Al principio del pasillo por el que se entraba al jardín estaba una mujer de aspecto un poco masculino vestida mayormente de azul. Tenía un maquillaje extraño y estaba algo canosa. Tenía la mano izquierda cruzada y la mano derecha con el codo encima de la palma de la otra. En cuanto Link se acercó, le dijo:+
-Soy Impa, del pueblo sheikah. Mi deber es proteger a la princesa Zelda. Todo está ocurriendo tal como ella predijo -Se quedó mirando a Link detenidamente y después dijo -. Eres un niño muy valiente... Vas a emprender una gran aventura, ¿verdad? En el sueño de la princesa, yo le enseñaba una melodía a aquél que venía del bosque. Es una vieja melodía que ha custodiado la familia real de generación en generación. He tocado esta melodía para la princesa Zelda como nana desde que era una bebé... Sus notas encierran un poder misterioso. Presta atención...
Impa empezó a silbar la melodía con seis notas que Link trató de tocar con la Ocarina que Saria le había dado. Tras aprenderla, sintió que la canción ya la sabía desde hace mucho tiempo y tocó más notas, completando la canción. A Impa no le sorprendió, al contrario, le emocionó saber que Link aprendiera la Nana de Zelda. Después dijo:
-Debemos evitar que te vean los soldados del castillo. Te guiaré hasta la salida.
Y lo llevó hasta la Llanura de Hyrule, donde le dijo:
-Eres un muchacho valiente. ¡Debemos proteger Hyrule! Fíjate bien. Esa montaña que se ve a lo lejos es la Montaña de la Muerte, hogar de los goron. Ellos tienen la piedra espiritual del fuego. A los pies de la Montaña de la Muerte se encuentra mi pueblo, Kakariko. Allí nací y crecí. Será mejor que hables con los lugareños antes de subir a la Montaña de la Muerte. La canción que te enseñé tiene un misterioso poder, y sólo los miembros de la familia real pueden aprenderla. Recuerda que te servirá para demostrar tu vínculo con ellos. La princesa aguarda tu regreso al castillo con las tres piedras. ¡Recuerda que contamos contigo! -Entonces lanzó una Nuez Deku al suelo y desapareció.
Link se dirigió hacia la Montaña de la Muerte. Cruzó el mismo río de antes por otro puente y llegó a unas escaleras y cuando llegó al final de éstas, vio un bonito pueblo.