Yao Yuri estaba en su habitación, sentada con las piernas cruzadas frente a la ventana, el sol de la mañana alumbraba sobre su hermosa cara, parecía como si el sol quisiera compensar su falta de calor humano, más fue un intento fallido para el gran astro. Ya habían pasado dos días desde su llegada y Yao Yuri se había encerrado en meditación aislada argumentando a su madre que tenía demasiado miedo, por supuesto que sus padres no notaron su avance en el refinamiento espiritual, cómo iban a hacerlo si usó el antiguo cántico de la Estrella Sirena del Cosmos, era una de las hermanas de su madre y le había heredado el legado del ocultamiento de espíritu antes de morir para renacer en otra tierra, era una técnica bastante simple que usaba el calor del sol para ocultar la fuerza de su espíritu, sólo se podía usar de día por lo que mientras dormía debía usar otro antiguo lema de la Estrella Tímida bajo la Luna. Estas técnicas le permitían crear su fachada de debilidad mientras aumentaba su poder en secreto, todavía estaba atrapada en el cuello de botella de la séptima etapa del reino Shenti. Abrió los ojos lentamente y suspiró.
"La energía espiritual en este lugar no es constante, está muy alejada de las fuentes... a este paso demoraré demasiado tiempo en llegar al reino Xinzhi de refinamiento espiritual... Debo buscar un lugar mejor que esté para cultivarme... "
Sus ojos se llenaron de obstinación, se levantó y alisó la falda de su vestido de terciopelo verde claro. Estaba apunto de empezar a recitar mentalmente la técnica de ocultamiento del inmortal Mar de Sabiduría cuando escuchó un golpe en la puerta. Se acercó y abrió la puerta a medias, su rostro helado asustó al eunuco parado del otro lado de la puerta.
- Jo... Joven Princesa Mayor... su majestad imperial, el Emperador Yao Ming solicita que asista a una audiencia con él...
Yao Yuri asintió y abrió la puerta completamente, camino hacia la sala del trono sin mirar dos veces al eunuco. Caminó lentamente con una esquina de su falda arrastrándose en el suelo, a pesar de que las capas y capas de terciopelo de algodón que formaban la falda eran largas y podrían hacer tropezar, Yao Yuri aún así caminó con la espalda recta y un porte de nobleza, eso combinado con su aura fría e indiferente, le daban la imagen de una auténtica diosa de los cielos. Llegó a la puerta del salón principal y se encontró de frente con una niña vestida en color rosa con terciopelo de nylon, Yao Yuri la reconoció como Tang Zaisha, era una descendiente de la rama central de la familia Tang, hija de la hermana menor de Tang Ziyue, Tang Shanshan. Yao Yuri recordó que esa niña era déspota y arrogante, además de haberse burlado de ella en el pasado, actuaba como una flor blanca frente a su hermano, Yao Yize, pero cuando él no estaba presente se transformaba en lo que en verdad era, una arpía. Su fría mirada reparó en el niño parado cerca de ella, tenía el cabello castaño claro y ojos oscuros, su piel color crema le daba un aire deslumbrante, su sonrisa alegre atraía la atención de cualquiera, aparentaba tener unos 12 años, ese era su hermano, Yao Yize. Yao Yuri entrecerró los ojos por una fracción de segundo antes de colocar otra vez una expresión indiferente, ocultando lo que estaba pensando.
- Hermana mayor Yao - Yao Yize le sonrió ampliamente a Yao Yuri haciéndole una leve reverencia, ella simplemente asintió y estaba a punto de seguir su camino cuando Tang Zaisha se atravesó en su camino, la diferencia de altura hizo que Yao Yuri tuviera que mirar hacia abajo para poder ver directamente a los ojos azul perlado de Tang Zaisha.
- ¿Necesitas algo? - Yao Yuri le habló fríamente, con tintes de desprecio en lo más profundo de su voz, intensiones que unos niños jamás entenderían fácilmente.
Tang Zaisha parpadeó para ocultar los destellos de odio que bailaban en sus ojos, destellos que Yao Yuri ya había visto desde que sus miradas se cruzaron, Tang Zaisha bajo su cabeza para hacer una profunda reverencia y decir con los dientes levemente apretados:
- Joven Princesa Mayor Yao, Tang Zaisha le expresa sus saludos y respeto...
Yao Yuri sonrió con frialdad y una mueca de desprecio, absolutamente visible para Tang Zaisha pero invisible para Yao Yize debido a la distancia se expresó en su hermoso rostro, Tang Zaisha se estremeció al ver esa despiadada mueca y dio un paso al costado inconscientemente. La expresión de Yao Yuri volvió a cambiar para sonreír con indiferencia y cordialidad mientras asentía en la dirección de Tang Zaisha.
Iba a entrar en la sala principal cuando captó una frase de una conversación.
- El compromiso sigue en pie, hemos logrado que la familia Yang reconsidere la oferta, pero hay una condición... y es que la Joven Princesa Mayor Yao debe ser enviada lo antes posible al castillo imperial Yang del Reino Dongguan...
Yao Yuri se congeló con la mano en el aire y frunció profundamente el ceño, dio un paso atrás y respiró profundamente, libero el poder de su base de cultivo y atacó a Tang Zaisha que estaba a punto de hablar, la niña de once años tropezó hacia atrás, ella solo tenía 11 años y recientemente había hecho su prueba de espíritu condensado para comprobar su talento innato, era ordinario pero con la ayuda de píldoras medicinales seguramente lograría llegar a la primera etapa del reino Xinzhi de refinamiento espiritual en algunos años, un pequeño rastro de sangre se deslizó de sus labios y ella retrocedió más pasos, mirando a Yao Yuri con terror evidente en sus ojos. Yao Yuri sonrió y golpeó tres veces la gran puerta antes de abrirla para entrar.