Piyamada en casa de Izumi. Yo no sé mucho de piyamadas, pero creo que este es un buen lugar para estas: siempre hay mucha comida en el refrigerador, los papás nunca están en casa, aparentemente los vecinos ya se acostumbraron a la música horrible que Izumi siempre pone a todo volumen, debe haber alcohol en alguna parte…
Pudimos haber hecho tantas fiestas y piyamadas aquí.
Pero nosotras no somos populares, no somos gente simplona cuya única virtud es o su carisma o el dinero de sus padres, y que busca cualquier excusa para celebrar su mediocridad, divertirse a costa de todo y de todos, burlarse y humillar a los demás para sentirse superiores y embriagarse para olvidar su triste, patética y vacía existencia; nosotras solo somos un montón de rechazadas que nos aislamos del mundo a nuestro alrededor al no poder soportarlo y preferimos pasarnos toda la noche viendo Baka-chan, un anime que se trata de las aventuras de un completo idiota y una completa perra que claramente se aman pero nunca se declaran su amor porque uno es un completo idiota que ni siquiera sabe que está enamorado aunque es obvio que la está, y la otra es una completa perra que ni siquiera acepta que está enamorada cuando es obvio que lo está.
¡Ya acéptalo: lo amas! ¡No engañas a nadie!
Pero, bueno, es mejor que regresarme a mi casa y tener a mis papás siguiéndome a todos lados y preguntándome a cada rato: "¿Todo bien, Ino-chan? ¿Es cierto que te peleaste en la escuela, Ino-chan? No estamos enojados, Ino-chan. Solo queremos saber qué pasó, Ino-chan. Siempre estamos aquí para ayudarte, Ino-chan." ¡¿Qué les importa?! ¡Si no les dije la primera vez no les voy a decir nunca! ¡¿Por qué no se callan y me dejan en paz?! ¡ES MI VIDA, DÉJENME VIVIRLA! ¡LOS ODIO, LOS ODIO, LOS ODIO, LOS ODIO!
—Y ¿qué? ¿Vamos a ver al baka-chan ese toda la noche o vamos a hacer algo divertido? —pregunto cuando salen los créditos del enésimo episodio.
—Pero solo faltan un capítulo para el final de temporada —dice Izumi, la otaku.
—Sí, yo quiero ver si Sakura por fin se le declara a Baka-chan. Ojalá que sí; hacen bonita pareja ♥ —dice Sotoka-san, la otaku.
—… —dice Khanna-san, la otaku.
—Ya se volvieron una bola de otakus —digo yo, la única no-otaku de aquí.
—¡QUE NO SOMOS OTAKUS! —grita Izumi, la otaku—. ¡TÚ ERES LA OTAKU! —como siempre, Izumi grita estupideces, pero a veces no puedo evitar sorprenderme por su estupidez.
—¿Qué? ¿En serio crees que yo soy otaku?
—Claro que sí, y andabas bien entretenida viendo Baka-chan.
—Ustedes también, y ver un anime no me hace otaku.
—¡¿VERDAD QUE NO?! —me grita la otaku—. ¡PERO TÚ AÚN ASÍ ME ANDAS DICIENDO OTAKU!
—¡Porque tú ves todos los animes!
—Claro que no; hay demasiados, y no todos están buenos, y aparte tú eres otaku.
—Que no soy otaku.
—Eso es lo que dicen los otaku, y también le dicen a todo el mundo que es otaku.
—¡Eso también haces tú! Tú cumples con todos los requisitos de otaku. Otaku.
—No, yo solo te digo a ti otaku. Otaku. Pero tú nos dijiste a todas otaku. Otaku.
—Pues no es mi culpa que todas sean otaku. Y si una de nosotras es otaku eres tú, otaku.
—¡QUE NO SOY OTAKU!
—Eso es lo que dice los otaku.
—¡QUE NO SOY OTAKU! ¡TÚ ERES OTAKU!
—Eso es exactamente lo que dicen los otaku.
—A ver, ya no se peleen —Sotoka-san se pone en medio de nosotras—. Ninguna de nosotras es otaku, y si quieren dejamos lo que falta de baka-chan para mañana y ya.
—Pero mañana regresamos a la escuela —por fin habla Khanna-san, y es cierto: ya se acabaron las dos semanas de vacaciones, digo, suspensión.
De seguro mañana vamos a llegar a la escuela, y todos se nos van a quedar mirando y van a empezar a susurrar como: "ahí están, las perras que se pelearon con el equipo de futbol", "por su culpa la suprema e inigualablemente popular Yuri Okabe-chan-sama dejó el equipo de futbol", "debieron expulsarlas", "qué bueno que solo las suspendieron a ellas, porque sí, las del equipo de futbol empezaron y les partieron la cara entre todas, pero, como son populares, nadie les puede decir ni hacer nada porque así es como funciona este asco de sociedad" y cosas así.
Y lo peor es que no podemos hacer nada excepto esperar a que se aburran o hasta que se olviden de nosotras, como siempre lo hacen.
Y lo peor peor es que como no fuimos dos semanas a clase vamos a tener que ponernos al corriente con tareas, trabajos y todo eso.
Ay, dios, ojalá nos hubieran suspendido un mes o más.
Hasta dan ganas de pelearnos otra vez para que nos suspendan de nuevo.
Aunque creo que nos expulsarían si hacemos eso.
Pues que nos expulsen; lo peor que podría pasar es que no vayamos a la universidad y no tengamos un buen trabajo.
Pero buen trabajo o no, no es como que podamos escapar de esta mierda que llamamos vida.
Con dinero o sin dinero vamos a sufrir igual.
Quizá por eso la gente prefiere sufrir con dinero.
Aunque no sé si esforzarse tanto valga la pena.
—Bueno, mañana hay clases, pero aún no es mañana —dice Izumi de la nada.
—Técnicamente sí lo es —dice Khanna-san—; ya pasa de medianoche.
—¿Y? El día no se acaba hasta que te duermes —así no es cómo funciona, y se lo digo:
—Así no es cómo funciona.
—¡CÁLLATE, INO! ¡NADIE TE PREGUNTÓ! —eso es lo que me grita Izumi cuando ya no sabe qué más gritarme.
—Pero Ino-san tiene razón —por fin me apoya Khanna-san—; ya pasa de medianoche, y por ello quizá lo mejor sea irnos a dormir ahora mismo; mañana vamos a necesitar toda la energía posible.
Ay, Khanna-san, qué aburrida eres.
Aunque si lo único que vamos a hacer antes de dormir es sentarnos a ver tele, mejor ya durmámonos de una vez.
—¿Dormir? ¿Energía? Para eso hay café, y puedes dormir en clases —replica Izumi, y por fin estoy de acuerdo con ella—. Hay que aprovechar nuestra juventud. Y esta piyamada.
—En ese caso ¿tienes videojuegos? —pregunta Khanna-san.
—Los vendí —responde Izumi.
—¿Tienes juegos de mesa? —pregunta Sotoka-san.
—Los vendí.
—¿Tienes algo que no sea manga o anime? —pregunto yo.
—Lo vendí.
No, pues ya vendió todo, pues, ya se quedó hasta sin cama, pero si se quedó hasta sin cama entonces:
—¿Dónde vamos a dormir? —pregunto.
Izumi me mira como si hubiera preguntado una completa estupidez, aunque yo creo que la completa estupidez es invitarnos a una piyamada cuando ella ni siquiera tienes cama, y no es como que todas fuéramos a dormir ahí, pero solo hay dos sillones en la sala, y las cuatro no vamos a caber.
—Ino-san tiene razón —Khanna-san me apoya otra vez y se pone a explicar por qué tengo razón, pero como eso ya lo acabo de explicar, no lo voy a escribir.
—Pero está la cama de mis papás —dice Izumi, y es cierto. Aunque ¿no sería raro dormir ahí?— Si quieren ustedes duérmanse aquí, y yo me duermo con Sotoka-chan allá.
—¡¿QUÉ?! —grita Sotoka-chan—. No, no, no, no, no, yo no quiero dormir con nadie. Yo me duermo aquí sola.
—Entonces Hanna-senpai e Ino se van al cuarto de arriba, y yo y Sotoka-chan nos quedamos aquí.
—No, Izumi-chan, si quieres tú duérmete también en la cama, y yo me quedo aquí —le dice Sotoka-san porque no quiere dormir con ella cerca, y no la culpo: de seguro Izumi le estaría diciendo estupideces toda la noche. Ya me la imagino a susurrándole a cada rato: "SoToKa-ChAn, SoToKa-ChAn, DaIsKy Des (o lo que sea)… SoToKa-ChAn, SoToKa-ChAn, VaMos A hAbLaR dE cOsAs OtAkU tOdA lA nOcHe PoRqUe EsO eS lO úNiCo QuE cOnOzCo, Y pOr EsO eS dE lO úNiCo QuE hAbLo… SoToKa-ChAn, SoToKa-ChAn…"
Qué estrés.
—¡No, Sotoka-chan! —grita Izumi la loca, otaku y gritona—. ¡Yo quiero dormir cerca de ti! Y yo siempre me duermo en mi silla gamer. No necesito ninguna cama.
—Claro que sí —responde Sotoka-san—: hace mucho que no duermes en una cama normal. Ya de seguro tienes la espalda bien lastimada y—
Izumi, tan impulsiva como siempre, abraza a Sotoka-san sin su consentimiento previo.
—¡AAAAHHHHHHHHHHHHHH! ¡TE PREOCUPAS POR MÍ, SOTOKA-CHAN! ¡DAISUKI, DAISUKI, DAISUKI, DAISUKI, DAISUKI DESU!
—Ya suéltame, Izumi-san —la súplica de Sotoka-san es tan inútil como sus intentos de quitarse a Izumi de encima.
—Bueno, en vista de que no estamos haciendo nada productivo y de que ninguna de nosotras tiene intención de irse a dormir, propongo jugar verdad o reto —dice Khanna-san por alguna razón. Aunque podría ser divertido ver qué se preguntan o a qué se retan esas tres. Y a mí me tocaría hacerle las preguntas/retos a Izumi.
Sí, va a ser muy divertido.
—Es un juego famoso para las piyamadas, creo —Khanna-san explica innecesariamente—. No sé muy bien cuáles son las reglas exactas, pero podemos buscarlas por internet.
Verdad o reto, ¿eh?
—¡Sí, sí, sí! —Izumi grita y suelta a Sotoka-chan—. Empiezas tú, Sotoka-chan, y te reto a que me abraces.
Mira qué lista, pero:
—Así no es como funciona, Izumi-san —dice Khanna-san—. Le tienes que preguntar verdad o reto a Hamano-san, y dependiendo de su respuesta, le vas a hacer pregunta o un reto.
Izumi mira enojada a Khanna-san.
—Enójate con el juego, no con el jugador, Izumi —le digo, y con eso Khanna-san y yo estamos a mano.
—Bueno, pues —se vuelve hacia Sotoka-san, y su cara se ilumina inmediatamente—. ¿Verdad o reto, Sotoka-chan? Reto, ¿verdad? Quieres reto, ¿verdad, Sotoka-chan?
—No. Verdad —Sotoka-san responde predeciblemente.
—¡¿Verdad?! Verdad es aburrido; reto es mejor. Escoge reto, Sotoka-chan.
—No, verdad está bien —responde Sotoka-san, e Izumi se pone a pensar qué puede preguntarle.
Wow, nunca había visto a Izumi tan concentrada en algo.
Quizá ella no sea tan tonta como parece y haga una pregunta increíblemente inteligente.
—Verdad… verdad… ehhhhhhhhh… ¿me puedes abrazar, Sotoka-chan?
O quizá ella sí es tan tonta como parece.
Pero no importa; ¡esto es divertido!
—Pues de poder sí puedo, pero ahorita no quiero. Perdón, pero gracias de todas formas —responde Sotoka-san—. Ahora sigues tú, Khanna-san. ¿Verdad o—
—Ya no quiero jugar —Izumi se levanta del sillón.
—No, espérate, Izumi, es que, no sé, me dejé llevar un poco. Perdóname —Sotoka-san la agarra de la mano antes de que se vaya.
—¡No, tú nunca me quieres abrazar porque me odias! —Izumi empieza a llorar, y Sotoka-san quiere consolarla pero no la quiere abrazar, e Izumi llora aún más fuerte.
Y si ella se va, se va la mayoría de mi diversión, así que:
—No te vayas, Izumi —le digo—. Yo te ayudo para que Sotoka-san te abrace.
Tanto Izumi como Sotoka-san me miran tanto sorprendidas como confundidas.
—Pero de seguro va a escoger verdad siempre —dice Izumi mientras las lágrimas y los mocos le escurren por toda la cara.
¡Qué asco!
—Primero límpiate. Pero si Sotoka-san dice "verdad" otra vez, yo te digo qué le puedes preguntar —miro a Sotoka-san y sonrío malvadamente.
¡Esto es tan divertido!
—¡Eso no se vale, Ino-san! —Sotoka-san se levanta del sillón y me grita.
Yo sonrío, me encojo de hombros y:
—Nunca dijimos que no se podía, Sotoka-san.
Sotoka-san me mira detenidamente, pero después se vuelve a sentar en el sillón.
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Aún está muy notoriamente enojada conmigo.
Pero finge calmarse.
—Muy bien. Muy bien. Si quieres jugar así, vamos a jugar así. Entonces ¿verdad o reto, Khanna-san?
—Bueno, ya que tú, Hamano-san, elegiste verdad, yo voy a elegir reto para darle un poco de variedad al juego y, por ende, hacerlo más divertido.
Sotoka-chan me mira y sonríe malvadamente.
—¡Sí, más divertido! Entonces te reto a que le preguntes a Ino-san verdad o reto; si dice "verdad" pregúntale quién le gusta, y si te dice "reto", ahorita te digo a qué la retes.
—¡¿QUÉ?! ¡ESO NO SE VALE!
—Nunca dijimos que no se podía, Ino-chaaaaaaaaaan.
¡Maldita Sotoka-san, siempre es lo mismo contigo! Aunque ¿para qué me enojo? Ya sé qué me va a preguntar, y solo le tengo que responder y ya.
—¿Verdad o reto, Ino-san? —me pregunta Khana-san.
—Verdad —digo yo sonrientemente.
—¿Quién te gusta?
—Nadie. Izumi, ¿verdad o re—
—Noooooooooo —Sotoka-san se levanta y se acerca a mí mientras mueve su dedo índice hacia un lado y hacia otro.
¿Caí en su trampa o algo?
—Te estás saltando tu turno, Ino-san —Sotoka-san me dice sonrientemente y se acerca aún más.
—¡¿Qué?! No, no es cierto; Khanna-san me acaba de preguntar verdad o reto. ¿Qué no la oíste?
—Sí, te preguntó verdad o reto porque yo la reté a hacerlo, pero ese era SU turno. Ahora es el tuyo, así que ¿verdad o reto? —Sotoka-san se detiene justo en frente de mí.
—¡ESO NO ES JUSTO! ¡NO ME PUEDES PREGUNTAR DOS VECES SEGUIDAS!
—Sí, sí puedo —Sotoka-san se inclina hacia mí, y ahora su cara está justo en frente a la mía, y yo no puedo hacerme más hacia atrás.
¡Ya vete!
—Pero técnicamente hablando —Sotoka-san no se calla—, cuando Khanna-san te preguntó verdad o reto era su turno, así que no estabas obligada a contestar. Pero lo hiciste.
—Entonces eso ya contó como mi turno.
—No, tú respondiste porque quisiste. Ese fue tu error.
¡NO, ESO YA CONTÓ COMO MI TURNO! ¡AYÚDAME, KHANNA-SAN!
—Bueno, nunca especificamos las reglas, y la estrategia de Sotoka-san parece completamente lógica —y así de fácil me traiciona la maldita.
Me voy a vengar, Khanna-san. Me voy a vengar.
—¿Verdad o reto, Ino-san? —me pregunta la perra de Sotoka-san.
Suspiro y digo:
—Verdad.
—Khanna-san —la perra de Sotoka-san se acerca a la perra de Khanna-san y le dice algo en el oído, y la perra de Khanna-san asiente con la cabeza.
¡Las odio a ambas!
—Muy bien, Ino-san, tienes que decirnos a quién consideras como el chico más lindo de la escuela, y tienes que decir el nombre de alguien.
—¡ESO NO SE VALE! ¡Y APARTE TODOS ESTÁN BIEN FEOS!
—No importa; tienes que decir el nombre de alguien, Ino-chan —dice burlonamente la perra de Sotoka-san.
Y me voy a vengar de ti también.
Todos creen que eres taaaaaan amable. Pero yo te conozco. Te conozco, perra, y te odio, te odio, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO…
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Y aparte no hay nadie lindo en la escuela; todos los chicos son un montón de idiotas pervertidos inmaduros egoístas escandalosos inocentes pedantes problemáticos y un infinito etcétera. Todos menos:
—Maruo-kun —digo, y las sonrisas expectantes de ellas se desvanecen.
—¿Maruo-kun? ¿Quién es ese? —Sotoka-san les pregunta a Izumi y a Khanna-san, y ambas se encogen de hombros.
Sotoka-san saca su celular y empieza a buscar en sus contactos.
Juzgando por la decepción en su cara de idiota, Sotoka-san no encuentra a Maruo-kun.
—Maruo-kun… Maruo-kun… ¿Quién es Maruo-kun? —me pregunta, y yo sonrío y:
¡Es hora de mi venganza!
—Noooooooooo —me levanto y me acerco a ella mientras muevo mi dedo índice hacia un lado y hacia otro—. No voy a caer otra vez: ya se acabó mi turno, entonces ¿verdad o reto, Izumi? Escoge reto.
—Reto —dice Izumi, y sonrío aún más.
—Te reto a que abraces a Soto—
Izumi inmediatamente abraza a Sotoka-san.
—Izumi-san, ya suéltame, ya me abrazaste, ya —Sotoka-san trata de quitársela de encima, pero es tan inútil como siempre.
¡JAJAJAJAJA! ¡TE LO MERECES, SOTOKA-SAN!
—Oye, Ino-san, ¿acaso cuando dices Maruo-kun te refieres a Maruo Fukuda? —pregunta Khanna-san, y la maldita lo echa todo a perder—. Él va en mi salón.
¡YA SÉ! ¡DIOS, ¿POR QUÉ NO TE QUEDASTE CALLADA COMO SIEMPRE?!
Sotoka-san tiene una cara de sorpresa/alegría que me da un escalofrío.
—¡FUKUDA-KUN! ¡¿TE GUSTA FUKUDA-KUN?! ¡¿EN SERIO?! ¡¿POR QUÉ NO ME DIJISTE?! —y la perra de Sotoka-san se empieza a reír y hasta abraza de vuelta a una Izumi que no la ha dejado de abrazar en ningún momento—. Bueno, ya sabemos a quién TENEMOS que meter a nuestro club.
—¡CÁLLATE, ÉL NO ME GUSTA, YO NUNCA DIJE QUE ME GUSTARA PORQUE NO ME GUSTA, Y TÚ ME PREGUNTASTE QUIÉN ERA EL MÁS LINDO, Y ÉL SOLO NO ESTÁ TAN HORRIBLE COMO LOS DEMÁS…! ¡Y APARTE ÉL ESTÁ EN EL CLUB DE AJEDREZ!
Espera. ¿Por qué dije eso en voz alta?
Ay, dios.
—Ahhhhh —Sotoka-san me mira fija, sonriente y odiosamente—. Conque lo andas espiando, ¿eh?
—¡Cállate, no es cierto! ¡Una vez oí que dijo eso, PERO NO LO ESTABA ESPIANDO NI NADA! ¡Izumi, te reto a que abraces a Sotoka-san aún más fuerte, y no la sueltes nunca!
—¡¿QUÉ?! ¡NOOO! —grita la tonta de Sotoka-san, pero es muy tarde porque Izumi la abraza aún más fuerte.
—Recuerda que ya se acabó tu turno, Izumi-san —Khanna-san me traiciona de nuevo. ¡Qué divertido!
—¡Izumi, ¿por qué sueltas a Sotoka-san?! —grito porque eso es exactamente lo que Izumi hace.
—Porque ya se acabó mi turno —dice sonriendo la muy idiota—. Pero no te apures; a la siguiente voy a escoger reto otra vez —y me guiña el ojo.
También me voy a vengar de ti.
—¿Verdad o reto, Sotoka-chan?
Ah, sí, es el turno de Sotoka-san.
Ella se queda pensando qué opción escoger, pero piensa lo que quieras, Sotoka-san; elijas lo que elijas me voy a vengar de ti.
—Verdad —dice ella, y entonces me acerco a Izumi y le digo al oído:
—Pregúntale de dónde viene el apodo de chicho—
—¡INO-SAN Y MARUO-KUN SENTADOS EN UN ÁRBOL! —la perra de Sotoka-san se pone a gritar.
¡YA CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE!
—¡C-O-G-I-E-N—
—¡CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE! —¡¿QUÉ LE PASA A ESTA MALDITA PERVERTIDA?!—. ¡CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE, MALDITA CHICHONA, TE ODIO, TE ODIO, TE ODIO!
Pero la perra de Sotoka-san no parece escucharme porque está demasiado ocupada riéndose de mí.
Y cuando me ve lo único que me dice es:
—¡ESTÁS TODA ROJA, INO-CHAN! ¡QUÉ TERNURA! ¡NUNCA TE HABÍA VISTO ASÍ!
—¡CÁLLATE, MALDITA CHICHONA DE MIERDA! ¡CÁLLATE, CÁLLATE, CÁL—
—¡JAJAJAJAJA! ¡SÍ ES CIERTO! —se burla la pendeja de Izumi—. ¡KAWAII! ¡ESTÁ TODA ROJA, ROJA!
—¡CÁLLATE, PINCHE OTAKU PENDEJA! ¡Y YA CÁLLENSE, PINCHES PUTAS, LAS ODIO, LAS ODIO, LAS ODIO, Y A MÍ NO ME GUSTA MARUO-KUN! ¡NUNCA ME HA GUSTADO Y NUNCA ME VA A GUSTAR! ¡Y YA DÉJENME EN PAZ! ¡LAS ODIO, LAS ODIO, LAS ODIO, LAS ODIO! ¡MUÉRANSE! —les grito lo más fuerte que puedo y subo las escaleras corriendo y me encierro en el baño, Y NO, NO ESTOY LLORANDO… Y si lloro es de coraje por esas malditas putas que se burlan de mí. A mí no me gusta nadie y nunca me va a gustar porque yo no necesito a nadie. ¡A NADIE! Estaré chiquita pero no los necesito, ¡así que ya déjenme en paz, déjenme vivir mi vida!
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Mejor me hubiera quedado en mi casa…