(Disculpen la demora y el atraso de ayer, pero tuve mucho trabajo y no pude publicar antes. )
La sorpresa pasó por el rostro de todos los presentes y quién se encontraba más incrédulo era el discípulo Manosanta él nunca se hubiera imaginado que realmente se encontraría en esa posición y cuando se dio vuelta enfurecido observó que el joven frente a él no tenía ninguna vacilación en el rostro mientras enfrentaba.
– Cómo te atreves a provocar a un discípulo de la academia no tienes miedo a las consecuencias.
El discípulo Manosanta eligió las palabras correctas para encargarse de provocar al joven de la Aldea de las Nubes Tormentosas y en ese momento escuchó una carcajada que salía de la boca de este joven, y totalmente sorprendido escuchó la respuesta.
– Te piensas que eso me puede interesar, no te das cuenta que si fuera el hermano Baltazar quién se encontrará aquí en este momento, habría terminado fácilmente con tu vida por más de que hubieran ancianos de la academia presentes. Al hermano Baltazar solamente le importa a él y sus seres queridos así que te recomiendo que no vuelvas a provocar a la joven Livia si no tendré que tomar represalias en nombre de mi hermano.
El Anciano de las Nubes asentía mientras escuchaba lo que su discípulo había dicho ya que nadie mejor que él conocía el carácter del joven Baltazar y los representantes de las aldeas se sorprendieron muchísimo ya que estos jóvenes de la Aldea de la Nubes Tormentosas no le tenían miedo absolutamente a nada. El discípulo Ian fue quién se asustó mucho más ya que esto era prácticamente una declaración de guerra en la academia a los jóvenes de la Aldea de los Árboles Santos y la semilla de esta guerra ya había sido plantada.
Desde la distancia la persona que se encontraba más concentrada en esta situación era la princesa Sophía, quien no podía creer lo valiente que era el joven Frederick.
Mientras ellos se encontraban al borde de un enfrentamiento, el joven Baltazar se encontraba tranquilamente refinando la joya sin saber que habían pasado tres días enteros y en el momento que cumple todas la refinación de la misma. La voz de la consciencia de la joya comienzo resonar en el aire y decía con un leve tono de sorpresa.
– Tan rápido has logrado terminar de refinar esta extraña joya y ni siquiera ha sufrido ninguna reacción o daño. Eres realmente un genio, lastima que no cultives artes demoníacas.
El joven Baltazar comienzo a levantarse mientras estiraba las extremidades de su cuerpo y dirigió su mirada hacia un punto de la sala mientras decía.
– Si no necesitas nada más podría irme retirando ya que me dará más tiempo a descansar antes de la tercer prueba para ingresar a la academia.
Entonces la voz de la conciencia de esa joya se dio cuenta que el joven Baltazar no le interesaba permanecer más tiempo ahí, entonces hizo aparecer una pequeña sala frente a él. Y el joven Baltazar ingreso en ella.
Dentro de la sala se dio cuenta que por más que fuera pequeña, había varios tesoros de valor. En una pequeña mesa se encontraba un cofre cristalino. Dentro del cofre había varias semillas y cada una de ellas por separado desprendía una densa energía elemental, pero no eran esas semillas lo que más sorprendió al joven Baltazar sino que una pequeña que se encontraba aislada y era totalmente rojiza desprendió un denso olor a sangre.
Mientras inspeccionaba esas semillas, la voz de la conciencia de la Rocas de la Guerra Sangrienta, sono alarmada en la mente del joven Baltazar.
– Eso parece la semilla de una Planta Sangrienta, y sólo para que lo sepas ignorante son plantas muy valiosas y útiles recursos de cultivo para el Arte de la Guerra.
Eso sorprendió mucho el joven Baltazar y lo puso extremadamente contento.
–Además creo que deberías plantar las semillas en esa extraña zona especial que está conectado con tu cuerpo, sí lograrás producir grandes cantidades de hierbas elementales y luego refinarlas en píldoras o otros artículos.
El joven Baltazar comenzó a pensar en esa propuesta que nunca realmente había considerado debido al trabajo que le daría cuidarlas a diario. Pero de repente un extraño idea se le vino a la cabeza mientras sonreía y decidió que era buena opción eso de llevar las semillas y plantarlas.
Mientras miraba alrededor de la sala encontró un pequeño diagrama que se móvia, se dio cuenta que era una habilidad qué el podía cultivar y tranquilamente comenzando analizarla hasta darse cuenta que era una extraña habilidad de movimiento. Esto le llamó mucho la atención ya que no poseía una y tranquilamente comenzó hacer una copia del diagrama dentro de su zona espacial, a la vez notó que en esa misma pared había más de una habilidad y esto le gustó mucho ya que sería algo útil aprovechar.
Diligentemente fue copiando una una las habilidades de la pared y se dio cuenta de que aunque solamente dos les servían para él, el resto podían ser cultivadas por los compañeros que decidiera ayudar en el futuro.
Unas horas después en había terminado de registrar todas las habilidades que se encontraban en esa sala y había decidido que antes de participar de la tercera prueba comenzaría a cultivar la Habilidad de Movimiento llamada Paso de las Sombras, la cual aunque se dividía en nueve niveles diferentes, no le molestaba cultivarla paso a paso.
Entonces el joven Baltazar decidió seguir registrando el tesoro dentro de la sala, en otro de los rincones se encontraban exactamente 6 armas, todas tenían un aspecto muy extraño. Una de ellas eran dos varas de cristal unidas al medio, otras dos eran extrañas espadas gemelas las cuales se llaman mucho la atención porque sus ojos parecían Relámpagos, otro par de ellas eran dos abanicos uno rojo y otro negro. Y la última que era era una pequeña corona rota muy extraña.
Tras analizar esas extrañas armas, se dio cuenta que ninguno de ellos sería de ninguna utilidad para el. Pero decidió tomarlas ya que podrían ser las armas bastante valiosas.
Un corto periodo de tiempo después ingresó dentro de su zona espacial, comenzó por guardar los extraños objetos colgandolos en la pared. Observando todo dentro de esa zona se sintió muy conforme ya qué tenía bastante tesoros.
Se tomó un tiempo para organizar los diagramas que había copiado y pasarlos a unos libros mientras lo colocaba en la biblioteca. Entonces se dio cuenta que todavía estaba dentro de la prueba y decidió terminar de recoger los tesoros para terminar la prueba.
Al salir nuevamente hacía la tesorería donde se encontraban todos los objetos, habían unos escasos recursos de cultivo elemental, y entonces notó dos o tres cosas que no había visto antes.
Uno de ellos era un huevo y decidió tocarlo para ver si todavía tenía vida adentro, pero después de que lo tocó sintió como si el huevo comenzar absorber energía sangrienta de su cuerpo lo cual lo sorprendió ya que la vasija dentro de su campo de cultivo había sido casi vacía. Sorprendido decidió guardar ese huevo dentro de su zona espacial y con el tiempo darle energía sangrienta hasta qué logrará hacer que eclosione.
Mientras que al lado de huevo observó una pequeña abeja la cual era muy extraña ya que era de color anaranjado y se encontraba sobre una pequeña flor del mismo color.
Cuando decidió acercarse a ella se dio cuenta que la abeja casi lo picó y enojado tomó la flor rápidamente para plantarla dentro de su zona espacial.
Entonces mientras continúba ignorando esa abeja la voz de la conciencia de la piedra de la guerra sangrienta resonó dentro de su mente.
– Si seras ignorante debes llevar esa abeja ya que será muy útil para ti el futuro, cuando te conviertas en un adepto.
El joven Baltazar se volvió curioso ante ese comentario y logró tras varias artimañas hacer que la deja ingresar dentro de su Zona Espacial. La abeja se encontraba bastante molesta pero no le dio importancia a la situación frente a él y decidió posarse sobre la flor anaranjada mientras se dormía.
– No te preocupes por ella y déjala terminar de crecer ya que todavía es una cría.
Sin seguir dándole importancia a ese insecto, comienzo a observar a su alrededor y se dio cuenta y ya no había más nada que recuperar. Con un fuerte tono de voz le habló a la joya de los cien demonios para avisarme que estaba pronto. La voz resonó en el Palacio.
– Entonces joven maestro puede retirarse tranquilamente de la Joya de los Cien Demonios y se dará como aprobada la prueba de una forma muy peculiar, espero que puedas encontrar pronto a alguien digno de este Palacio.
El joven Baltazar desapareció el lentamente del palacio y cuando se dio cuenta se encontraba frente a todos los discípulos de la academia, pero en ese mismo instante observó como su hermano Frederick estaba apunto de enfrentarse a un discípulo mayor de la aldea de los Árboles Santos y el mismo ya era un discípulo de La Academia.
Al lado del joven Frederick se encontraba la tímida Livia, quién tenía una expresión extremadamente molesta y entonces no sé preciso más para que joven Baltazar se diera cuenta de qué este problema era causado debido a que ella permanecía junto a él y ese mayor discípulo debía de haberse puesto celoso.
Entonces sin decir una sola palabra el joven Baltazar comenzó a avanzar lentamente hacia el discípulo de la Aldea de los Árboles Santos, ya podía caminar casi sin ningún problema debido a lo que había descansado dentro de la Joya de los Cien Demonios y cuando se terminó de acercar a ese joven. Observó cómo él estaba a punto de golpear al joven Frederick mientras su mano desprendía un brillo de luz muy brillante.
– Mano de la Brillante Santa.
Gritó ese joven cuando su mano abierta se dirigía hacia el joven Frederick y entonces se asustó cuando sintió como una dura mano que lo tomaba por la muñeca.
Esa era la mano abierta de joven Baltazar que había tomado la muñeca del discípulo Manosanta de la academia y sin ninguna piedad apretó su mano cuando comenzaron a resonar los huesos que se quebraban de la mano del discípulo la Aldea de los Árboles Santos.
Todos los presentes quedaron estupefactos cuando se dieron cuenta que la habilidad de la mano fue completamente destruida y a la vez quebrada esa mano, y simplemente la mano del joven Baltazar se encontraba chamuscada y cortada mientras sangraba.
– Puras basuras, si tienes el coraje para enfrentarte a alguien de mi aldea o entrometerse con mi sirvienta, al menos debería ser lo suficientemente fuerte como para enfrentar un apretón de mi mano.
Mientras mientras el discípulo de la esa aldea gritaba de dolor el joven Baltazar sin darle importancia comenzó a venderse su mano.
La joven Livia reaccionó rápidamente y se dio cuenta de que el compañero de su aldea se encontraba muy herido, pero ella no le interesaba ya que le molestaba que alguien con quien no tenía ningún trato la tratara de obligara a hacer algo que ella no quisiera. Y con su rostro un poco avergonzado ayudó a el joven Baltazar a caminar hacia el lugar donde se encontraba el discípulo mayor de la Aldea de las Nubes Tormentosas.
Entonces el Anciano de las Burbujas Blancas comienzo a observar a este joven determinadamente ya que lo estaba aún más descansado que antes de entrar a la cueva y se sorprendió al notar que en su hombro tenía el símbolo de un círculo blanco, no eran escamas de haber aprobado la prueba y nunca había visto ese círculo así que no sabía si darla por aprobada o no.