{17 de julio}
Hemos ido a vender el kilogramo de oro y el dinero lo dejamos en la casa. Luego, vamos a conocer a una de las personas que me recomendó mi hermano. Él es Diego Miranda (55), un ingeniero civil especializado en urbanismo, hace dos años se recluyó en su casa después de perder a su único hijo en un accidente de tránsito. Solo nos recibe a pedido de mi hermano, que era amigo de su hijo. Tenemos que convencerle que nos ayude.
[Rin, Rin, Rin]
[Buenas tardes señor Diego, mi nombre es David Martínez.]
[Buenas tardes David, pasa, te estaba esperando.]
[Vengo con una acompañante.]
[Claro, pueden pasar juntos.]
[Gracias]
Una vez adentro, nos recibe un señor que parece un tanto serio. Una vez nos presentamos ante él, le presento el acuerdo de confidencialidad, donde nos asegurábamos que lo que dijésemos en la reunión no se divulgue. Una vez lo firma, empieza la verdadera charla.
[Señor Diego, lo que le diremos puede parecer casi de ciencia ficción, incluso fantasía, pero es completamente verdad.]
[Debe serlo, este acuerdo es muy estricto.]
Le explico la existencia de portal, de Gantoria y de Mon. El escucha atentamente todo lo que digo, algunas veces hace preguntas que no puedo contestar, así que Drivna lo hace. Al final nos dice.
[David, todo lo que ha dicho suena realista, pero antes de tomar una decisión debo tener pruebas que ese lugar existe realmente y que no son un par de estafadores.]
[Lo sé, la prueba son estas imágenes.], Le muestro las fotos de Fan y los monstruos que vimos.
[Además, si aún no nos cree. Ella es de Mon.]
[¿En serio?], dice algo asombrado.
[Sí, y es usuario de lo que ellos llaman poder natural.]
[Drivna, por favor muéstrale que es el poder natural.], agrego.
Ella dice "Bola de fuego" y crea una flama de fuego en su mano. Diego se levanta de su asiento y se acerca, observa por todos lados si hay algún truco. Se queda asombrado. Luego ella extrae de su anillo una pala esto lo emociona aún más.
Luego de estar pensativo por unos 5 minutos.
[Muy bien escucho su plan.]
Luego de una larga explicación, Diego entendió nuestro objetivo y accedió a ayudarnos, nos explicó que hace 20 años junto con varios especialistas con mucha experiencia hicieron un plan de desarrollo urbano para la ciudad, lo presentaron en varias oportunidades, pero fue desestimada por el gobierno de turno. Vieron como la ciudad creció desordenadamente debido al abandono y falta de planificación del gobierno. Muchos de los que hicieron el plan fallecieron hace años. Bastante emocionado por poder cumplir el plan que nunca se ejecutó, nos despedimos. Lo llevaremos en este viaje.
De la misma manera fuimos a reclutar a otros 3 especialistas, Manuel Nuñez (65), un médico, que alguna vez fue ministro de salud. Hizo reformas importantes, pero por razones "políticas" todo fue deshecho pocos años después de renunciar, aceptó sin dudar después de ver la demostración del poder natural. Luis Huaman (62), ingeniero industrial y empresario, creó empresas hace 30 años, lamentablemente fueron expropiadas por una dictadura. Luego, 10 años después volvió a empezar y creo un pequeño consorcio industrial, pero hace 5 años sus hijos le quitaron la dirección de sus empresas. Aún incrédulo, aceptó la propuesta. El último, Daniel Hoyos (68) un ingeniero agrónomo, general retirado y veterano de guerra. Lo retiraron del ejército por no estar de acuerdo con la dictadura del momento. Su esposa falleció hace un año de cáncer, nunca tuvo hijos. Al ver este mundo nuevo, apareció un brillo en sus ojos que me emocionó.
Al final llevaremos a 4 personas a Fan para ayudarnos a desarrollarlo. Los iba a llevar, pero todos ellos decidieron ir solos a la casa de campo, les indiqué como llegar y en una semana irán conmigo. No sé cómo conocieron a Jorge, pero todos no tenían nada que los atara a la Tierra. A pesar de su edad aún tienen sueños por cumplir.
Durante esa semana compramos mucha mercadería, tuvimos que hacer varios viajes para llevar todo, compramos combustible, un generador eléctrico, una computadora e impresora. Con la asistencia de Daniel, compramos herramientas agrícolas más avanzadas, semillas y abono. Compramos un par de máquinas industriales que nos indicó Luis, medicamentos generales como antibióticos, gracias a que Manuel creó una farmacia de fachada. Aunque podíamos regresar cuantas veces quisiéramos lo mejor era tener todo a mano para no volver por un largo tiempo. Los cuatro especialistas que nos ayudarán quisieron vender todo para venir, les dije que no lo hicieran, principalmente para no levantar suspicacias. Aun así, utilizaron todo su dinero para traer más máquinas útiles y trajeron su biblioteca personal cada uno.
{22 de julio}
Llegado el día de partida. Cada uno de ellos apareció en la puerta de mi casa en la madrugada, todos traían una casa rodante.
[Impresionante, se nota que son más experimentados que yo.]
[¿Nunca se te ocurrió algo como eso?], me dice Drivna al ver esas casas rodantes.
[No, por eso necesito su apoyo. La sociedad actual los olvida por ser viejos, yo solo veo personas con metas que no pudieron cumplir aquí y quieren cumplirlas en otro lugar. En mi vida nunca podré tener la experiencia que los cuatro tienen.]
[Los mayores son más sabios, ¿Acaso en tu país no lo saben?]
[Sí, pero los jóvenes no lo entienden. Solo los ven como una carga.]
[Hablas como si no fueras joven. Ja, ja, ja.]
[Soy un poco maduro.]
[No te vayas a podrir…]
[Mira como me río, ja, ja, ja]
Se acercan los cuatro, ¿parece que se hicieron amigos o ya se conocían?
[Buenos días David], me saludan los cuatro.
[Buenos días, ¡Que rápido se hicieron amigos!]
[Ya nos conocíamos. Nos conocemos de hace tiempo de formas muy curiosas. Todas involucran a tu hermano Jorge. Buen chico debo decir.]
[Vaya, ¡Quien lo imaginaría!], ¿en que andaba mi hermano para conocerlos? Me pregunto.
[Vámonos, antes que los pocos vecinos se despierten y sospechen cosas raras.]
[Bien, cada uno a su auto. Yo lidero el camino]
Ahora que veo, cada auto refleja la personalidad de cada señor. Diego, trae una camioneta amplia de trabajo, sin muchos lujos. Manuel, un auto familiar como para todo el mundo. Luis, un auto lujoso y de gran calidad, pero se ve que puede soportar un viaje duro. Daniel, vino en una camioneta que se usó en varios ejércitos del mundo, es práctico y rústico, muy útil.
Después de guiarlos afuera de la cueva, yo regreso a cerrar el garaje. Ellos bajan y observan el paisaje estrellado atentamente, aún no amanece, visiblemente emocionados por la aventura que será la vida en un lugar que ningún terrícola ha pisado.
[Señores, en camino.]
Llegamos antes del alba, con los faros a baja potencia para seguir el camino y no atraer indeseadas criaturas. Drivna nos avisa, por alguna razón en la entrada al pueblo hay un pequeño grupo de hombres con antorchas y armados con espadas.
[Son de Lomoi, los envía Trujan.]
[Quédense aquí, iré a ver.]
Por las radios que compartimos les digo que hay que detenernos. Daniel, dice que es mejor que apaguemos ahora las luces y las encendamos al máximo para intentar cubrir su vista, en caso se vuelva violenta la situación. Diego y él traen luces halógenas encima de sus autos. Con las luces al apagadas no podemos ver claramente lo que hacen, nos conformamos con escuchar lo que dicen por la radio que le dimos a Drivna. Claramente, los 4 aprendieron el idioma de Mon con la piedra de traducción, para mi vergüenza ellos aprendieron incluso más rápido que yo. A Luis se le ocurrió una forma fácil de aprender, le hizo leer un diccionario a Drivna.
~[Capitán Munis, ¿que lo trae a Fan? Recuerdo haber pagado los impuestos del año del pueblo.]
~[¡Ah!, joven Drivna. Tan hermosa como siempre. Es extraño verla tan temprano por aquí. Vinimos a una dar una alerta que hay bandidos en la cercanía. Queremos que no sufran ningún daño.]
~[Agradezco mucho su interés Capitán Munis. No se preocupe, estaremos alerta.]
~[Muy bien joven Drivna, nos quedaremos a ayudarte a vigilar el pueblo.]
~[Capitán Munis, valoro su ayuda, pero no quiero incomodarle. Haré lo que sea para que no suceda nada malo en Fan.]
~[No te sobreestimes Joven Drivna. Ser caballero de primer grado no te hace invencible.]
~[Ciertamente, no. Pero un pequeño grupo de debiluchos no será suficiente para vencerme.]
~[Nos retiramos joven Drivna, volveremos para revisar si siguen vivos.]
~[No sean pesimistas, todos estará igual cuando vuelvan. Denle mis buenos deseo al señor Trujan.]
~[Lo haremos. Adiós.]
Esperamos a que Drivna nos dé la señal para seguir el camino y entrar al pueblo. Se supone que no estarían aquí hasta dentro de 6 meses, luego de la cosecha.
[Creo que por ahora no regresarán.]
[Eso espero]
[¿Cuánto tiempo se demora ir a Lomoi?], dice Daniel.
[Está a seis días de camino a pie. Aunque si van a extorsionar otros pueblos demorarán unos días más. Además, por el próximo invierno y pugnas con otros nobles dudo que puedan venir en máximo cinco o cuatro meses, aunque cuando vengan podría venir todo su ejército pues estamos en la mira de ellos por la cantidad de personas que viven aquí. Quieren la fuerza laboral de este pueblo.]
[Entonces, no tenemos tiempo.]