cómo sería su relación después de la confesión, sólo querían hacerle saber al otro sus sentimientos. Además, pronto no podrían hablarse más que por cartas y no querían que su separación sea recordada por una pelea tonta que tuvieron. Entonces… ¿qué hicieron? Puntualmente a las seis de la mañana, fueron a buscar al otro.
—¡¿Al mismo tiempo?!
—Sí.
—¡Oh! ¡Y se encontraron en el camino! ¿No, tía?
—Nop.
—¡¿No?!
Todos jadearon por la sorpresiva respuesta. Los dioses jóvenes rieron sobre sus espaldas desde sus nubes y los más antiguos sólo se limitaron a negar con la cabeza mientras sonreían por la extraña suerte de esa pareja.
Sólo pensaban: Oh, Universo. ¿Por qué? ¿Porque ese día sucedió tan parecido a aquel de su primera vida?
Hace miles de años. Hace veinticinco vidas.
El día en que se dieron cuenta de que su mejor amigo les gustaba fue muy similar a este recién contado.
Ambos, prometedores discípulos de los más famosos inmortales, habilidosos cultivadores de corazón justo, perfectamente versados en las seis artes… eran tan sólo un par de tontos ingenuos en el área del amor.
Luego de aclarar los asuntos de su propio corazón, estaban impacientes para mostrárselo a la persona que le gustaba. ¡Querían que él supiera lo que sentían! ¡Querían conocer su respuesta, presenciar su reacción! Por lo que, al no lograr soportar más este deseo, a la mañana siguiente, alistaron todo para salir de nuevo de la montaña. Esperaron anhelantes el "Ya puedes ir" de su shizun correspondiente, y cuando se dio, partieron sin demora al mundo mortal de nuevo.
Decididos a buscar al otro en su hogar.
Tardaron alrededor de una semana, perdiéndose en el camino un par de veces debido a que el lugar estaba muy oculto y bastante protegido por matrices. Debo aclarar que, aún así, fue un tiempo récord el que lograron.
No obstante, había un problema…
—¿Eh? ¿Él... no está aquí?
—¿Ah? ¿Hace días fue a buscarme?
Ambos—:...
¡Oh, por los dioses! ¡Fue tan gracioso cuando, al llegar a su destino, se enteraron que justamente al que querían ver también se le había ocurrido la misma idea! ¡Es increíble! ¿Cómo es que no se cruzaron en el camino?
Este par de tontos... ¡Los cielos lloran de la risa!