Esa calurosa tarde al finalizar las clases un silencioso y bastante "Unico" grupo se encontraba caminando juntos hacia una misma dirección, la casa de Charlotte, después de todo esta última no pudo decir nada e incluso si se hubiera quejado seguramente no habría podido hacer que la terca de su amiga, Jessica, diera marcha atrás, Lyon y Cecile sabían esto y por eso cuando habían salido del salón que ocupaban le dieron unas palmaditas en la espalda, sin embargo no era como que Charlotte estuviera precisamente en contra de aquella idea, dejando de lado lo repentina que fue y que hubiera deseado tener tiempo para preparar la casa y recibirlos como merecían, estaba en verdad feliz, incluso en su poco expresivo rostro se podía notar esta felicidad mientras caminaba liderando al grupo y al ver esto Tanto Jessica como Lyon y Cecile intercambiaron miradas sonriendo, sin embargo había uno de ellos que no parecía estar nada feliz y era aquel chico de cabello Blanco que caminaba detrás de ellos, aunque Lyon se opuso a la idea de que él más viniera, Jessica lo convenció con el argumento de que sería bueno tenerlo cerca ya que no sabían como podría reaccionar su habilidad y él parecía si ser capaz de saber lo que está hacía en todo momento, era algo forzado pero pudo ver en los ojos de ella aquella mirada que siempre tenía cuando tenía sus razones para hacer lo que hacía, sin embargo incluso ahora no paraba de mirar hacia atrás a Jonathan quien los seguía en silencio y Lyon no era el único, Charlotte también observaba a este con curiosidad, le sorprendió no solo que Jessica lo invitara si no que accediera, este noto que era observado y alzo su mirada encontrándose con la de Charlotte pero solo por algunos instantes ya que pronto desvió la mirada hacia un lado, este chico era bastante difícil de comprender para ella y ni siquiera el poder ver sus "Colores" le ayudaba, sus colores estaban envueltos por un tono azulado oscuro, color que simbolizaba la tristeza y que a la vez hacia dificil visualizar el resto de colores, esto también le recordaba a otra persona, cierto chico cuyos colores eran tan tenues y débiles que eran difíciles de leer haciendo estos casi imperceptibles al ser semitransparente, chico al que ahora observaba, Lyon, este aún observaba a Jonathan cuando sintió la mirada de Charlotte y volteó a verla algo confundido mientras todo el grupo se detenía en un semáforo.
–...¿Ocurre algo? –No pudo evitar preguntar al ver como ella lo seguía mirando fijamente.
–No es nada... solo pensaba que ustedes dos se parecen. –Charlotte respondió mientras pasaba su vista de Lyon a Jonathan.
Al escuchar aquella declaración la divertida risa de Jessica se hizo escuchar, al parecer aquel comentario le parecía realmente divertido, Cecile por su parte estaba caminando junto a Lyon y comenzaba observar a este y a Jonathan intentando ver en que se parecían, Lyon por su parte parecía algo molesto ya que incluso había cruzado sus brazos y parecia estar a punto de quejarse.
–No nos parecemos en nada.
–No nos parecemos...
En ese momento todos se habían quedado sorprendidos incluso el mismo Lyon, ya que casi al mismo tiempo que él se había quejado, alguien quien nadie hubiera pensado había hablado también, Jonathan, quien mantenía su mirada hacia un lado en el momento en el que dijo eso.
–...Pfff. –Jessica había comenzado a reír realmente entretenida por aquella escena.
Además no era la única, Cecile reia por lo bajo mientras le daba unas palmaditas en la espalda a Lyon quien parecía no muy conforme, viendo esta escena una leve risa escapó de los labios de Charlotte, risa que intento ocultar cubriendo sus labios con su mano.
–Vaya~ Parece que Char tiene razón ¿No Lyon? –Jessica se acercó a Lyon abrazandolo de lado colocando su brazo sobre el hombro de este mientras le dedicaba una burlona sonrisa.
–...No me molestes por favor. –Él por su parte solo pudo mirar hacia otro lado algo avergonzado ya que después de esa escena era difícil negarlo y decir algo como "Fue pura casualidad" le parecía aún más vergonzoso y seguramente Haría que Jessica lo moleste aún más.
Aquel simple comentario que Charlotte había hecho logro cambiar el ambiente del grupo el cual se había vuelto más animado y mantenia varias risas mientras cruzaban la calle, Jessica y Lyon comenzaron aquel tan usual intercambio de "Molestarse" que solían tener, mientras que Cecile intentaba calmarlos pero esta mantenia una divertida sonrisa en sus labios y no parecía realmente estar intentando detenerlos, incluso Lyon que era la víctima aquí parecía estar más relajado y alegre, sin embargo Charlotte notó como había alguien quien se mantenía al margen de aquella escena, volviéndose hacia este mientras los demás cruzaban la calle, Jonathan se encontraba aún detrás de ella mirando hacia un lado cuando no pudo evitar mirarla, después de todo aquella chica le estaba dedicando una leve sonrisa mientras parecía estar esperándolo.
–... ¿Esta bien que te quedes atrás? –El peliblanco cuestionó a la chica ya que veía como el resto ya había cruzado la calle.
Charlotte simplemente asintió.
–¿No es peligroso que se separen? Se supone que te deben cuidar.
–Quizás, pero creo que estaré bien, después de todo estas aquí. –Esta por un momento volteó a ver a sus amigos quienes estaban ya del otro lado de la calle y se habían detenido a esperarlos.– Y creo que ellos piensan lo mismo, Lyon y Jessica son muy buenos juzgando a las personas y Cecile es realmente pura y sincera, por eso pueden caminar tan relajados y dejarme atrás, saben que no me dejaron "Sola".
Jonathan no lo comprendía, podía ver a aquellos chicos que los observaban desde el otro lado de la calle, ¿Como podían confiar en alguien tan fácilmente? Pero aunque no lo comprendía y no lo creía en su totalidad, una pequeña emoción de felicidad se creaba inconscientemente en él al pensar que quizás, solo quizás, en verdad estaban confiando en él. Lo único que pudo hacer ante esto fue comenzar a caminar, volteandose a ver que Charlotte le siga, está al ver eso solo mantuvo aquella leve sonrisa mientras lo seguía y así todos se juntaron nuevamente.
Pronto su caminata los llevó hasta el tan esperado lugar, la casa de Charlotte, mientras se acercaban a la reja que parecía ser la entrada de una casa a la cual le faltaba poco para ser una "Mansión" todos se quedaron mirando sorprendidos esta, incluso Jonathan tenía un rastro de estar impresionado en sus ojos.
–Woah... lo imaginaba desde que supimos quien era tu padre pero, en verdad eres una señorita de familia ¿Verdad? –Jessica pasaba de ver asombrada la casa a mirar a Charlotte.
Esta estaba algo avergonzada de ser llamada de esa manera, sobretodo porque de camino hasta allí pasaron antes por la casa de Lyon para que este recogiera algo de ropa para cambiarse y para no tardar demasiado también tomó algo de ropa "Prestada" del armario de su hermana para prestarle a Cecile, Jessica por su parte dijo sospechosamente que justo ese día había llevado una mudada extra de ropa a clases por si decidía salir a divertirse luego de clases, tanto Lyon, Cecile y la misma Charlotte la miraron con expresiones que decían claramente que todos pensaban que ella había planeado lo de la Pijamada , sin embargo más importante para Charlotte era el mismo hecho de tener a todos allí al fin, por lo que luego de pasar la gran reja y caminar un poco por el sendero hasta la puerta de su casa, tomo las llaves de su mochila y abrió la puerta adentrándose en la casa y una vez allí encendio la luz y decidió voltearse a ver a todos, se podía notar la emoción en sus ojos mientras les hacía señas de que entren.
–¡Primera! –Jessica no perdió tiempo y entró básicamente de un Salto para ponerse a observar el interior.– Oh~, ¿Asi que esta es tu casa?
Lyon y Cecile fueron los siguientes en ingresar mientras Jessica se adentraba más observando todo con atención, desde los cuadros decorativos hasta los Candelabros en el techo que iluminaban el lugar. Por último Jonathan parecía algo indeciso sobre si entrar o no pero al final también entró y una vez todos allí Charlotte cerró la puerta mientras todos sus invitados paseaban sus miradas por todo el lugar, Jessica paseando ella misma por la casa. Como se notaba desde fuera el lugar era realmente grande, la entrada daba directamente con la sala de estar , estando la puerta justo en medio de esta y si seguían caminando recto se encontraban con unas grandes escaleras que dirigían al segundo piso, a su izquierda seguía siendo la sala de estar ya que encontraron diferentes adornos, pequeñas mesitas llenas de Marcos con fotos o diferentes estatuillas y adornos además de un sofá grande y dos pequeños ordenados frente a la chimenea, mientras que si seguían a la derecha terminarían dando con el comedor.
–Las habitaciones están arriba, tenemos cuatro habitaciones de invitados donde pueden dejar sus cosas y si quieren cambiarse, cada Habitación tiene un baño privado también...
–¡Denegado! –Jessica desde el comedor alzaba la voz para volver rápidamente hasta Charlotte quien la miraba confundida.– Esto es una Pijamada, por supuesto que debemos dormir todas en la Habitacon de Char.
–¿Eh?... ¿Mi habitación?... –De solo pensar en eso un leve rubor aparecía en las mejillas de Charlotte, nunca había invitado a nadie a su habitación y no sabía si sus gustos eran normales o no, sumado a eso había otro problema el cual estaba observando, Lyon y Jonathan, ambos eran chicos por lo que era impensable para ella que fueran a su habitación.
–Oh, no te preocupes Lyon y Jonathan tendrán su propia pijamada de chicos en los sofás de la sala. –Jessica decía eso despreocupadamente.
–Entiendo el que no podamos estar en la misma habitación que ustedes pero ¿Por qué el sofá? Hay cuatro habitaciones libres. –Lyon casi instantáneamente había respondido.
–Oh, pensé que era el sueño de todo hombre el ser mandados a dormir al sofá por su esposa.
–No recuerdo en ningún momento haberme casado contigo y dudo mucho que ese sea un sueño de los hombres.
Ya había comenzado el usual intercambio de estos dos pero este no duró mucho ya que pronto Lyon comenzó a caminar hacia la escalera volteando a ver a Charlotte en cuanto estuvo frente al primer escalón.
–¿Podemos ir a acomodarnos en nuestra habitación entonces?
Ante esta pregunta Charlote asintió con la cabeza.
–Pueden usar cualquiera de las habitaciones de la Derecha pasando la que tiene un letrero con mi nombre.
–Ya veo, muchas gracias. –Luego de decir esto miraría en dirección a Jonathan-– Hey tu, ven también tenemos que decidir dónde dormiremos.
Jonathan se sorprendió un poco de que le estuviera hablando, pero pronto decidió por alguna razón obedecerle y pronto ambos se encontraban subiendo las escaleras y dirigiéndose a una de las habitaciones.
–Bien, nosotras tampoco perdamos el tiempo ¡A la Habitación de Charlotte! –Jessica señalaba directamente hacia la cima de las escaleras.
–¡S-si! –Cecile se unió a ella pronto viéndose también bastante emocionada.
Ante esto por mucho que aún le avergonzara y preocupara un poco el hecho de mostrar su habitación, Charlotte solo pudo suspirar y rendirse, comenzando a subir las escaleras mientras era seguida por ambas chicas. Una vez frente a la puerta de su dormitorio estuvo con la mano en el pomo durante varios segundos, pero al final logró tomar valor suficiente para abrir la puerta, entrando a su propia habitación y volteando a ver a sus dos amigas.
–E-esta es mi habitación...
Esa fue toda la señal que necesitaron para que tanto Jessica como Cecile entraran, fue una sorpresa, el color rosa suave de las paredes y las sábanas de la cama combinado con la suave fragancia, la gran cantidad de peluches por la habitación y lo ordenado que estaba todo las habían dejado en Shock, pero no por que esto fuera raro, si no porque esa habitación era tan femenina que ambas se sentían derrotadas como chicas al recordar como estaban sus propias habitaciones.
–¿Que les parece?... ¿Es raro? –Viendo como ambas habían quedado sorprendidas Charlotte no pudo evitar preguntar algo preocupada.
–¡No, No! No es nada raro, solo me sorprendió ver tantos peluches. ¿En verdad te gustan no? –Jessica fue la primera en contestar casi al instante.
Cecile luego del shock de haber comparado esa habitación con la suya propia empezó a observar más detenidamente el lugar al escuchar el comentario de Jessica, pronto sus ojos se detuvieron en un peluche en específico, un pequeño peluche de un regordete conejo blanco llamó la atención de la pelirroja que se acercó a este y lo tomó en sus manos.
–Wow... es tan lindo y esponjosito... –Miraba el peluche con emoción.
Charlotte reconoció el peluche al instante y pronto se acercó a Cecile Cecile sonriendo amablemente.
–Ese es "Sr. Mofletes", es mi peluche favorito, fue un regalo de mi madre.
Se podía notar la alegría en sus palabras mientras miraba aquel peluche que tanto amaba, per también una leve melancolía, melancolía que Jessica notó y quizás intentando cambiar de tema comenzó a hablar.
–Bueno, es divertido ver la habitación de Char pero deberíamos cambiarnos pronto, muero de hambre. –Tomaba su propio estómago mientras hablaba.
–Oh, es cierto, debo decirle a los cocineros que preparen comida para cinco personas también. –Charlotte recién cayó en cuenta de eso y algo apresurada se dirigió a la puerta dándole una última mirada a ambas chicas.– Pueden ir cambiándose, enseguida regreso.
Con esto dicho salió de la habitación y bajo con cuidado las escaleras dirigiéndose al comedor y luego a la cocina, lugar donde aún estaban aquellos quienes le preparaban la comida, luego de explicar lo que ocurría esta pronto estaba subiendo nuevamente por las escaleras, le habían preguntado que deseaban sus compañeros de Beber y ella al no saber responderles les dijo que esperaran y que preguntaría, con esto en mente una vez subió las escaleras se detuvo frente la puerta de su habitación, observando la de al lado donde debían estar Lyon y Jonathan, le preocupaba que todo estuviera bien, por lo que decidió ir a ver mientras de paso les preguntaba que querían tomar, toco suavemente la puerta de la habitación pero no hubo respuesta, esto le inquietó un poco y lo que escucharía desde dentro de la habitación no la calmarla nada.
–¿Como pudiste hacer algo así? ¿Que pensabas que pasaría? –La voz de Lyon se escuchaba desde adentro.
La voz que escucho parecía molesta, y poco después se escuchó un sonido de varias cosas cayendo al suelo, lo primero que pasó por la mente de Charlotte es que estaban hablando de algo realmente serio que desembocó en una pelea y debido a eso ahora se escuchaba ese alboroto, no sabía que debía hacer pero al final se armó de valor y abrió la puerta de golpe, sin embargo no estaba preparada para lo que vería, frente a los ojos de aquella chica se encontraban Lyon y Jonathan con la parte superior de sus cuerpos descubiertas, Lyon mantenía una camiseta entre sus manos ya que estaba por colocarsela, mientras que Jonathan por su parte parecía recién estar quitándose la suya ya que su camisa estaba a medio quitar, sin embargo eso no era en lo que Charlotte se enfocaba, ella era una chica realmente inocente y pura, pero quizás por eso su mirada casi inconscientemente se concentraba en los cuerpos de ambos chicos, el cuerpo de Lyon mantenía aquel color Canela claro de la piel de este, pero contrario a lo que parecía a simple vista, tenía un abdomen con unas leves siluetas de marcas abdominales, al igual que sus brazos tenían ligeras marcas de músculos en sus bíceps, después de todo entrenaba su cuerpo de vez en cuando y al ser de contextura algo delgada, algo de ejercicio lograron marcar un poco su cuerpo, por otra parte Jonathan era simplemente Delgado, no tenía ninguna señal de que se ejercitará, pero aquella piel Blanca como la nieve en un cuerpo alto con hombros bien definidos sumados a aquel rostro bien detallado que tenía mas su cintura y abdomen delgados, lograban causar también un gran impacto en el corazón de Doncella de Charlotte, quien se había quedado congelada con su rostro totalmente rojo hasta las orejas, Ambos chicos la miraban en silencio sin saber cómo reaccionar ya que ninguno esperaba que alguien les abriera la puerta tan repentinamente.
–Y-yo... e-este... ¡Lo siento Mucho!
Charlotte se disculpó con todas sus fuerzas mientras cerraba sus ojos y se dirigía a su habitación apresuradamente, dejando a los confundidos y sorprendidos chicos con la puerta aún abierta, además debido a aquello la pobre chica olvidaría por completo lo de preguntar por la bebida y los cocineros tendrían que preparar diferentes jugos para tener varios sabores.