Llegó a una especie de bosque muy frondoso, lo cual le pareció extraño porque, en un ambiente de montaña-volcán a un bosque no era nada peculiar. No era un bosque normal, y al parecer las entradas eran como en el Bosque Kokiri, de troncos huecos. Estaba en un espacio cuadrado y había tres troncos en tres de los lados, a diferencia del suyo, que era una entrada de cemento, como simbolizando que por ahí se llegaba a la Ciudad Goron.+
Ya estaba caminando Link cuando el búho que se había encontrado en ocasiones anteriores, el cual estaba parado encima de un tronco, le dijo:
—¡Eh, aquí! Link... ¡Me alegro de volver a verte! ¡Escucha lo que tengo que decirte! Cuando atravieses este bosque, llegarás a la pradera sagrada del bosque. Es un lugar sagrado al que muy pocas personas han llegado. ¿Escuchas esa melodía misteriosa? Escúchala con atención y, si eres valiente, llegarás al otro lado del bosque sin problemas...
Y en efecto, se escuchaba una misteriosa canción proveniente de ese bosque. Como Link no sabía qué tronco tomar, se fue por el de la derecha y se quedó boquiabierto al ver que aparecía en el Bosque Kokiri.
No era posible. ¿Cómo podría haber llegado ahí si estaba en ese bosque que conectaba con la Ciudad Goron? Había oído que un había un bosque en un piso superior detrás de la casa de Mido, en donde estaba él en ese momento, pero no imaginó que se tratara de ese y que conectara con un volcán activo que estaba muy lejos de ahí. Cada vez Hyrule era más extraño.1
Link decidió preguntarles a los niños kokiri si sabían algo acerca de ese bosque, a lo que algunos sí le contestaron, otros le preguntaban a dónde había ido o le decían que Saria lo estaba esperando en el lugar de siempre. Los que le contestaron le dijeron que ese bosque era el Bosque Perdido, un lugar donde, si un niño se pierde, se convertía en un Skull Kid, una criatura muy fea y solitaria, resultado de que se hubiera perdido.
Link supuso que como él era kokiri no había por qué preocuparse. Así que, antes de volver a entrar, fue a la casa de Saria, pero ella no estaba allí, así que decidió ir con los niños para preguntarles dónde estaba Saria, pero incluso los que le habían dicho que lo estaba esperando no sabían dónde estaba.
Con todo y pena, Link decidió ir con Mido y preguntarle lo mismo. Estaba en su casa, con una cara de mal genio y al ver a Link, le dijo:
—Si buscas a Saria, está en el Bosque Perdido, como siempre. ¡Y no me digas que no sabes dónde está! ¡Apuesto a que te perderás! Pero no te preocupes, volverás a la entrada. ¡Uf!
Link salió de la casa de Mido y se dirigió de nuevo a la entrada al dichoso Bosque Perdido. Entró, pero se preocupó porque la entrada de cemento que simbolizaba la Ciudad Goron ya no estaba, en su lugar había aparecido otro tronco. Sin entrar en pánico, siguiendo los consejos del búho, escuchó atentamente la misteriosa canción del bosque y oyó que la canción venía más fuerte del tronco de la derecha, así que entró por él y llegó a otro espacio, aunque ya no cuadrado. Enfrente había un nivel inferior y un árbol seco. A los lados del tronco por el que salió Link había otros dos, pero primero éste quiso ver qué había en el nivel inferior. Al parecer no había nada, de modo que siguió oyendo la canción.
Se volvía más fuerte en el tronco de la izquierda, así que se fue por ahí. Sintió un gran alivio cuando vio la entrada de cemento de la Ciudad Goron, pero como aún no encontraba a Saria para que lo ayudara, decidió seguir escuchando. La canción provenía del tronco de la derecha, por lo que se fue por ahí y llegó a otro espacio parecido al antepasado, sólo que ahora, enfrente, había un pequeño estanque de agua y una lápida al final de éste. Sin prestarle mucha atención, siguió escuchando y continuó por la izquierda.
En el siguiente claro siguió por el tronco de enfrente, en el siguiente por la izquierda y en el siguiente por la derecha.