En un bosque a las afueras de una magnifica ciudad en el norte del país una pequeña familia de artesanos de la piel se encontraba festejando el matrimonio de su hijo, él había traído mucho prestigio a su familia tenía una habilidad con la confección de carteras, tan exquisitas que hasta el mismo rey había pedido una audiencia con él.
Al final de la temporada ya había realizado todos sus sueños, una prospera empresa para su padre, una esposa que era la belleza de la localidad, todos estaban enamorados de la hermosura de su mujer era tan blanca como la luna serena en su temperamento casi nadie sabía de su triste procedencia su familia había llegado en una migración de las ciudades del sur debido a las sequias, el rey había permitido que esas familias se refugiaran mientras discutían donde seria su ubicación.
Lo que no sabía el artesano es que esta chica tenía una maldición, la sequia no era otra cosa que el enojo de la bestia, sus padres a no permitir que fuera sacrificio decidió ocultarse, esto provoco un gran maldición para todos muchos murieron debido a las altas temperaturas y el lugar quedo maldito, en el camino sus padres murieron por una infección que les había provocado la golpiza del pueblo, al final quedo sola, siendo los bordadores de su pueblo la hija siguió con la tradición.
Sus labores eran exquisitas, parecían vivos en la tela, esa fue la forma que la conoció, quedo fascinado con su belleza y habilidad.
Al poco tiempo tuvieron un niño blanco como la nieve de ojos grises y cabellos tan claros que brillaban como hilos de palta, debido a su falta de melanina era muy sensible al sol, al no poder salir a jugar con los niños este aprendió el oficio muy a temprana edad, la pareja tubo muchos momentos de desconsuelo al paso de los años perdieron varios bebes, pero el consuelo de Aron les daba la fortaleza de seguir vivos.
En el cumpleaños número doce de Aron su madre decidió llevarlo al lago a recibir las bendiciones de las hadas y elfos, una tradición el cual se le hacia una ceremonia para pedir la bendición a todos los seres místicos.
Los preparativos estuvieron a cargo de una de las sacerdotisas de la región enviada por el rey para la bendición de la familia, debido a la condición del niño debía la ceremonia se aria de noche los invitados tenían miedo, esa parte del bosque no era muy transitada debido a las constantes leyendas de encuentros con bestias y demonios, aun así, los invitados asistieron no querían estar fuera de la gracias del Rey.
La ceremonia estuvo muy tranquila el lago con la luna en su punto mas alto los alumbraba con gran intensidad las luciérnagas dieron un vistoso espectáculo al pequeño niño, la comida empezó a recorrer las mesas todos estaban comiendo tan plácidamente las bebidas eran un regalo del Rey ya que debido a su ajetreada agenda no podía hacer acto de presencia, un acontecimiento llamo a tención de la sacerdotisa camino al lago al percatarse que un coyote negro bajaba de la ladera a beber agua del lago, el sacerdote dijo que era buen augurio, minutos después un zorro se acerco acompañado de un venado blanco, audiencia quedo muy conmocionada era una pasarela de criaturas.
La ceremonia termino a principios del amanecer los invitados se fueron retirando, no sin antes dar besos y bendiciones al niño, al final solo quedo la pareja y su hijo cuando los rayos de sol comenzaron a salir una parvada de cuervos los alcanzo e hicieron que la madre del niño girara y callera al lago, su padre trato frenéticamente de sacarla le fue imposible una barrera de cisnes no lo dejaba entrar al lago, desesperado corrió para alejarse de ellos y entrar por un lado, pero un sonido de golpe seco en el agua lo hizo detenerse, como magia una mujer con un traje de pieles la traía en sus brazos y la llevaba a la orilla.
Como si los animales fueran consientes de la acción se movieron para dejarlas pasar, Alistar el padre de Aron corrió a su encuentro.
- ¡Muchas gracias!, ¿cómo puedo agradecerlo? –
La mujer no contesto, solo acaricio la cabeza de Marina madre de Aron, salió del agua sus ropas era extraña su túnica con colas de zorro y un cabello blanco con destellos dorados.
- Cuídala mucho ella está embarazada –
- ¿Qué?, ¿estas, segura? –
Asiente con la cabeza el bufar del venado la hace caminar al bosque, en la entrada un venado blanco la espera y camina a su encuentro, cambiando a un cuerpo humano, cuando pasa junto a Aron le da un hueso dorado del tamaño de un puñal.
- Aron es tu nombre verdad –
- Si, es mi nombre –
- Este hueso es una reliquia de nuestro pueblo te lo confío, cuida de tu hermana ella te necesitara, mientras lleves esto contigo el sol jamás podrá detenerte –
Se inclina y besa su frente
- Parva filii lunae –
La mujer toma de la mano al hombre y los dos caminan al bosque.
Alister la carga a su esposa y la lleva hasta el carruaje, al buscar a su hijo lo ve aun parado mirando a la pareja que se aleja hasta desaparecer en el bosque, aun conmocionada por la escena, Alistar corre a su encuentro verifica que no tenga heridas.
- ¡Aron!, quiero que me prometas que no dieras nada de lo que sucedió –
- Si, padre –
- Esto puede causar muchos problemas –
- Ente di padre –
Todo el regreso a casa estuvo en silencio, los dos se encontraban en shock por lo sucedido.
- Padre, puedo preguntarte algo antes de llegar a casa –
- Si dime hijo –
- ¿Esos seres eran los señores del bosque? –
- No estoy seguro, eso quiero creer –
- Padre el hombre me dijo que si tengo este hueso conmigo el sol no me hará daño –
- No lo muestres en público, ni si quiera le hagas mención a tus abuelos –
- Despreocúpate, padre no diré nada –
- Guarda contigo eso luego probaremos si es verdad –
- Si padre –
Al llegar a su casa los sirvientes estaban muy conmocionados y giraban de un lado para el otro como si hubiera perdido la cabeza.
- Señor por fin llega, o mi dios que le paso a la señora –
- Se quedó dormida está cansada la subiré a su habitación –
- Señor y el joven Aron –
- Aquí estoy nana –
- ¡oh! Querido estaba tan preocupada por ti tuve un sueño y …-
- No digas tonterías Anna y ayuda Aron a bajar –
- Si señor –
- Donde esta David, lo envié primero para preparar la estancia –
- El joven David esta con el Rey en el comer –
- El rey, Anna porque no lo dijiste antes –
Bajaron el carrosa y entraron de inmediato a la casa, el rey un anciano regordete de mejillas rosadas tomaba vino y reía alegremente con David.
- Majestad, mi hogar a sido bendecido por su presencia –
- ¡Ah! Alistar mi joven amigo –
- No merezco ese honor –
- El sacerdote, me dijo que tenia que venir, para estar presente en la gran noticia del imperio –
- Noticia majestad –
- Tu, esposa no está en cinta –
- Como lo supo –
- Ya te dije que el sacerdote me lo dijo no podía esperar para felicitar a tu familia, pero veo que ella esta dormida –
- Me disculpo por esta falta –
- Tonterías ve déjala en la habitación y deja que platique con Aron, por cierto, donde esta –
Aron da unos pasos y se inclina
- Aquí estoy majestad –
- Siempre tan perfecto, ven a mis brazos –
El pequeño corre asta el rey y se abalanza a sus brazos
- Que tal tu presentación, no te dio miedo –
- Soy grande majestad, la oscuridad tiene mucho tiempo que no me asusta –
- Lo se, lo se –
- Traje tu regalo –
- Majestad usted es tan amable –
- Esta fecha es tan especial, que tiene que recordarse por siempre, Sir Walter –
Un joven caballero se acerca con una caja larga cubierta de una tela dorada
- Esta es la espada de las siete almas del imperio y es para ti –
- Majestad me honra con este honor, pero –
- Se de tu condición querido Aron, pero los Sacerdotes han dicho que debe de ser tuya le pedí a Sir Walter que te ayude a tu entrenamiento, el vendrá por las noches y te entrenara –
Su padre baja las escaleras
- Su majestad esta es –
- Si Alistar es la espada de las siete almas del imperio –
- Será el primer caballero de las sombras, ese será tu nombre, los dioses te han bendecido, en la presentación del príncipe tendrás que estar presente debido que eres un caballero –
- La gracia de su majestad es infinita –
- Pequeño Aron, siempre he elogiado tus inmaculados modales, sé que esto es muy repentino y además desventajoso para tu padre el robar al su único hijo, pero es le designio de los dioses –
- Su majestad estamos a su ordenes como simples súbditos si mi hijo es de su veneficio lo entrego sin remordimientos en mi corazón –
- Me alegra escuchar esto –
- Su majestad es hora de retirarnos –
- Claro Sir Walter, espero su pronta visita hasta entonces –
El rey se levanta y todos se inclinan, Alistar esta conmocionado que pasa el destino de su familia acaso será el final de la feliz vida que esperaba tener.