En medio de la conversación el príncipe muy sutilmente introdujo el motivo de que había sido requerido.
Al final de cuentas fue muy oportuno llamarte Sir Aron –
Creo que el maestro Meridian ha caído en su gracias –
El príncipe se levantó y camino a la puerta
Sir Aron puede acompañarme un momento –
Claro príncipe –
Al llegar al final del pasillo su expresión cambio
Aron, lamento decirte esto –
Príncipe que está pasando –
Es mi padre Aron, todo es extraño con él, está obsesionado con ese hombre que trajo del sur, habla de una antigua raza de magos de leyendas absurdas y ahora dice que tú eres peligroso, no sé qué cosas más –
No sé qué decir eso es muy extraño –
Verdad es lo que creo yo será que el rey está siendo inducido por algún hechizo –
Príncipe, creo que debería tomar las cosas más tranquilo déjeme averiguar de ese hombre y pediré que lo investiguen para su tranquilidad –
Gracias sabía que podía confirmar en ti –
Quédese tranquilo le aseguro que esto no me llevara mucho tiempo y sir Walter donde esta –
El rey lo envió a una misión secreta y no quiere discutirlo con nadie –
Hablare con mis hombres de regreso –
Dejo esto en tus manos Aron, estoy muy preocupado por mi padre –
Tendrá respuesta pronto de mi –
Regresaron al salón los maestros estaban muy animados con bocadillos en mano Gorden aun con mucha desconfianza de lo que comían solo comía lo que los otros habían probado incitando a que comieran las cosas que le atraían
Por lo que veo están muy divertidos –
Joven maestro estamos muy contentos con estos manjares –
Me hace sentir feliz que sean de su agrado –
La mentó que solo podamos estar un corto tiempo con usted príncipe –
Yo lo lamento más, espero poder recibir pronto la invitación para visitar su castillo cuando las remodelaciones queden terminadas –
Claro que si será un honor recibirlo príncipe –
Los maestros comieron los últimos bocadillos, se despidieron, salieron al palacio y como aun no era tarde decidieron partir de inmediato para discutir que procedería con la familia.
Todo el camino Lobeles y Baquefor estuvieron discutiendo, uno decidía matar a la familia y el otro quiera investigar su vida.
Maestros, no quiero parecer impertinente, pero me gustaría que la decisión de la muerte se eliminara de la lista, no creo que abandonar a un hombre o elfo en su caso tenga la culpa, la culpa es de los hombres que lo abandonaron a su suerte el solo trato de sobrevivir, no merece esa condena –
Creo lo mismo Príncipe –
Los asuntos de los elfos son de los elfos, cada raza tiene la autoridad de juzgar a sus propios lacayos –
Entiendo, pero esta es mi tierra ahora y ellos fueron abandonados aquí –
Príncipe por favor –
Maestro Baquefor me gustaría que entendiera que no permitiré que mate a esta familia lo necesitamos más vivíos, ellos son dueños de la tienda conocen y tienen acceso a lo que nosotros nos llevaría décadas –
Entonces seguiré su sugerencia y vivirán mientras sirvan al príncipe él y su familia –
Hermano eso es magnífico además su hija es muy poderosa viste –
Me preocupa más que me asombre –
Hermano, por favor –
La sangre es la sangre y es más densa que el agua-
A mí me agrada su hija hermano –
Tu quedaste fascinado en esa mescla puff, me parece tan ordinarios tus gustos –
Vamos hermanos me agradas tú, mis gustos no pueden ser ordinarios –
Lobeles, cuida tus palabras, recuerda tu jerarquía –
Vamos maestros no deberían de pelear a si –
Lo siento joven príncipe –
En su tierra tal vez el linaje sea lo más importante, pero en mi tierra las conexiones son lo más importante y ellos tienen muchas así que es indispensable que son necesarios para nosotros -
El camino fue más tardado a pesar de que Aron tenía prisa, su cabeza le daba vueltas pensando cómo y quién era ese hombre misterioso que aconsejaba al Rey, su familia estaría en peligro. Tenía que poner en orden sus ideas y buscar ayuda de los maestros.
Después de llegar a la mansión y los sirvientes prepararon su regreso mientras tomaba su baño pidió una reunión con todos los maestros tenía que discutir todo lo que había pasado.
Su cuerpo se sentía extraño era una sensación de escozor en la piel y los ojos, además su respiración se hizo pesada, poco apoco su cuerpo estaba comenzando a sentirse rígido y una sensación de pesadez y sueño, al abrir los ojos se encontraba en un camino de escalones de piedra que tenía un arco de rosas el olor era un perfume que caía de las gotas del roció, al cruzar encontró un claro, tenía un árbol enorme con enredaderas en su tronco era majestoso su copa tan alta, al final había un pequeño lago y al acostumbrarse a la luz pudo ver un dragón blanco el cual tomaba agua indiferente de su precia los arbustos lo cubrían pero su cuello y patas delanteras sobresalían.
Se preguntaba que era ese lugar acaso estaba soñando o eran delirios, el viento y el sonido de un aleteo lo hizo girar al cielo un segundo dragón de color dorado bajaba y se acercaba, tallo su cara a un costado de él y entro al bosque, el primero lo siguió y se perdieron al momento que una voz gruesa que repetía su nombre se escuchaba a su espalda, al girar a donde escuchaba la voz parpadeo y recobro la conciencia, los maestros estaban alrededor confundidos, puso su mano en su frente para tratar de entender lo que pasaba.
Príncipe se encuentra bien -
Es evidente que algo no está bien Tormez -
Basta aléjense un poco, dejemos que el aire circule -
Traeré un poco de agua -
Con una mueca Aron trato de enfocar su visión
Creo que querían mostrarme ese lugar, los dos dragones -
Trate de tomarse su tiempo, no presione su cuerpo -
Tome agua príncipe refrescara su cuerpo -
Extendió su mano y tomo un trago, en efecto el agua fue refrescante y tranquilizó sus nervios
Estoy en mi habitación -
Se desmayo en la bañera así que lo trajimos -
Tengo miedo de preguntar -
No se preocupe príncipe en un momento se sentirá mejor -
Una mueca en su rostro
Confié en nosotros vera que no hay nada que preocuparse -
Bien, bien -
Hermano, salgamos a caminar para poder despejar la mente del príncipe -
Estoy de acuerdo contigo, le diré a las ninfas preparen la cena mientras nosotros salgamos creo que yo también lo necesito -
Al cruzar al pequeño patio privado había una pequeña cascada en una de las paredes alrededor de ella flores creciendo, tenía un kiosco rodeado por todos lados de enredaderas todo era muy hermoso.
Cuando tomaron asiento las ninfas comenzaron a colocar la mesa para comer, al ser de distintas razas sus gustos de comida eran igual de diferentes
Mientras que Lobeles, Baquefor y Delios su comida era parecida a la de los humanos al contener carne en su plato y algunas verduras, Gorgen al ser un Nomo su dieta era diferente parecían algo enrollado que no tenía un olor distinto a frituras, mientras que Tormez era cosas enrolladas en hojas su interior no se podía ver, Meridian en cambio él tomaba todo liquido el olor era dulce y de un color iridiscente el cual bebida de una pajilla de madera sus ojos se dilataban a cada sorbo parecía que le gustaba .
La cena fue amena y muy tranquila, al salir del comedor llevaron al príncipe al kiosco que estaba en la parte trasera del castillo, la pequeña laguna que lo acompañaba estaba llena de vida con las pequeñas luciérnagas que volován a su alrededor,
Nunca me cansare de decir que esto es mágico, es tan hermoso-
Esto es para el príncipe es un regalo de sus súbditos -
Gracias Delios -
El día de hoy en la audiencia con el príncipe, está muy preocupado por el Rey -
Es el rey de los hombres que conjuro a ese demonio -
Señor Tormez -
Creo que ahora todo tiene sentido, el rey trajo a una persona del sur y ahora está detrás de mi cabeza dice el príncipe que lo ha escuchado decir que soy un demonio y me desenmascarara debemos de actuar rápido si ese es el caso esto se saldrá de control -
Príncipe avisaremos a los reyes de esto si su identidad es revelada ahora corre el riesgo su familia humana y la princesa -
Si estoy de acuerdo Maestro Delios-
No podemos perder el esta oportunidad de alianza con el príncipe de los hombres eh estado analizando la situación y creo lo más prudente será deponer al rey por demencia apoyar al príncipe y ocuparnos de ese demonio debajo de todo -
Maestro Baquefor -
En esta ocasión estoy de acuerdo con el Maestro Baquefor, esto asegurara la tranquilidad de su familia humana ya que, si el rey comienza a ganar fuerzas esto será un caos, para detenerlo podría lastimar a su familia -
Tienen razón, maestro Delios ocúpese de ese asunto, mañana envié una respuesta al príncipe -
Déjeme encargarme personalmente de ello los maestros no tienen que preocuparse -
Gracias Maestro Delios -