Apenas las naves habían aterrizado cada uno de los estudiantes recibió la orden de dirigirse a su respectivo transporte, Asbeel y su grupo llegarían de últimos a su carguero, al estar todos a bordo se elevarían por los cielos y tomarían rumbo hacia su punto de partida, el nerviosismo estaba presente en la mayoría de ingresados, algunos lograban mantener la compostura y otros no sé inmutaban, Hawk estaría al borde de la nave a pesar de las múltiples advertencias que había recibido, parecía agradarle el paisaje no sólo de la selva de metal que era Jericó, también de la propia naturaleza, siempre se preguntaba por qué el planeta no había sido completamente cubierto por esas enormes ciudades y en parte era por el respeto que tenía cada cultura hacia la naturaleza misma, aunque se decía que el otro continente había abandonado esa idea no era algo que le importase a Valyria, sabían bien que sí iban a expandir sus ciudades tendrían medidas para preservar los beneficios que daban la flora y la fauna, Hawk estaba en parte fascinado por las alternativas que creaba la raza humana ante una adversidad.
- ¿Te importa si me siento? - Inki se agacharía frente a Hawk al otro lado de la puerta de la nave.
- Siéntate si quieres.
- No pareces en nada a la persona que eras hace un momento.
- Tss, creí que te quedarías en silencio.
- Eres bastante cerrado al resto.
- Solo dije lo que tenía qué decir, no todos vinimos para tener una vida despreocupada a costa del resto - Hawk hablaba con seguridad.
- ¿Tienes un motivo más profundo?
- No creo que sea asunto tuyo.
- Tienes razón, perdona mi atrevimiento.
Inki voltearia a ver el paisaje, a su lado se veían una gran cantidad de cadenas montañosas, parecían cubrir todo el valle que había frente la capital, a diferencia de Hawk, Inki no podía ver con tanto lujo de detalle
- ¿Crees que lo que decia ese ángel es verdad? - Hawk aún dudaba de sí lo que habían dicho por la transmisión era cierto a pesar de ser oficial, era difícil de creer.
- ¿Sobre la prueba?
- Los Capitanes no pueden ser tan desalmados.
- Quién organiza todo son los Altos Orokin, lo que ellos digan debe cumplirse.
Hawk no parecía estar muy contento con lo que decia Inki, tales acciones eran inhumanas, sólo eran niños. A pesar de estar en desacuerdo podía hacerse a la idea del por qué de tal prueba, si algo era necesario al entrar en el Imperio era firmeza, si había algo por encima de eso era la astucia que presentaban algunos Orokin, muchos pasaban la prueba sin matar ni lastimar a nadie de gravedad siendo astutos, Hawk confiaba en que la mayoría optaría por esa opción.
- Ya no hay vuelta atrás, solo es cuestión de usar ese chip.
- Hmph, me gusta tú optimismo - Inki le soreiría.
- Tampoco te tomes mucha confianza conmigo.
Tomari y Jiro permanecían en sus asientos, parecían estar aburridos.
- ¿Tenemos un plan? - Jiro apoyaba su cabeza sobre sus manos.
- Ni siquiera hemos aterrizado aún - Tomari miraba hacia el techo de la nave - Solo tenemos que quedarnos juntos.
- Ese plan de asco.
- Mejor espera a que lleguemos, siento que mi cabeza da vueltas.
- Yo tengo náuseas.
Tomari se tiraría en dirección Bruz.
- ¿Falta mucho Bruz?
- ¿Cómo se supone que sepa cuánto falta?
- Buen punto ¿Cómo es que no te aburres?
- Ustedes dos se lo toman con mucha calma, saben muy bien cuál es nuestra misión.
- ¿Ehhh? ¿Misión? Solo es una prueba, quizás tú te lo estás tomando demasiado enserio.
- Definitivamente no tienen remedio.
El viaje era algo largo, la selva del Kithar estaba cerca de la frontera con Valasia, algo alejada del Estrecho de Nur, los reportes del escuadrón de Romina indicaban que la anomalía sólo se apareció 1 vez, el resto de la frontera era seguro, la situación económica de Valasia se había complicado después de aquel incidente, el Imperio había retirado todos sus recursos y los redirigio con fines lucrativos a otros países, no volverían a tener una relación tan estrecha con Valasia hasta que el Estrecho de Nur fuese reconstruido y el monitoreo indique que todo el área está limpia, ese problema había generado roces entre ambos países políticamente hablando, por un lado ambos grupos no tenían idea de qué el Estrecho de Nur había recibido un ataque de tal magnitud por lo que si la anomalía se volvía a presentar los tomaría desprevenidos, a ciegas, ciertamente era enviar a los estudiantes a morir, tal monstruo no era normal, era algo nunca antes visto sólo era rodeado por misterios, los expertos esperan que se trate de un nuevo espécimen.
Después de una de hora las naves se quedarían estáticas y empezarían a bajar, habían llegado, Asbeel tenía su cabeza recostada en el hombro de Azazel.
¿De qué estás tan asustado?
Hinoka no podía evitar reírse de las reacciones de Azazel, Akatsuki se mantenía callada como de costumbre.
Sabes muy bien...
La nave estaría cada vez más cerca del suelo, Bruz y el resto se levantarían, Tomari y Jiro parecían aliviados de por fin haber llegado, es como si se hubiesen olvidado por completo de la prueba, de hecho técnicamente así era.
Que tienes que seguir avanzando.
Ya en tierra Asbeel abriría los ojos, parecía haber tenido un largo sueño, Azazel voltearía a verlo.
- Estabas muy cómodo ¿No?
- Lo siento, parece que me duermen los viajes tan largos.
- Tenías que haber visto el gesto que hizo cuando tu cabeza cayó en su hombro - Hinoka disfrutaba de molestar a Azazel por sus reacciones exageradas.
- Mejor vayamos con el grupo y escuchemos lo que tienen por decir - Asbeel seguía algo dormido.
- Ahora pareces más centrado - Azazel se estiraría - Eso es bueno.
Frente a ellos estaba el otro grupo, ambos seguían divididos y los organizarían con cuidado para no agruparlos, los soldados dejarían un dispositivo con forma de disco en el suelo, de él se proyectaría un holograma, era el Gran Sabio.
- Es bueno ver que todos hayan llegado sin complicaciones
Los estudiantes estarían en completo silencio.
- Ya saben cuál es el objetivo y saben muy bien qué tienen que hacer, tengan en claro que de acá saldrán victoriosos los más fuertes en cuerpo y mente, matar está permitido, la edad no es excusa para negarles madurar como los soldados que van a ser, en el campo de batalla habrán decisiones difíciles, se requiere de una determinación fuerte, esa determinación debe nacer hoy y sólo podrá ser hoy, no teman por los muertos, Bismilah los resguardará bajo su manto, cumpliran su labor en éste mundo, ya sea haciendo de presa o haciendo de cazador, a ustedes solo les espera la salvación, esperamos su regreso.
Sus palabras endulzaron el oído de todos los presentes, palabras que parecían imposibles de creer habían llegado a cada uno de ellos, varios no aceptaban tal ideología, otros habían asimilado que todo era por Bismilah y el futuro de la gente, algunos se quedaban dudosos, fuera cuál fuera su pensamiento ya no importaba, la prueba iba a dar comienzo, el otro grupo había sido enviado desde un punto lejano, la selva era tan frondosa y espesa como se esperaba, sería fácil enboscar, pero también aumentaría el peligro de ser atacados no sólo por el otro grupo sino por animales e insectos que había a lo largo de todo el ecosistema.
Ya todos estaban preparados, oficialmente su labor daría inicio.