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Chapter 5 - El presagio de las sirenas

Luego de todo ese alboroto de hace horas entre Andrea y Esther dieron la idea de un descanso general, invitando a todos los chicos incluido Pablo, sabían que eso me calmaría ya que en estos momentos estaba tan distraída en mi mundo que podía chocar con una roca por no estar atenta.

Aunque a Pablo y su equipo le extraño la idea de Selene para cubrirme, la cual esta dijo que había sido un día tenso y todas necesitábamos un respiro y como el aún tenía que ver cosas de la piscina le podía ayudar y tener más ideas, además que estarían todas las sirenas en el mar.

Eso a el le pareció una excelente idea y sin pedir más detalles o explicación acepto sin mucha insistencia; eso hicimos fuimos a nuestras cabañas y buscamos todo, yo aún estaba ida así que Esther debió ayudarme un poco, pero mi cuerpo se sentía raro y en su susurro le digo a Esther *tengo un mal presentimiento*, ella sólo me abrazo y luego me dijo

Esther: yo también me siento así, también tengo un mal presentimiento -nota que me deprimo más y decide usar su tono animado- sabía que eras nuestra reina al verte, vez que como te conectas con los elementos.

Luz: -me sonrojo un poco por su comentario y sonrió- venga ya, ya empezamos con lo del reina del mar -suspira- sigo sintiendo que es mucha responsabilidad para mi.

Esther: -animada- al fin sonríes mujer, venga aleja esa nube negra, además no estás sola… acá estamos nosotras.

Escuchar esas palabras me alegraron un poco y al ver el gesto de Esther tan animada y firme me hizo sentir cálida y mientras sonreía sólo podía dar las gracias, agradecía por tener a unas amigas no sólo comprensivas sino también que estarían allí cuando las necesitará.

Las chicas nos fueron a buscar con los chicos y no supe como sentirme al verlos animados y tratando de hacerme reír con sus ocurrencias y eso me hizo estar en calma, entendí que no estaba sola y podía confiar en ellos; de lo que no había notado eran unas que otras miraditas de Selene y Pablo, no sabía si era por picardía o ellos sentían algo el uno por el otro.

Al llegar al muelle donde los yates, les hice una seña a las chicas porque había visto algo curioso, así que fui con Esther y Selene en paso apurado y tras nosotras el resto de las chicas, aunque sólo quería ver que hacían esos chicos muy cerca de un tortuga, mi lado protector no aguanto mucho. Así que de manera sigilosa me acerqué a ellos y escuche sus planes, resulta que habían varias tortugas colocando sus huevos en la arena y había una que estaba por terminar; la idea de ellos era abrir donde estaban los huevos y sacar los, no di tiempo a saber el porque ya que mi cara de incomodidad era muy evidente.

En tono brusco les pregunté que hacían, me importó muy poco que fueran 3 vs 1, pero su plan me parecía retorcido y estos al ver mi cara se asustaron un poco, uno de ellos me reconoció, el otro de sólo ver mi gesto de enojo estaba asustado pero el último ni se intimidó y intento hacerme sentir mal.

Con lo que no contamos ese chico y yo era que Alejandro estaba cerca porque le gustaba pensar con calma mientras miraba el mar, al escuchar al chico que me podía hacer el este no aguanto una palabra más y en voz que hasta a mi me asusto dijo

Alejandro: ¿Qué tu le harás Que?, sólo escucharte me hierve la sangre.

Luz: -ahogue un grito de susto con mi mano mientras me giraba-

Apenas el chico se giro para echar a correr se encontró con el resto del grupo y los chicos en ves de calmar a un Alejandro hecho furia le daban más ideas, una de ellas era ayudarnos a limpiar el mar. Claramente que lo hizo y dijo no eran cosas agradables, pero ayudarnos no se si era buena idea, pero Alejandro de que lo quería ver sufrir lo quería y Pablo estaba incomodó por como trato a las tortugas.

Nosotras decidimos dejar que entre hombres se entiendan ya que nos preocupaban las tortugas, como reina sirena decidí usar dicho rol y dar la orden de ir a ver las tortugas y buscar más pillos, no dudaron un según en el resto de las chicas decir

Selene (Albedo): si hay de ustedes molestando, conocerán una reina sirena muy enojada. -se cruza de brazos y luego asiente a mi orden-

Esther (Marina): como ordenes Dita, dispensémonos chicas. -entendía que tenía en mente y decidió usar su nombre de sirena- yo Marina no dejaré que una tortura sufra.

Selene sólo podía sonreír mientras las demás animadas dijeron su enorme *si*, mi idea era no sólo usar nuestro poder de sirenas sino darles una lección a los chicos, Pablo por su lado sólo podía reír y en tono entre serio y animado dijo

Pablo: chico estas en un gran lio, hiciste enojar a la Reina del mar y sus princesas -lo toma de la camisa-

Chico 1: conozco mis derechos y no pueden tocarme, además… los puedo demandar -voz nerviosa-

Alejandro: ¿Enserio?, valla que lio, que le diremos a la policía ahora, -saca de su bolsillo su placa y la muestra al chico- cierto lo había olvidado, yo soy un detective y creo que eso es peor.

Syoran: estas en un gran lio chaval. -ríe de modo burlón-

Kurogane: tremenda pilla es nuestra Reina, tiene de pareja nada mas y nada menos que un poli, esto será tener la "soga al cuello", ¿tu que opinas mocoso?

Chico 2: -sus nervios le hacían gaguear- Car-Car-Carlo…. Llama a-a tu-tus padres, ellos tienen -pausa algo larga- poder.

Chico 3: mi vieja me va a matar, ¿Por qué cojones te seguí?, la vieja me dirá "capullo" y con toda razón.

Los chicos sólo disfrutaban de esa escena mientras lograba oír un poco todo a unos pasos, decidí dejarles y ver como terminaba todo, corrí algo agitada donde las tortugas y las revisaba por encima, sabía que tocar las ahora sólo podría incomodarlas y era lo que menos quería, aunque mi mala maña pudo más y decidí hablarles y darle a entender que no iba a lastimarla sino cuidarla de todo peligro.

Algunas que ya se disponían a volver al mar me apure en revisar las y le decía que quería hacer y porque lo hacía, luego de tocarlas y hacer un chequeo las dejaba tranquilas volver al mar y las despedía.

Llegué donde las chicas y más calmada me explicaron que las de su lado estaban bien y en buen estado, luego de caminar a buscar el resto podíamos dar por finiquitado la inspección, pero Andrea llamo para que luego patrullaran el lugar pero Selene no estaba del todo de acuerdo ya que las tortugas habían puesto huevos y si en vez de ayudar empeoraban más.

Allí ella tenía razón, yo marque los lugares de donde estaban los huevos de las tortugas, pero uno por muy cuidadoso que fuera podía haber un riesgo. Decidimos volver donde los chicos mientras pensábamos en algo; al volver donde los chicos acordaron que los ayudarían a ellos y con ella una idea que ya había pensado antes y acepte sin dudarlo.

Pablo los subió al yate de Marina y dijo que ellos ayudarían si o si, eso me agradó y todas aceptamos dicho plan pero con la condición de que no los queríamos dentro del mar. Los chicos sabían que aún estábamos enojadas, yo no lo dude mucho y me cambié de ropa para entrar al mar, decidí ir al otro lado del yate y allí lanzarme al agua, luego de ir al lado de ellos, estos entendían porque había salido por el otro lado, aún enojada pero tranquila dije

Dita: revisare los alrededores, quiero asegurar que todo está bien, nadie entra al mar hasta que yo diga. -miro enojada a los tres chicos-

Alejandro: espera… ¿Cómo que tu sola y si hay tiburones que?, déjame ir contigo -quitándose los zapatos-

Dita: - lo miro enojada- No.

Los chicos se prensaron un poco, era primera vez que me veían tan enojada y no los culpaba, pero la verdad no se me había quitado ese presentimiento y quería estar atenta hasta el más mínimo detalle.

Ignore a los chicos y di otro salto mostrando mi aleta a esos 3 pillos, de allí nade rápido y vi a los delfines, subí un poco con ellos y les volví a hablar, así que se quedaron mi lado en el recorrido hasta estar segura y volver con ellos al yate, di otro salto y está vez sonreía, vi a las chicas ya con aletas listas para saltar y al ver como saltaban los 3 delfines saltaron todas al mar. Asombrados los 3 chicos dijeron al unísono

Los 3 pillos: que monadas de sirenas.

Pablo: no mires mucho a Albedo. -los mira enojado-

Alejandro: si la reina es hermosa, pero tampoco quiero que la vean mucho.

Todos los chicos: ¿Te gusta la reina del mar?. -lo miran fijo-

Alejandro: -algo sonrojado- eh!, como creen… bueno tampoco es que niego que es linda.

Kurogane: aja si, ¿te cuesta admitirlo eh?.

Syoran: -ríe un poco pero luego se pone serio al ver donde las chicas- dejen eso por ahora, ¿Qué es eso?.

Todos miran donde indica Syoran y ven un bote de motor acorralando a las chicas, por estar distraídos no sintieron el motor de dicho bote y como su dirección eran las chicas en forma de sirena; Aunque Alejandro quería saltar Syoran y Kurogane estaban más que listos y dieron a entender que ellos irían, el nado de los chicos era rápido y observaban como los delfines a su manera querían tumbar a 2 hombres que no tenían buenas intenciones.

Nosotras al ver el bote, les di la orden a las chicas de volver al yate, pero no contamos con que daría vueltas en círculo, no me preocupe por Marina y Miki ellas siempre iban a más profundidad y podían salir tranquilas de ello, mi preocupación eran Albedo y Luchia.

Marina se encontró con los chicos y les comento lo que habían visto antes de escapar, resulta que los hombres estaban armados y más de allá de preocuparnos por nosotras mismas nos preocupaban los delfines ya que ellos se arriesgarían. Mientras hablaban nos observaban y venían como nos apuntaban, no contamos que con un cuarto delfín saltaría para que no nos dispara, pero mi presentimiento seguía, así que sin pensarlo dos veces salte y cubrí al delfín, no me importaba mostrar mi cola de sirena a personas extrañas. Todas gritaron al ver como este disparo a mi aleta

Miki: Ditaaaaaa -gritando-

Marina: hay no, Luz. -gritando fuerte-

Albedo: -grita-

Luchia: Dita. -se asusta-

Por alguna razón los delfines nadaron rápido a donde estábamos, sin darnos cuenta ya eran 8 delfines, el sonido había alertado a más de uno y un Pablo y Alejandro al oír los gritos movieron el yate, mientras Alejandro usaba su poder de detective de la policía, Destino por su lado llamo a la policía marina y explicaba lo ocurrido para que vinieran, luego de colgar llamo a un grupo de rescate maritimo ya que la bala nos había rozado a ambos, como pude moví el delfín y lo seguía cuidando, aunque sabía que el olor atraerá a tiburones, sin importarme nada grite

Dita: vamos sirenas todas a tierra firme, están cerca los tiburones. -la mire sería y les giño un ojo-

Albedo: ¡No!, no te voy a dejar sola.

Dita: es un orden, vamos Albedo, debes irte rápido.

Albedo sabía que mentía en cierta parte, y sabía que buscaría una solución rápida y si era posible arriesgada, pero no dejaría que lastimaran a otro animal marino y menos quedarme de brazos cruzados. Confiaba a pesar de no conocerlo bien, confiaba en Alejandro y sabía que lograría resolver esto. Las chicas hicieron caso y fueron al yate, Syoran y Kurogane las cuidaron, pero Kurogane estaba atento de mi ya que sabía que en parte me parecía a el.

Aunque las chicas subieron, se cambiaron de manera rápida y se preparaban para entrar de nuevo, pero tuvieron que frenar al ver algo increíble. No sabían que hacer pero al ver la silueta de un tiburón en un lado cercano del bote de ellos, aún enojada no sabía cómo pero presentía que realmente había un tiburón, al ver como los delfines me rodean me dejaron alerta. Los movimientos de dicho tiburón eran pausados.

Pablo no sabía que hacer, se bien distraer al tiburón y rápido, ya que la vida del delfín y la mía dependían de un hilo o en este caso de un "colmillo", los hombres ignoraron al tiburón ya que confiaban que pronto me atacaría, pero en si aún no atacaba a nadie, yo de curiosa por así decirlo, decidí bajar un poco y intentar ver al tiburón, lograba ver su enorme tamaño y como daba un semi círculo sin aún estar cerca de nosotros, los delfines seguían sin moverse ya que esperaban a ver que hacía el tiburón.

Aunque estábamos cerca de los arrecifes de coral eso no era impedimento para el entrar y comernos pero su actitud en si me era más curiosa. Para suerte nuestra llegaron los del cuerpo de rescate, aunque al ver tiburón también se asombraron, se movieron con discreción y al verme dentro del círculo de delfines sólo pudieron sonreír y los ayude a cargar el delfín herido, de un vistazo notaron que no era grave y en 4 días se recuperaría, aunque estaban preocupados por mi, con la ayuda de los delfines que me cargaron vieron que a mi me rozó el pie derecho pero no era grave.

No sabían si tenía suerte ya que no había tocado ninguna vena, pero había un problema, una herida en el mar no era la cura, ya que podría empeorarla; yo sólo sonreía y les pedía que cuidaran del delfín ya que el me importaba más que mi propia herida, el tiburón aún seguía cerca del bote y de allí no se movía y el chico de rescate en tono suave dijo

Chico rescatista: no se si eres una mujer con mucha suerte o ese tiburón te ve como uno de ellos, pero en si creo que tienes algo de magia reina del mar. -sonríe feliz-

Dita: ¡eh!, ¿Cómo sabes eso? -confundida-

Chico de rescate: -ríe- es secreto por hoy majestad, me llevaré al delfín, debe volver a tierra firme.

Le dije que si con la cabeza y le indique a los delfines, mientras veía como se iba el chico de rescate, decidieron esperar no sólo para verme llegar a salvo sino porque todo esto era muy curioso. Me sumergí y como pude nade hasta el yate, pero mi movimiento era tan lento que me hacía quedar atrás, entre 2 delfines me ayudaron y se movieron algo rápido, al subir mi cabeza a la superficie sólo podía darle las gracias, gracias a ellos llegamos rápido y un Alejandro asustado se lanzó para ayudarme a entrar al yate.

Yo aún les agradecía a los delfines y les pedía que se fueran, Esther corrió donde estábamos con el botiquín de primeros auxilios y el me vendo rápido para detener el sangrado, el tiburón aún seguía cerca del bote, vi como estos le disparaban al tiburón pero sin éxito, a los segundos llegó la policía marina en su bote y los hombres encendieron el motor y se fueron, un bote de la policía fue donde nosotros y vio mi herida, por cosas de la vida eran 2 clientes míos y al ver como el tiburón no me atacó era algo de asombrarse, por alguna razón el tiburón también seguía a los hombres del bote.

No pudimos hacer la limpieza pero ver que todos estaban bien era algo que me calmaba, aunque el presentimiento disminuyó pero a todas nos extraño ya que era primera vez que nos pasaba algo así. Alejandro sólo pude abrazarme y en susurro dijo

Alejandro: me tenías muy asustado, no me vuelvas asustar así luz. -me abraza fuerte-

Luz: -lo abraza- discúlpame, no quería asustarte, pero como puedes ver fue sólo un roce y el del delfín igual, los otros delfines no estaban heridos, así que la bala no hirió de gravedad a ningún ser marino.

Alejandro: ¿eso es típico de ti? -suelta su abrazo-

Luz: -lo mira fijamente y asiente- Hehe.. de hecho lo es, se que me regañaras pero.. no puedo sólo preocuparme por mi.

Alejandro: creo que por eso eres la Reina del mar. -sonríe-

Luego de todo el susto y ver que estoy bien, los de rescate se fueron y los policías igual, aunque prometieron patrullar los alrededores, los chicos aún pensaban que castigo darle a los 3 pillos, ya que nuestra otra parte del plan lo pusimos en marcha, Andrea y Selene nos esperaban mientras un grupo buscaba lo necesario y se llevaba todo para un gran picnic, los chicos fueron a hacer mercado y buscar una parrilla, luego de volver el otro grupo fue a buscar sus cosas.

Me llevé a mi hija gatuna y la presente, todos le hacían cariño, pero se dejaba consentir más por Syoran y Kurogane, los chicos montaron las carpas y dejaron luces por donde estaban los huevos, habían comprado antorcha y avisamos a la policía nuestro plan, les pareció buena idea, ya cerca de la noche y estar todo tuve que ir con Alejandro al hospital para una revisión rápida de mi pie.

El doctor felicitó a Alejandro por los primeros auxilios que me aplico en el pie, tanto así que el dolor había disminuido mucho, de igual manera me dieron unos calmantes, como la herida no era grande no hacía falta sutura.

De allí volvimos al picnic y vigilamos el mar, podía caminar pero con algo de calma, tenía prohibido tocar el mar por unos días, lo cual me ponía triste pero accedí a dicha petición, en parte los chicos bromeaba con que parecía la Sirenita por mi gesto.

Mientras veía el mar Andrea iba donde estaba y mientras me pasaba unos ricos Sándwichs y unos pinchos decía en tono suave

Andrea: ese tiburón te salvo la vida, más allá de su miedo a los delfines, te fue a proteger… realmente pareciera que el mar te quiere.

Luz: ¿Por qué lo dices?. -la miro curiosa un rato y luego veo el mar-

Andrea: ni yo misma lo se, tal vez Destino que es adivina lo sabe pero ella no me quiere decir, pero de igual manera agradezco a Dios porque envío unas cuantas ayudas para ti y ese delfín.

Luz: te entiendo muy bien, una parte de mi esta triste por estar algo lejos y cerca del mar, pero otra parte en parte está con miedo, aún me asombró lo del tiburón.

Las chicas que estaban cerca y sin poder aguantar escucharon mis palabras sólo me podían abrazar y darme cálidas sonrisas, se que no debía tener miedo porque no estaba sola, pero el miedo es normal en los humanos y es inevitable no tenerlos.

Las chicas habían investigado que posible tiburón era, por su tamaño podía ser un tigre o un blanco aún joven, mientras miraba las fotos leí un reporte viejo del 2013 donde demandaban la pesca de tiburones ya que ellos ayudaban en los corales, porque mantenían el equilibrio.

Aunque nosotras andábamos cerca del coral no los llegábamos a ver, pero dicho reporte nos dejó pensativas y accedimos a investigar mas sobre ello; Esther al ver como me distraía dijo

Esther: si el mar te ve así se pondrá triste igual, de igual manera no se si llamar "milagro" lo del tiburón, porque cada uno tiene un comportamiento diferente.

Marta: -mirando a Esther- Bueno, pero de igual manera no hubo tragedias, sea mito o verdad que les asusta los delfines.

Rosa: se que quieres mantener la magia Marta, pero ahora debemos ser algo realistas, si es verdad lo del artículo debemos ayudarlos.

Luchia: no sólo es nuestro trabajo, también es nuestro deber como sirenas. -ríe un poco-

Luz: mas allá de eso, el ser humano a destruido mucho su mundo, no se si actuaría igual en ser hostil con alguien que no conozco daña mi mundo. -mirada algo triste-

Sin percatarnos los chicos se habían preocupado por nosotras, un leve abrazo de Alejandro me había hecho reaccionar, al verlo sonreí y dije

Luz: ok lo admito, creo que los vigilaría, como son, como actúan y de allí decidiría -mirada fija- creo que si podemos hacer algo, ya que ellos en parte son como los perros y gatos.

Todos miran a luz y les pide que se expliqué

Luz: verán los comparo porque no tienen voz y su manera de expresarse es muy diferente a la nuestra, aún es cierto que podemos enseñarle lenguaje de señas como a los gorilas y chimpancés, pero igual nosotros somos su voceros.

Esther: -pensativa- estas diciendo que…. ¿Seamos la voz de ellos?, no será tarea fácil pero me has dado una idea.

Los chicos habían entendido mi plan y habíamos accedido a hacer unos ligeros cambios en nuestras aletas, tendríamos 2 aletas de sirena, la nuestra como princesa y como protectora del Reino marino. Pediremos una lista de los animales marinos en peligro de extinción y Rosa diseñaría las aletas, tuvimos que copiarnos un poco de el anime One Piece.

Luego de Esther copiar dicha idea y guardar unas imágenes en el celular, sacó la cámara y decidió capturar la acampada nocturna, los policías de hora en hora iban a vernos y vigilaban el mar, teníamos todo a la mano por las dudas y Esther había dejado el yate a la vista por si había que hacer persecución, con Alejandro como detective nos era válida dicha acción, pero tampoco podíamos abusar.

Para sorpresa de todos los 3 pillos de la tarde habían ido a la playa mientras yo en compañía de Andrea miraba los lugares donde las tortugas habían puesto sus huevos, gracias a Andrea les había avisado a sus amigos para que el día de la salida de esas lindas tortugas la ayudaran; al volver donde los chicos y ver los 3 pillos sólo me pude preguntar *¿Estos que hacen acá?*, no supe ni porque me había puesto a la defensiva.

Escucharles hablar con Pablo y Alejandro me dio curiosidad; así que fui donde las chicas y en gesto de seña pregunté el ¿Por qué?, la respuesta de todas al mismo tiempo de un "no se" me hizo reír; pero decidimos dejarle esos a los chicos.