Chapter 22 - 22

Kanji:

—Hemos conseguido algo de información del Sr. Akira. Su nombre es Akira Natsuki; según los contactos de su padre, dicen que tenían grandes negocios que compartían, estuvieron años a cargo del negocio en Manhtaw. Creemos que la razón por la cual traicionó a su padre, es por que quería quedarse con parte de las rutas que su señor padre tenía.

—Entonces ¿Significa que ambos se dedicaban a lo mismo, pero mi papá jamás le confió sus rutas? Papá dudaba de él entonces, ¿No?

—Su padre antes de morir había advertido a sus contactos cercanos de que no confiaran en él, quizá fue una de las razones por la cual mató a su padre.

—Cada vez entiendo menos. Matar a una persona respetable como mi padre, por algo tan absurdo. No parece ser una persona así. ¿Si fuera por eso, no era más fácil torturar a mi padre para sacarle la información en vez de matarlo? Entonces ¿por qué habría de buscar a una zorra para dar con mi padre, si pudo fácilmente acabar con él en el mismo negocio? Algo más está pasando aquí. Sigue investigando. Sobre la chica, ¿Qué me tienes?

—No hemos aún dado con su verdadera identidad, pero efectivamente es como usted dijo; Kyomi Kimiko no es su verdadero nombre. Dado a la información de la Srta. Kyomi, está perdió a sus padres desde que nació y no tiene familia. Falleció hace un poco más de 2 años.

—¿No tiene padres? Claro, que imbécil soy. Que pequeña mentirosa, ni siquiera para mentir sirve. No puede ser una profesional que haya contratado Akira; ni una profesional sería tan tonta como ella. Esa mujer dijo que sus padres nunca estaban en la casa, así que supongo que entonces ella si tiene familia. Tenemos un punto a nuestro favor. Busca más sobre ella y haz lo que tengas que hacer para dar con su paradero.

—Sí, señor.

Lisa:

—Akira, ¿me da permiso para llamar a mi mamá?

—Para eso no tienes que pedirme permiso.

Llamada telefónica:

—Mamá, ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor?

—Mi amor, me hacía falta escucharte. Me siento mejor, este lugar es muy cómodo, solo me hace falta un poco de compañía.

—Lo siento, mamá. No he pasado por ahí. Estoy en el extranjero en un viaje de negocio con Akira. En unos días regresaré y estaremos juntas de nuevo, mamá.

—Diviértanse, no te preocupes por mí, lisa. ¡Te amo!

—¡Te amo, mamá!

Akira:

Llamada telefónica:

—¿Ninguna novedad de Carter?

—No, señor. Lo estamos buscando.

—Tienen que darse prisa— colgué la llamada.

¿Dónde demonios puede estar?

Lisa:

—Vamos a cenar— Akira me abrío la puerta del auto.

Su cara dice que aún no han encontrado a Kanji. ¿Estará en la casa del otro día? Debe estar preocupado. Debe creer que le diré a Akira de ese lugar, pero no puedo hacerlo.

Llegamos al restaurante, pero la expresión de Akira era aún más preocupante. Creo que aún no ha podido olvidar el comentario que dije cuando estábamos en el parque. No me gusta verlo así, pero no sé qué decir para animarlo. No sé lo que pasa por su mente. Quisiera acabar con este ambiente tan incómodo como fuera posible.

—Akira, ¿Te ocurre algo?— pregunté directamente, aún sabiendo que lo más probable sea mi culpa su estado de ánimo.

—Hablaremos de eso luego— desvió la mirada.

Efectivamente algo le pasa. No sé si deba preocuparme por su actitud. Todas las veces que veo expresiones en él, todo termina mal.

—Quiero llevarte con mi madre—dijo, aún sin hacer contacto visual conmigo.

—¿Con tu madre?

Bueno claro, debe tener una madre, pero ¿Por qué dice algo así tan repentino?

—La verdadera razón por la que te traje conmigo fue por esa.

—¿Para que conociera a tu madre? ¿Y el negocio?— pregunté confundida.

—Quise aprovechar la oportunidad para cerrar unos negocios. No suelo visitar el extranjero a menos que no sea completamente necesario.

Es inusual que Akira hable de su vida y, mucho menos que, quiera traerme a conocer a su madre.

Me trajo a un lugar que estaba completamente desolado. No había ninguna casa, solo árboles. ¿Planea matarme? En ese momento sentí sus manos alrededor de mi cintura, lo que hizo que me pusiera más nerviosa de lo que ya estaba.

—Vamos—dijo en un tono bajo.

Me llevó a un lugar donde había una lápida, era un lugar muy colorido. Había muchas flores alrededor. No pude evitar sentir un dolor en el corazón al ver que él se arrodilló al frente de la lápida. Estaba escrito el nombre de Eva Natsuki. Mis lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas, al ver que su rostro estaba en lágrimas también.

—Mamá, ella es Lisa. Como quisiera que la pudieras conocer. Debes sentirte orgullosa de mi, ¿No es así? Siempre decías que querías verme feliz, pues ella es la razón de eso.

No sabía qué podría decir en un momento como este. Verlo llorar me partió el corazón y, más aún sabiendo la razón detrás de sus lágrimas. Nunca lo vi tan devastado y afectado. Siempre ha sido alguien cruel, frio, burlón y se ve tan vulnerable ahora.

Me arrodillé a su lado y junté mis manos pidiendo por el alma de su madre. Ojalá que donde quiera que esté, pueda estar en paz.

—Es un gusto, Sra. Eva. Puede descansar tranquila— cerré mis ojos e hice varias oraciones.

Estuvimos largo tiempo en ese lugar. Él no me dirigió palabra alguna luego de las que le dijo a su madre, tampoco me he atrevido a indagar sobre el asunto. Quise darle su espacio. No pensé nunca que Akira fuera a abrirse de esta manera a mi, mostrándome su debilidad. ¿Qué habrá pasado con ella? No puedo imaginar una vida sin mi madre. Debió ser duro para él. Dejándome llevar por el año que murió, el tuvo que haber sido un niño, quizás esa es la razón por la cual estaba actuando extraño. Quisiera poder hacer algo por él.

Lo abracé intentando animarlo o hacerlo sentir un poco mejor. Estuvimos unos instantes abrazados.

—Vamos— sujetó mi mano, y nos dirigimos al auto.

No encuentro palabras para animarlo. Si tan solo pudiera hacerle olvidar por unos instantes esa tristeza, quizá me sentiría útil. Siento frustración de no poder hacer algo.

Llegamos al Hotel; él se fue a dar un baño y me quedé en la habitación, pensando en qué podría hacer para que se sintiera mejor; aunque pensaba que lo mejor era dejarlo solo, no podía sentirme tranquila conmigo misma, así que decidí unirme al baño con él. Era realmente incomodo, pero aún me sentía culpable de todo lo que está sucediendo.

Me dirigí al baño para intentar acompañarlo, él se encontraba recostado con los ojos cerrados, no tenía espacio para unirme, así que me senté sobre él, poniendo mis dos manos en su rostro, haciéndolo abrir los ojos.

—Gracias por haberme confiado eso. Realmente me hizo feliz. No debe ser fácil todo esto para ti y me entristece ver tu rostro de esta manera. No te conozco bien, no hemos tenido la oportunidad de hacerlo, pero quisiera conocer más sobre ti.

Su rostro estaba un poco rojo, y su expresión de asombro me hizo avergonzar. Sus ojos no emitían miedo como normalmente hacen, creo que lo sorprendí con la guardia baja. No creo que muestre este tipo de expresión a alguien más.

Debo odiarlo por todo lo que me hizo pasar, por todo el infierno en el que estuve, pero no puedo. Tiempo atrás, hubiera hecho todo por huir sin pensarlo dos veces. Hubiera querido matarlo, pero ahora no sé porqué dudo.

No todo lo que ha hecho ha sido malo. Ayudó a mi mamá, la defendió de mi padre, me dio un lugar donde estar sin que me falte nada, me ha mostrado otra faceta que desconocía de él.

A pesar de ser alguien frio, rudo, un maldito cretino y un completo idiota, ¿Por qué mi corazón late tan fuerte cuando estoy con él? No sé lo que piensa, lo que dice o lo que hace. Cómete muchos errores, es un asesino, un violador, hasta intentó matarme, pero siento que ahora que lo estoy conociendo un poquito más, siento que quiero saber más y más. ¿Qué es lo que me pasa?

Lo besé y, sin decirle nada más, esta vez quien quería más de él, era yo.