¡¡Bang!! se escuchó el fuerte sonido de la puerta siendo azotada, Jon abrió sus ojos con cansancio y observo atentamente su visitante descortés, sin embargo la sonrisa oscura en el rostro de Fátima provoco un escalofrío en la espalda del joven quien por instinto decidió guardar silencio.
"Buenos días, parece que dormiste bien la noche anterior." - declaro la Elfa con total naturalidad en su tono, no obstante el frío en sus ojos revelaba sus verdaderas intenciones. - "Señorita Teresa, parece que usted también durmió cómodamente."
Esa última frase corto todas las posibles rutas de escape del joven, ya que la mujer madura intentaba esconderse en el pecho del joven solo cubierta por una ligera manta, lo que por algún motivo provoco que la Elfa frunciera el ceño con cada segundo que pasaba.
"Cof… Fátima, ¿podrías darnos unos minutos para arreglarnos?" - pregunto el joven siendo incapaz de contener la vergüenza por más tiempo, esto hizo que Fátima lo viera intensamente por un momento antes de dar media vuelta y cerrar la puerta de la habitación tras ella.
"D-Deberíamos arreglarnos rápidamente, es posible que las otras también quieran venir aquí." - Comento Teresa mientras sacaba la ropa de Jon desde una cajonera, al final su propia ropa quedo muy dañada así que no era una buena opción para usar, por lo tanto opto por las prendas del joven.
La pareja se vistió a toda prisa (con Teresa ayudando al Joven) y en pocos minutos ambos estuvieron presentables nuevamente, fue justo en ese momento que la puerta fue abierta nuevamente por otro golpe, esta vez por parte de Tania quien antes de poder hablar se quedó muda al ver que tanto Teresa como Jon estaban vestidos apropiadamente.
"Tch... el desayuno está listo, los esperaré en la mes..." - la mujer chasqueo la lengua con un poco de molestia antes de revisar toda la habitación con la mirada, pero al final no fue capaz de encontrar nada, así que después de informarles sobre el desayuno se preparó para irse, sin embargo sus palabras se cortaron por la mitad al percatarse de la extraña postura de Teresa.
"¿Puedes ayudar a servir los platos? yo ayudare a Jon a ir al comedor." - fingiendo ignorancia Tania hablo con Teresa antes de acercarse a un lado del joven y ofrecer su hombro como apoyo, Teresa por su parte le dirigió una mirada llena de agradecimiento antes de caminar lentamente a la salida.
"Sigh... vamos Jon, sigo un poco molesta contigo, pero estoy segura de que en el futuro sabrás pagármelo." - refunfuño Tania mientras ayudaba al joven a pararse, entonces termino dándose cuenta de que por algún motivo el joven que el día anterior podía moverse por su cuenta ahora apenas pudo estar de pie.
"Tonto, voy a tener que mantener un ojo en ti, no puedes volver a hacer algo así hasta que tu condición mejore." - esta fue una declaración hecha con total seriedad por parte de la mujer, no obstante Jon sintió que hubo algo muy extraño en sus palabras, lo que le trajo un mal presentimiento.
Al final sin posibilidad de negarse tuvo que ser llevado hasta la sala donde se encontraban los demás miembros de la casa ya sentados esperando, sin duda este fue el desayuno más incómodo que paso el joven desde que fue enviado a aquel mundo, pero por algún extraño motivo que no fue capaz de decir, se sintió en paz.
Charlotte por su parte se sentó en silencio con el rostro sonrojado mientras echaba miradas de vez en cuando entre Teresa y Jon, pero al final la sacerdotisa lo tomo como un hecho, ya que ambos compartieron el mismo apellido, y eso solo pudo significar que eran familia, de algún tipo por lo menos.
Tristemente esta paz estuvo condenada desde el principio a no durar demasiado.
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En ese mismo momento llego un mensaje codificado a la capital del reino, este mensaje tuvo "impactantes" noticias que sacudieron a todo el mundo, naturalmente esto hubiera sido mucho más convincente si no estuviera ensayado de antemano.
Pero al final lo cierto es que la población general del reino si quedo sorprendida cuando las noticias de como Jon Blizzard mato deliberadamente a la "Valkiria" y se enfrascó en combate con el Inquisidor Cross sin haber un motivo aparente.
Un día después el Templo de Odín ubicado en la capital declaro la guerra contra el Joven así como cualquiera de sus allegados, todo mientras se ejecutaba una orden de búsqueda y caza contra él por parte de los Templos con más poder del continente, estos incluyeron los Templos de Thor, Odín, Tyr y Balder, asi como múltiples templos más pequeños, al mismo tiempo otros templos dieron una orden de captura contra el mismo joven, estos fueron los Templos de Athena, Ares y Freya.
Estas noticias provocaron extraños sentimientos, ya que los 6 templos fueron considerados entre los más grandes e influyentes y no solo de este continente, aun asi incluso la persona más ignorante fue capaz de darse cuenta de que algo extraño estaba pasando porque las órdenes fueron diferentes.
Distintos campeones se dirigieron al norte para obtener la cabeza o recompensa de las distintas fuerzas que buscaban al joven, desafortunadamente el mensajero que conocía la ubicación de Jon fue encontrado un día después de enviar su mensaje clavado en la muralla de la ciudad.
Nuevamente sin suficiente información del paradero del joven iniciaron las incursiones en el territorio del norte, cuando paso el suficiente tiempo y el Inquisidor Cross junto a sus hombres no regresaron, se les declaró por muertos.
De esta forma en el castillo del reino, en la sala de guerra se encontraba el Rey junto a sus consejeros, a su lado también se hallaba el duque William, quien comía felizmente de una pequeña bolsa de cuero llena de semillas como si las otras personas en la habitación no valieran su tiempo.
"Sigh. Asi que los exploradores no fueron capaces de encontrar nada ¿verdad?" - pregunto con ironía el Rey viendo el mapa de guerra sobre la mesa, entonces dirigió una mirada casual al duque William antes de preguntar. - "¿Tiene algún consejo Sir William?"
"¿Me preguntas ahora? jajaja, recuerdo que les dije que dejaran en paz al joven y no me escucharon, recuerdo que les dije que no intentaran nada con la baronesa, y tampoco me escucharon... ahora, ¿quieres que te dé mi consejo?" - El hombre se rio burlonamente del rey, esto provoco que todos los presentes desenfundaran sus armas mientras lo rodeaban, pero al final ninguno tuvo el valor de hacerle algo al hombre.
"Me gustaría que fuera un poco más serio al respecto Sir William." - el Rey actuó como si las palabras del hombre no fueran de importancia, incluso mostrando una pequeña sonrisa en sus labios. - "Al final siguen siendo nuestros aliados y esto representa un serio problema para mi país."
"Es cierto, aún somos aliados, sin embargo, espero que no haya olvidado la razón por la cual hicimos esta alianza." - Cuando el Duque menciono aquel tema, todos en la sala guardaron silencio, ya que aún recordaban las primeras palabras lanzadas al reino después de que se creara un nuevo gobierno en el territorio Grey. - "Acordamos la liberación de todos aquellos [perdidos] en su territorio, incluso formulamos una serie de edictos para que fueran tratados, ¿no es verdad?"
"Si, y hemos cumplido ordenando la liberación y otorgándole derechos básicos a todos aquellos identificados como su gente." - Expreso el Rey con un aire de dignidad como si sus palabras valieran realmente su peso en oro. - "Los templos pueden constatar nuestras palabras."
"Verdaderamente es un magnífico gobernante... pero ¿qué tan idiotas nos cree?" - la tensión siguió aumentando en aquella sala con las palabras del hombre, extrañamente ninguno de los presentes incluyendo al rey se atrevió a refutar sus palabras. - "Desde que se formó la alianza y se proclamaron los términos, ¿quiere que le diga el número exacto de cautivos que recibimos?"
"Tiene que entender que esto no está en mi control, pedirle a los Nobles y comerciantes que liberen sus esclavos es algo que va contra las leyes en casi todo el continente, aunque les otorgue derechos no puedo hacer nada con aquellos que han sido vendidos o capturados." - el Rey trato de razonar con el hombre, pero al final todo sonó igual que una patética excusa que ni el mismo creyó.
"Conque es así, supongo que entonces no se puede hacer nada, después de todo su ejército y ministros tienen como esclavos a mi gente." - el hombre dijo casualmente mientras se levantaba de su asiento, entonces ante la mirada de todos en la sala simplemente se dirigió a la salida, no sin antes colocar en la mesa una carta con el sello de su territorio.
El frío se volvió palpable para todos cuando el Rey señalo con el dedo a uno de los ministros para que tomara y leyera la carta, este desafortunado hombre abrió el sobre en silencio y saco la carta hecha de papel blanco, esto lo maravillo un poco pero luego de pasar sus ojos por el contenido su rostro palideció.
No se necesitaba ser un genio para entender las posibles implicaciones en aquel documento, ya que omitiendo todo el contenido solo una serie de palabras explicaba todo.
[Declaración de Guerra]
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El caos se extendía lentamente por aquel continente y todo pareció originarse en aquel territorio cerca del norte, pero lo cierto es que todo se había deteriorado desde hace bastante tiempo y los sucesos en el norte solo fueron la chispa que encendió la mecha.
En el sur más allá del territorio de los Perdidos, hubo varias ciudades-estado que iniciaron conflictos armados en pequeña escala por sus diferencias religiosas, para ser más precisos fueron batallas de los seguidores de Frigg contra los seguidores de Hestia, curiosamente ambas diosas no estaban relacionadas con la guerra o el conflicto.
Luego de eso comenzaron a involucrarse las ciudades aliadas, llevando la pelea a toda la región sur en conjunto, en el oeste por su parte estaba el Imperio Haardrade conocido por ser la potencia más grande en todo el continente y que a su vez era la línea de defensa número uno contra los continentes vecinos.
Fue en este territorio donde se ubicaron los principales templos del Panteón Nórdico, pero en los últimos tiempos hubo extraños rumores sobre el poderoso Rey Ragnar quien cayó enfermo, esto desencadeno una serie de movimientos por parte de los príncipes buscando apoyo en su intento de sucesión de la corona, la estabilidad de aquel imperio termino pendiendo de un hilo.
Aunque si bien la tensión aumento, aún era pronto para que el fuego de la guerra llegara a tal lugar, por lo que, como un medio para calmar a sus incontrolables hijos, el Rey Ragnar les ordeno ir tanto al noreste como sureste para actuar como enviados de paz y tratar de ayudar a estabilizar la situación, los hijos del rey tomaron esto como una prueba de su Valia y junto a sus fuerzas personales partieron a los distintos territorios del continente.
Mas allá del mar del sur se vio a un pequeño barco avanzando en la oscuridad de la noche hacia las costas, no hubo banderas o distintivos y las personas que desembarcaron vistieron ropa común perdiéndose entre la multitud, sin que nadie sospechara que esta pequeña embarcación trajo a un grupo de monstruos con el único propósito de potenciar las llamas de la guerra.
Caos, engaños, traiciones, esquemas, el mundo siempre estará lleno de ellos, eso es lo que pensó Jon mientras veía entrenar a sus compañeras quienes curiosamente decidieron unirse contra Teresa en un amistoso sparring.
"Agh... Ya han sido 2 horas... ¿podemos parar?, ¿por favor?" - pregunto Teresa quien se encontraba recostada en el piso afuera de la cabaña, rodeándola se encontraban las 3 mujeres con sonrisas maliciosas, esto hizo que Jon sintiera un extraño deja vu como si hubiera visto una escena similar en algún lugar antes.
"Sigh... muy bien, pero que sea la última vez que te nos adelantas, no puedes dejarnos a un lado cuando ya habíamos hecho una promesa." - Aunque Tania estaba murmurando no se percató de que sus palabras eran perfectamente audibles para Jon, quien al no poder moverse correctamente termino desarrollando sus sentidos un poco más.
"Extraño, realmente se siente como un deja vu, pero me da un poco de miedo investigar más, siento que en el momento que lo haga terminare dando un paso del que no poder regresar." - un escalofrió recorrió al joven mientras consideraba profundamente la situación, al final opto por fingir ignorancia y continúo apreciando la vista del lago mientras se preguntaba cuanto tiempo tardaría el segundo asalto en llegar a él.
Para este punto habían pasado cerca de 5 días desde su último ataque, y su cuerpo recupero en su mayoría su movimiento, lo que implicaba que en el peor de los casos por lo menos podría defenderse si se daba la necesidad, además gracias a la ayuda de la sacerdotisa Charlotte su recuperación se aceleró y probablemente en una semana sea capaz de regresar a un estado óptimo.
No obstante, él era consciente de que el tiempo apremiaba, ya que las constantes reuniones secretas que tuvieron sus compañeras con la sacerdotisa Charlotte aumentaron últimamente, más aún porque cuando Teresa regreso de una de esas reuniones el joven se dio cuenta de los rastros de lágrimas en sus ojos, y todo el día siguiente su humor se mantuvo por las nubes.
Fue por eso que cuando ninguna de ellas hablo de ese tema, se dio cuenta que si bien era algo extremadamente importante en su condición actual solo se volvería un estorbo, irónicamente el joven no se dio cuenta que incluso el mostraba una sonrisa de vez en cuando por las suposiciones a las que inconscientemente llego.
Cerca de 6 días después el descanso de Jon termino cuando recibieron una visitante inesperada.