Siempre pude transformarme en humana, soy una descendiente de la Diosa Mirabis, un Ciprés. Por eso tengo los ojos dorados, la diosa me envió a este mundo para darme la oportunidad de vivir. Sin ella no sería nada. ¡Como pude haber olvidado algo tan importante! Oh cierto, eso era una prueba de la diosa, debía demostrarle que era lo suficientemente fuerte para llegar a ver la luna y ella con su gracia iba a mostrarme el camino a la luz. Felizmente logre hallar el camino correcto y puedo ser humana.
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Quinn Ophyris
La ceremonia de nacimiento es un momento mágico en el cual logras volver a reunirte con la Diosa, mostrándole que eres lo suficientemente capaz para recibir su bendición. No eres oficialmente un miembro de la tribu hasta que pasas por la ceremonia. Muchas crías han muerto en este evento o se aun reusado a servir a la Diosa. La verdad cuando la pequeña cría, bueno mi nueva hermana, fue a realizar la ceremonia, estaba muy preocupado por ella. En el mes que llevo de conocerla he notado que actúa muy raro, se pasa los días acercándose a los distintos miembros de la tribu, solo para escucharlos, o eso parece que hace. No lo entiendo en realidad, luego tiene esa manía de acostarse sobre su espalda, y luego empezar a dar vueltas.
En verdad pensé que toda esta ceremonia iba a terminar mal, pero me equivoque, nunca había visto a una cría comportarse tan bien en el evento. No realizo ningún sonido, fue bastante dócil y acepto con su corazón a la Diosa. Tal vez mi padre tenía razón al traerla a nuestra familia.