Era una mañana resplandeciente para los estudiantes de la academia "Valitud", los jóvenes paseaban por el patio y los pasillos del lugar, riendo y conversando animadamente entre ellos, caras conocidas como rostros nunca antes vistos seguían viviendo su día a día sin ninguna preocupación. En medio de aquel escenario una voz femenina proveniente del salón de maestros resonaba suavemente.
–Y entonces no pudiste alcanzarla, no reaccionaste a tiempo.
La voz de lo que parecía ser una mujer se dirigía a alguien más en esa habitación, mientras tanto fuera de allí en la entrada de la academia un grupo de tres chicos y dos chicas parecían estar esperando a alguien, quien estaba al frente del grupo era un chico de cabellos castaños el cual era molestado por los otros dos chicos que le decían algo que lograba ruborizarlo y este se cruzaba de brazos totalmente sonrojado negando lo que sea que sus amigos habían dicho, las otras dos chicas se reían al ver esto pero pronto notaron la mirada preocupada del chico quien observaba fijamente a las personas que ingresaba a la academia, buscaba a alguien con la mirada, buscaba a una chica en específico con la cual todos los alli presentes querían disculparse, una chica que habían juzgado mal hasta hace poco y apenas había comenzado a abrirse a ellos le habían dado la espalda, querían disculparse pero entre más tarde se hacía menos personas entraban a la academia y ella aún no había llegado, se podía notar la preocupación en la mirada de esos cinco jóvenes.
–Así es, a pesar de que se suponía que estábamos allí para protegerla no pude alcanzarla. –Una voz masculina era la que respondía.
–Ya veo... entonces ¿Ella cayó?
Ya no ingresaba ningún otro alumno a la academia y aquel grupo seguía esperando en la entrada observando con expresiones cada vez más preocupadas y tristes como las puertas de la academia comenzaban a cerrarse, se había acabado el tiempo. Al ver esto el chico de cabellos castaños apretaba sus puños con fuerza y bajaba la mirada.
–Así es... pero...
En ese mismo instante una de las chicas alzo la voz y señalo en dirección hacia afuera, en cuanto escucho eso el chico que hasta hace instantes estaba abatido alzó la mirada y una gran sonrisa apareció en su rostro, incluso parecía que iba a llorar de la emoción, una chica de lentes y largos cabellos castaños atados en una coleta se dirigía hacia ellos corriendo apresuradamente para poder llegar antes de que la puerta se cierre.
–Hubo alguien que si la alcanzó...
La chica que lograba entrar justo antes de que la puerta se cierre respiraba agitadamente debido a que tuvo que correr para entrar, pero no tuvo tiempo a recuperarse del todo antes de que aquel grupo se acercara corriendo a ella y las dos chicas se abalanzaban sobre ella abrazandola, la pobre chica fue tomada por sorpresa pero pronto notó quienes eran los de aquel grupo, eran sus compañeros de clase. Aún siendo abrazada su atención se fijo en el chico castaño que había avanzado hacia ella para cerrar sus ojos con fuerza inclinando la cabeza y disculpándose en voz alta y desde su corazón, al ver esto aquella chica estaba totalmente sorprendida pero pronto una suave y leve sonrisa aparecía en su rostro mientras asentía, todos al ver esto se llenaban de alegría y pronto rodeaban a la pobre chica bombardeandola con preguntas.
Mientras tanto en el salón de maestros Lyon observaba por la ventana con su usual expresión cansada cuando aquella voz femenina llamó su atención.
–No pareces muy alegre a pesar de eso.
Lyon había volteado hacia la fuente de esa voz, una mujer rubia de cabellos largos que observaba a este con una sonrisa, era sin duda alguna una maestra aunque parecía realmente joven, no podrías adivinar que se trataba de una maestra de no ser por el uniforme de maestros que usaba, el cual era similar a un traje de vestir para mujeres, o un "Smoking", con la diferencia de que en el pecho de la camisa llevaba el logo de la academia.
–No, te equivocas me alegra mucho, simplemente aún me cuesta creerlo, que ese chico en verdad no se hubiera rendido hasta el final.
Diciendo esto Lyon había vuelto a ver por la ventana, recordando aquel momento en el cual solo Jonathan reaccionó a tiempo, pero aún así él tampoco la podría alcanzar, pero en contra de todo pronóstico lo que hizo en ese caso fue saltar el también del balcón, alcanzando la mano de Charlotte y atrayendola hacia el para cubrirla con su cuerpo mientras caían, logrando ella salir casi ilesa con solo algunos rasguños gracias al haber sido protegida por el cuerpo de Jonathan y el milagroso hecho de haber caído sobre unos arbustos.
–Bueno, dicho con tus palabras "Era su turno de ser el heroe". ¿Verdad? –La mujer sonreia al decir aquellas palabras que el mismo Lyon solía usar.
Al ver esto él no pudo evitar molestarse un poco ya que sentía que se burlaba de él pero tampoco podía negarlo, por lo que solo volvió a mirar por la ventana, notando esto la mujer solo soltó una leve risa y continuó hablando.
–Entonces, ¿Que paso con él?
–Es un idiota. –Lyon respondió casi instantáneamente y pronto volvió a ver a la mujer rubia.– Y los idiotas son increíblemente duros.
En ese mismo momento Jonathan también se encontraba mirando por la ventana, pero este estaba con una bata de "Paciente" y se encontraba en una habitación de Hospital, tenía varia gazas y vendas en su rostro y brazos debido a los Cortes que las ramas le habían provocado, además de su brazo derecho totalmente enyesado, también tenía algunas costillas fracturadas pero eso no era visible y ya había sido tratado.
–Ya veo, conque un idiota. –La rubia sonreía picaramente mientras repetía aquellas palabras viendo a Lyon.
Este notando eso solo la veía confundido.
–¿Que ocurre?
–No, nada, nada. Continuemos. ¿Que hay del poder del chico? ¿Ya no hay ningún peligro?
–No, luego de aquello no volvió a ocurrir nada y por lo que nos dijo parece que su poder, "Devilman", ahora le obedece, creo que es debido a que él salto del balcón, si él muere su poder también, sabiendo esto "Devilman" tiene miedo de esto. Aunque claro, solo son teorías, pero estamos seguros de que ya no hay ningún peligro.
–Ya veo, eso es bueno... ahora una ultima pregunta. –Al momento de decir esto la hasta ahora calmada sonrisa de la mujer desaparecía y era sustituida por una expresión seria.– ¿Descubriste si su poder fue el causante o esta involucrado con "Aquel incidente"?
"Aquel incidente", Lyon sabía a lo que se refería, la misteriosa muerte de uno de los alumnos de la academia, era un tema realmente serio y quizás debido a eso este estuvo en silencio varios segundos antes de responder cerrando sus ojos.
–No, para nada.
Una respuesta simple y corta que por unos momentos parecía no convencer a la mujer que seguía mirándolo fijamente, pero pronto la sonrisa despreocupada y alegre de esta volvió.
–Ya veo, eso es todo entonces, puedes irte.
Lyon solo asintió ante esto y pronto se retiró de la sala de maestros, en cuanto salió de esta Jessica se encontraba con la espalda apoyada en la pared junto a la puerta, esperándolo con una animada sonrisa y con ambas manos en su espalda. Este solo le dedico una mirada antes de seguir de largo y comenzar a caminar por el pasillo, por lo que Jessica comenzó a seguirlo hasta estar caminando a su lado, los pasillos estaban afortunadamente vacíos ya que las clases estaban por empezar y una vez se alejaron lo suficiente de la sala de maestros Jessica lo miro con una curiosa sonrisa.
–¿Al final su poder no tenía nada que ver con "Ese incidente"?
–No, como vimos su poder solo puede influir indirectamente en las personas y en la casualidad o suerte, es imposible que pueda hacer algo como "Eso". –Lyon contestó despreocupadamente sin dejar de caminar.
–Mm... –Jessica sin embargo parecía estar pensando en algo mientras miraba el techo.– Pero, si su habilidad puede afectar la "Suerte y casualidad", ¿No podría haber causado que se encuentren con el verdadero asesino? ¿No significa eso que si esta involucrado?
Lyon guardó silencio al escuchar aquello, pero sin detenerse a mirarla siquiera contestó de la manera más despreocupada posible.
–No lo había pensado.
Mentía, era imposible que él de todas las personas no hubiera pensado en algo así y ella lo sabía muy bien, quizás por esto mismo la sonrisa de Jessica era más profunda que antes, dejando de mirar a Lyon para mirar hacia adelante.
–Ya veo... Sabes, me gusta esta parte de ti...
Ese repentino comentario tomó por sorpresa a Lyon quien se sobresaltó levemente por alguna razón, no sabía como contestar a eso pero afortunadamente no tendría que hacerlo ya que ella agregó con una animada sonrisa.
–Es una pena que el resto de ti sea un completo fracaso.
De nuevo un sobresalto se vio en Lyon pero esta vez se podía saber perfectamente la razón ya que fruncia el ceño molesto. Jessica notaba eso y le parecía divertido ya que sonreia de manera juguetona mientras llevaba su mano a su propios labios.
–Oh, ¿Dije algo insensible? Perdón, no sabia que querías que te halague~.
Esto solo logró molestar aún más a Lyon, cosa que era lo que buscaba y para el momento en el que llegaron al salón ya se habían enfrascado en aquella usual "Discusión" que solían tener, pero pronto fueron interrumpidos por Cecile quien saltó hacia ellos y abrazo a Lyon pareciendo a punto de llorar, había estado completamente sola en el salón de clases rodeada de los demás estudiantes y esto para alguien tan tímida como ella había sido realmente aterrador, notando esto Lyon se disculpó mientras acariciaba la cabeza de la pequeña pelirroja, todos los demás los ignoraban totalmente y Eri y sus dos amigos que siempre la acompañanan no parecía estar en el salón, siendo ella la única que le prestaba atención a aquel grupo, sin embargo algo bastante raro que habían estado viviendo últimamente ocurrió y una chica de pelo corto que pasaba junto a ellos volteó a verlos y le dedico un leve "Buenos dias" para luego ir rápidamente con sus amigas a su lugar, esto sorprendió a Lyon la primera vez que ocurrió pero ya se había vuelto normal, esa chica después de todo era Hannah, la chica del incidente de "Descontrol" del gimnasio, al parecer sus amigas le explicaron que fue gracias a Lyon que la encontraron y aunque al principio no podía creerlo, cuando le pregunto a Eri y a Nicholas estos le dijeron que era cierto, desde ese día había empezado a saludar tanto a Lyon como a Cecile todas las mañanas, era un cambio realmente pequeño pero fue un cambio, cambio al que Lyon aún no se acostumbraba así que no sabia como reaccionar, por lo que solo continuo hablando con Cecile y Jessica hasta que el maestro llegó y la clase empezó.
En otro salón el maestro sin embargo aún no había llegado y gracias a esto Charlotte tenía una charla con dos chicas realmente animadas y junto a ellas algo apartados estaban tres chicos hablando entre ellos, estando entre esos tres Jhonny, quien fue el que más afectado estaba el anterior día por como habían tratado a Charlotte y quien convenció a los otros de disculparse, Charlotte por su parte aunque se mantenía inexpresiva la mayor parte del tiempo, en sus pocas y cortas sonrisas se podía notar cierta "Alegria" a su alrededor, incluso sin su poder todos podían "Verlo" y debido a eso estaban realmente conmovidos, la chica a la que habían dado la espalda brillaba tan amablemente para todos, ese día cuando las clases terminaron el resto del salón detuvo a Charlotte antes de que se fuera y se disculparon uno tras otro, esto solo alegro aún más a esta chica logrando que tuviera una sonrisa en su rostro mientras caminaba por los pasillos, llamando la atención de algunos de los chicos que pasaban por allí quienes se preguntaban quién era, era increíble como aquella sincera sonrisa era tan "Radiante" y la fina apariencia de Charlotte solo la hacía resaltar más, solo podía pensar en lo mucho que ahora disfrutaba la escuela y en los amigos que había hecho, deteniéndose en la puerta de aquel grupo que había iniciado todo y que la acompañó y apoyó en todo momento, aún desde afuera podía notar aquellos "Colores" tan amables y cálidos que la habían acompañado, al abrir la puerta pudo ver aquella escena que empezaba a apreciar tanto, Jessica y Lyon parecían estar discutiendo como siempre mientras que Cecile solo reía al verlos, todos estos al notar que ella llegaba voltearon a verla y le dedicaron sus sonrisas mientras ella entraba al salón el cual tenía en la pizarra aquel curioso logo de "Demerits" en casi toda la pizarra, mientras que a su alrededor habían escritos varios nombres, Lyon, Cecile, Jessica, todos escritos por los mismos dueños de aquel nombre por lo que cada uno tenía una escritura diferente, en medio de todo eso a un lado había escrito en una elegante letra cursiva el nombre de la chica que ahora disfrutaba de ese lugar y de esas amistades, "Charlotte".
Ya un tiempo más tarde se podía ver el atardecer en el cielo y Charlotte se encontraba parada junto a un árbol en una pequeña plaza en la cual los niños jugaban en el parque infantil.
–Así que, al final hiciste las paces con todos tus amigos. –Una voz rasposa sonó a unos metros de ella.
Era aquel sujeto de "Apariencia sospechosa" con el cual solía hablar. Aquel sujeto que había conocido hace ya mucho tiempo y quien tenía aquel amable color del cual disfrutaba tener a su lado.
–Pero, tengo una pregunta señorita, después de todo lo que ocurrió. ¿Como te sientes tú?
Era curioso, no muchos le habían hecho esa pregunta, en realidad hasta ese momento nadie se la había hecho al menos no de esa forma tan directa, notando eso ella solo pudo responder una cosa, volteando a ver a aquel sujeto con una sonrisa tan sincera y "Brillante" que nadie creería que se trata de la misma chica inexpresiva que solía ser.
–Ha sido realmente complicado... algunos salieron lastimados incluso, pero al final todos logramos pasar por esto... juntos...Estoy realmente feliz.
Respondió con total sinceridad a tal punto que el sujeto solo pudo suspirar mientras cerraba sus ojos y sonreía, soltando un "Ya veo" algo relajado. ¿Estaba preocupado por ella? Eso no importaba ahora ya que esa sonrisa le decía todo lo que necesitaba saber, esa chica que había crecido en Soledad desde que perdió a su madre ahora sonreia de esa forma, en la mente de aquel sujeto se formó una pregunta mientras miraba al cielo con una leve sonrisa, "¿A quién debería agradecerle?".
En ese mismo momento en la ahora vacía academia se encontraba aquella mujer de cabellos rubios aún en el salón de maestros, tenía en sus manos unos papeles que tenían las fotos y la información de algunos estudiantes, más específicamente de Lyon, Jessica y Cecilia, pero el papel que estaba leyendo en ese momento era el de Jonathan. Mientras ella se concentraba en su lectura otro maestro entró al salón y se sorprendió al encontrarla aún allí.
–¿Sigues trabajando? En verdad te gusta lo que haces ¿No?
El maestro sonreia al verla aún leyendo, cuando la mujer lo escuchó alzo su mirada hacia el dedicandole una leve sonrisa.
–Tengo que hacerlo, son mis preciados estudiantes... además, me preocupa un poco. –Mientras decía esto volvía a mirar el papel con la foto de Jonathan.
–¿Te preocupa? ¿Que cosa?
–Este caso de "Descontrol" casi termina en otro estudiante lastimado sin que pudiéramos hacer nada... y su poder casi acaba con la vida de una chica a pesar de solo ser de clase "C".
–Bueno, eso es lo peligroso del "Descontrol", puede aumentar peligrosamente la capacidad de una habilidad, por eso tenemos vigilados a todos los de clase B y somos aún más cuidadosos con los Clase A , pero por fortuna hay realmente pocos de estos y el más fuerte de Clase A es ese "Nicholas Young" quien no solo tienen un control perfecto de su habilidad si no que hasta nos ayuda con cualquier problema.... Oh, Ya veo ¿Te preocupa que "ella" está volviendo?
Ante esa pregunta la mujer estuvo en silencio durante varios segundos antes de dejar los papeles que leía sobre el escritorio y volvió su mirada a un documento que estaba apartado de los demás a un lado del escritorio.
–Así es... la llegada de un clase A de por si es un gran evento, pero por si fuera poco ella no solo es realmente joven para tener una habilidad de esa categoría si no que es la segunda Clase A más fuerte de la academia...
En el documento que aquella maestra mirada con algo de preocupación estaba la foto de una chica de cabellos castaños realmente claros, casi rubios, la mirada de la maestra se teñia de una leve tristeza Al mirar la foto de aquella chica, foto que a su lado tenía escrito un nombre, "Delia Midori".