Cuando la incomodidad de la situación llego a un nivel insostenible y me estaba debatiendo entre salir corriendo y confesar todo lo que sabía. El hombre mayor empezó a hablar.
-Ejem, esta situación es algo extraña…-
-Supongo que debería empezar presentándonos…-
- Yo soy Arlem Ophyris y estos son mis hijos, Quinn Ophyris y Avon Ophyris-
Al parecer el gemelo A es Quinn y el gemelo B es Avon.
-No se si esto este funcionando… ¿Puedes entenderme? Si lo haces por asiente con la cabeza.-
Arlem se ve bastante nervioso mientras habla, así que asiento mi cabeza e intento presentarme.
-Yo soy….-
Mi entras me debatía si debía de decir mi nombre real Arlem me interrumpe.
-¡Oh! Puedes entendernos correctamente, ¡Eso es estupendo! No te preocupes por tu nombre, se que no sabes quien eres y no cuentas con ningún nombre real.-
Me dice mientras me da una sonrisa incomoda.
-Lo siento, aun no tengo pensado un nombre para ti, confieso que la idea de ponerte un nombre no se me paso por la cabeza. Por ahora tienes que saber que tu apellido es Ophyris y que ellos son tus hermanos de ahora en adelante. –
- ¿Qué estoy diciendo? ¿Puedes entender lo que te digo?-
Vuelvo a asistir con la cabeza sin saber como responder a lo que me dice. Dedo de estar haciendo una cara rara ya que todos me miran con el ceño fruncido y la situación de vuelve tan incomoda como al inicio.
-Ejem, ¿Tienes hambre? Come algo primero y te dejo para que vayas conociendo a tus hermanos. Yo debo de salir a hacer unas cosas.
Dijo Arlem mientras me señalaba una esquina donde había carne cruda y luego salía corriendo de la casa.
Al volver a ser humana no considere que tendría que volver a comer carne cruda con las manos. Siendo animal este comportamiento es bastante aceptable, pero como humano una carne ensangrentada no suena para nada atractivo. Sin embargo, observo que los hermanos me miran fijamente y siento la presión social de consumir la carne. Por lo que, solo puedo aceptar mi oscuro futuro y consumir la carne cruda. Me siento al lado de los hermanos y poco a poco acerco la carne a mi boca. Cuando empezó a sentir el olor y pienso en la sensación y el sabor en mi boca…
Se escuchan ruidos afuera que distraen a los hermanos de mí. Por lo que aprovecho la oportunidad para esconder la carne dentro de un pedazo de piel.