Habían pasado 10 días desde el naufragio del Intrépido y Atlas solo sabia que hay estaba él flotando sobre el escritorio que pertenecía a la oficina de Cristóbal, sin nada más que la cantimplora de agua que llevaba atada a su cintura pero que se había quedado sin agua hace un par de días, la garganta de Atlas estaba totalmente seca y su cuerpo raquítico parecía que con un mal movimiento se partiría, aun así la mente de Atlas como si fuera un método de defensa se encontraba divagando en recuerdos incluso unos que nunca pasaron, de ese modo aunque todo su cuerpo ardía y punzaba su mente se encontraba en relativa calma, Atlas perdió la noción del tiempo, para el tenía una eternidad sobre el escritorio, sus ojos empezaban a nublarse incluso cuando estaba despierto y ardían hasta que dormía, tal vez este es el final de Atlas y de esta historia la historia de como un pequeño marinero murió por ser demasiado codiciosos, o tal vez no.
Al igual que todas las mañanas Atlas abrió sus ojos y miro el sol esperando sentir el tambaleo del escritorio bajo él, pero aunque él lo espero este sentimiento de flotar en el agua nunca llego lo que hizo que el joven se sentara con cuidado para analizar su entorno "t-ra" intento hablar pero su garganta cerrada le impidió expresarse, Atlas reunió las pocas fuerza que le quedaban y se puso de pie caminando por la arena mojada de esta isla en la cual había encallado, esta isla se veía enorme y había una espesa jungla en ella con árboles de todo tipo y los sonidos de muchas aves en ella.
Atlas arrastro su cuerpo tambaleante hacia la jungla con la poca fuerza que le quedaba y para su suerte un arbusto lleno de bayas se encontró frente a él y sin esperar un segundo devoro cada una de las bayas maduras, pintonas, verdes todo lo devoro sin desperdiciar ni una, cuando acabo siguió arrastrado su cuerpo y comió toda fruta que se encontraba en el camino hasta que escucho el deleitante sonido del agua fluyendo y corrió hacia ella.
Atlas hallo una pequeña corriente de agua dulce que se movía suavemente y sin esperar más se lanzó sobre ella, bebió de su agua hasta que quedo completamente saciado y luego dejo caer su cuerpo cerca de la corriente de agua.
Paso varios días solo comiendo las frutas de este paraíso y bebiendo el agua del manantial, una semana en la que no se preocupó por nada más que comer y beber por suerte en esta isla no parecía haber ningún animal excepto las aves que cantaban en los árboles sino habría sido devorado hace tiempo, de este modo Atlas recupero su fuerza pero su estado físico aún no estaba ni siquiera cerca de ser como era normalmente.
Una vez su cuerpo había salido del estado lamentable en el que se había encontrado los pensamientos de Atlas dejaron de ser los de un animal y se aclararon de nuevo "¿ahora qué?" se preguntó a sí mismo, en la isla tal vez había la suficiente comida para que él vivirá una vida entera pero eso no está en sus planes quedarse aqui pero no tenía como salir de la isla, él no había olvidado donde estaba "cruce la muralla blanca" se recordó y en su mente brillo esa inmensa tormenta que parecía no moverse de su lugar como un protector que impedía que nadie siquiera planeara cruzar la muralla blanca.
Los días pasaron y Atlas no se le ocurrió nada por lo que solo vagaba por la isla buscando frutas y comiendo, incluso cazo un par de aves y las asó, de este modo paso casi un mes en la isla y sus fuerzas se habían recuperado casi por completo, Un día Atlas estaba buscando frutas cerca de una colina en la isla.
"Es muy alta" pensó antes de subirse al árbol para poder comer una naranja, cuando lo hizo se sentó en el árbol con tranquilidad, fue en ese momento que miro la colina más detenidamente "que forma tan extraña" se dijo para sí mismo, la forma de la colina de verdad era extraña, más que una colina parecía más una meseta totalmente plana y solo había una pequeña capa de arena porque ningún árbol había logrado crecer aun, Atlas observo con detenimiento la colina, se preguntan ¿por qué? Porque no tenía nada más que hacer.
"¿Qué es eso?" se preguntó cuando vio una grieta en la parte de la colina, con curiosidad bajo del árbol y se acercó a la grieta "tal vez es una cueva" pensó Atlas, este mes había estado mojándose con la lluvia al no tener un refugio decente si pudiera encontrar una cueva que usar como refugio sería muy útil, el joven se acercó a la grieta que se encontraba repleta de lianas aquí y allá "esta cerrada" dijo Atlas con lago de tristeza pero luego algo más le llamo la atención la pared de atras de la grieta era perfectamente derecha y se veía diferente a la piedra, Atlas se acercó y con su puño golpeo un par de veces y escucho "metal" dijo, el material de la puerta era muy sólido y era frío al tacto por lo que Atlas supo de inmediato que era metal "¿Qué clase de metal?" se preguntó mientras ponía su mano abierta sobre la pared.
*twin**tuf* el metal resonó y una luz verde se extendió por toda la pared en cuestión de segundos tan rápido que Atlas ni siquiera logro quitar la mano de la pared *truick* *plass* la pared resonó de nuevo frente al atónito joven que aún no sabía que hacer y un segundo después la pared se dividió en dos mitades una superior y otra inferior antes de abrirse, "¡qué rayos!" grito Atlas cuando vio el hueco oscuro que estaba detrás de la puerta pero como si lo incitara el hueco de repente se iluminó mostrando paredes totalmente blancas, aun así Atlas seguía congelado en la entrada.
Atlas espero congelado en la puerta hasta que escucho unos pasos que se acercaban "maldición shuras" pensó el joven antes de esconderse entre las lianas de la grieta, no era muy inteligente, pero fue lo único que se le ocurrió a un joven de 17 años lleno de pánico.
Los pasos sonaron cada vez más cercanos hasta que entre las grietas Atlas pudo ver una figura "¿shura?" se preguntó "no se ve como dicen las leyendas" las leyendas decían que los shuras eran monstruos de tres metros con cuerpo delgados piel totalmente negra y una cabeza grande seres totalmente horribles, pero la silueta frente a él era la de una mujer una joven entre sus 18 o 20 con una figura de reloj de arena totalmente voluptuosa, su altura debía ser unos 1.80 gracias a sus piernas largas y su cabello negro caía hasta su cintura contrastando con su piel totalmente blanca y los rasgos de su cara era problemáticamente hermosos gracias a estos Atlas encontró sentido a la frase "sonrisa que destruye ciudades y aplasta países" su belleza era hipnótica, la ropa que bestia era algo que Atlas nunca había visto lo que lo dejo con aun más preguntas.
Para sorpresa del joven la mujer se fijó en seguida en su escondite y camino hacia él hasta que solo quedaron unos metros entre ellos, cada paso que daba hacia que el corazón de Atlas brincara con más terror pero cuando ella estuvo a un metro del joven se arrodilló en el suelo "Androide F-229 reportándose al nuevo capitán"
El silencio cayo en lugar Atlas no se atrevió a moverse ni un centímetro incluso aguanto la respiración para hacerse lo más invisible posible y la mujer frente a él que seguía de rodillas sin moverse esos dos pasaron varios minutos en silencio cada uno esperando el movimiento del otro, hasta que Atlas decidió morder la bala "¿no planeas matarme?"
La mujer aún arrodilla negó rápidamente con la cabeza "según el estatuto T-698 del 4897 los androides tiene prohibido lastimar a su capitán o en su defecto aspirantes a capitán" dijo la mujer sin alzar su rostro.
"¿entonces no planeas matarme?"
"No señor"
"fiuuu" soltó el aire que tenía atragantado antes de salir tímidamente de la cobertura de lianas pero aun después de que Atlas salió de la liana la mujer no se movió ni un centímetro "mi nombre es Atlas" dijo algo incómodo.
"Larga vida al capitán Atlas" dijo la mujer con fervor sorprendiendo a Atlas otra vez.
"¿Qué es eso de capitán?" pregunto Atlas
"Usted es el nuevo capitán de la nave intergaláctica N-12 … O lo que queda de ella" dijo la mujer aun sin moverse "claro, si desea aceptarlo, ¿lo acepta?" pregunto la mujer mirando a Atlas sin levantarse.
"Ser el capitán de una nave" pensó Atlas confundido en su menta la única solución que encontró era un barco encallado en esta isla con una tripulación que por alguna razón necesitaba un capitán eso o esta mujer estaba desvariando "en cualquiera de los casos será mejor complacerla" se dijo a sí mismo "sí, acepto"
"muy bien" dijo la mujer antes de ponerse de pie de un salto pero sin perder su dignidad "entonces perdone el piquete"
"¿qué piquete?"
Sin responder a la pregunta de Atlas la mujer metía su mano en un bolsillo de su pantalón y saco un extraño cilindro con un líquido parecido al agua dentro y una aguja en la punta "este" le respondió antes de tomar el brazo de Atlas y clavar el cilindro en su brazo.
Atlas no estaba procesando tan rápido y eso sumando a que la fuerza de la mujer era muy superior a la suya no pudo evitar que la mujer lo inyectara sin piedad.
"¿Que me hiciste?" pregunto Atlas sorprendido "me mentiste" Atlas se sintió muy asustado de repente y empujo a la mujer aunque sin moverla ni un centímetro aun así logro escaparse y corrió con todas sus fuerzas pero por alguna razón su cuerpo se adormeció y sin poder alejarse más de 5 metro de la mujer cayo al suelo sin conciencia.
tidamente de la cubertura de lianas pero aun despues de que Atlas salio de las liana la mujer no se movió ni un centímetro "mi nombre es Atlas" dijo algo incomodo.
"larga vida al capitán Atlas" dijo la mujer con fervor sorprendiendo a Atlas otra vez.
"¿Qué es eso de capitan?" pregunto Atlas
"Usted es el nuevo capitán de la nave intergaláctica N-12 … o lo que queda de ella" dijo la mujer aun sin moverse "claro, si desea aceptarlo, ¿lo acepta?" pregunto la mujer mirando a Atlas sin levantarse.
"ser el capitán de una nave" pensó Atlas confundido en su menta la única solución que encontró era un barco encallado en esta isla con una tripulación que por alguna razón necesitaba un capitán eso o esta mujer estaba desvariando "en cualquiera de los casos será mejor complacerla" se dijo a si mismo "si, acepto"
"muy bien" dijo la mujer antes de ponerse de pie de un salto pero sin perder su dignidad "entonces perdone el piquete"
"¿qué piquete?"
Sin responder a la pregunta de Atlas la mujer metía su mano en un bolsillo de su pantalón y saco un extraño cilindro con un líquido parecido al agua dentro y una aguja en la punta "este" le respondió antes de tomar el brazo de Atlas y clavar el cilindro en su brazo.
Atlas no estaba procesando tan rápido y eso sumando a que la fuerza de la mujer era muy superior a la suya no pudo evitar que la mujer lo inyectara sin piedad.
"que me hiciste" pregunto Atlas sorprendido "me mentiste" Atlas se sintió muy asustado de repente y empujo a la mujer aunque sin moverla ni un centímetro aun así logro escaparse y corrió con todas sus fuerza pero por alguna razón su cuerpo se adormeció y sin poder alejarse mas de 5 metro de la mujer cayo al suelo sin conciencia.