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Chapter 26 - Ceremonia de nacimiento II

Arlem Ophyris

Me reconforta saber que durante mi ausencia en la tribu no surgieron complicaciones mayores. Aunque, debido a la llegada de mi nueva hija, nuestra cacería se vio acortada, hemos logrado obtener suficientes presas por el momento. Sin embargo, la presencia de este nuevo miembro en mi familia plantea algunas complicaciones que debo resolver antes de emprender otra expedición de caza. Nuestra choza actual resulta demasiado pequeña para criar a una nueva cría, así que me veré obligado a construir una nueva y preparar todo para la ceremonia de nacimiento.

Aunque la cría parece bastante pequeña, lo cual sugiere que no debería ser muy mayor, existe cierta incertidumbre sobre si su tamaño se debe a su edad o a un crecimiento inadecuado. Sus acciones también me generan cierta preocupación, ya que parecen extrañas y su vida en el bosque podría haber afectado su bienestar psicológico. Puede que no comprenda cómo comportarse como un ser humano, quizás debido al tiempo que pasó en el bosque o a alguna experiencia traumática que la haya marcado. Existe el temor de que, al recuperar su forma humana, no logre entender el cambio. Esto sería un desastre, ya que la razón por la que le he perdonado la vida y la he traído a esta tribu es para que actúe como mi hija y garantice la paz para mis descendientes.

Recuerdo con nostalgia los momentos con mi esposa cuando planeábamos tener hijos. La emoción que sentí al nacer los gemelos y el orgullo que experimenté me alegraron profundamente. Aunque no eran niñas, sentí que éramos jóvenes y aún tendríamos tiempo para tener más hijos. Nunca imaginé que la tribu sería atacada, y que mis hijos y yo seríamos los únicos supervivientes.

A pesar de que han pasado varios años y he alcanzado el título de jefe de la tribu, aún no he logrado garantizar la seguridad y el crecimiento sin complicaciones de mis hijos. Incluso ahora, me veo en la necesidad de recurrir a una pequeña cría que fue abandonada por su familia para asegurar la mía. Esto resulta injusto para ella, por lo que, si logra superar la ceremonia de nacimiento, independientemente de lo que depare el futuro, me comprometo a cuidarla como si fuera mi propia hija.