7 de enero del año 1994, un ritual había comenzado en cierta parte del mundo: "La guerra por el Santo Grial", un ritual místico del cual se le otorga al ganador un deseo, se enfrentaran 7 magos con la ayuda de 7 espíritus heroicos, los magos son llamados Masters y los espíritus son llamados Servants, el ultimo equipo que quede en pie tiene derecho a reclamar el grial y pedir su deseo… o así debería ser en teoría.
Faltaban pocos días para que la guerra del Santo Grial en Fuyuki, ciertas personas han estado interesados en dicho ritual, tanto como personas de la Asociación de Magos, Magos independientes, familias de renombre, hasta la misma iglesia, es obvio que mucha gente se interese en un ritual que otorgue el deseo que quieras.
Así es como me encuentro en una oficina de dicho mago que quiere saber todo sobre la guerra.
–Y Bien ¿Qué me dices? Reymond Gale
Ese es mi nombre, Reymond Gale, el hombre con quien hablo se llama Luther Draclow, un mago afiliado a la torre del reloj, por mi parte, soy un estudiante de la torre de la torre del Reloj, algo mas excepcional, he llegado al rango Pride con tan solo 17 años, es un rango alto para un mago, aunque no me falta mucho para llegar al siguiente rango, pero no es más que una fachada que tengo, hace dos meses me asocie a la Adquisición de Magos de la Torre del Reloj.
–Aún sigue siendo poco dinero, Luther –comente mientras tomaba una lata cerveza –Te dije que tienes que convencerme para hacer un trabajo de esos…
– ¡¿Qué?! ¡¿Cuánto necesitas para el trabajo?! –exclamo Luther, estaba pagando una gran suma de dinero para recolectar la información
–Necesito el doble de lo que me pides, Luther, estas pidiendo mucha información: la familia relacionada, los 7 equipos, cada acontecimiento que suceda, además de que quieres información detallada de todas las clases de Servants… –me acerque a su escritorio dándole un papel –Soy el mejor que puedes conseguir… Sabes que te tendré lo que quieres, pero no será fácil…
–No puedo creer que un mago de 17 años me esta haciendo esto… –tomo el papel para leerlo hasta sacar un bolígrafo –Bien, Reymond, acepto tu trato… quiero todo que consigas todo… en la recepción te darán papeles, permisos y una identificación falsa para que crean que eres un recolector de datos
– ¡Fue un gusto hacer negocios contigo, Luther!
Tome mi mochila y salí de su oficina, estaba por la calle principal de Londres, tenía que irme hoy mismo a Fuyuki, la guerra estaba por comenzar a según el tiempo que me había dado Luther. Tome un taxi en dirección a mi residencia, algo que no conté es que no vivía solo, tenía un compañero de cuarto bastante… peculiar por así decirlo.
Al llegar me puse a empacar lo que más necesitaría, si llegaba a tardar más y el llegara, y para sacármelo de encima será…
– ¿Reymond?... ¿Por qué estas empacando? –dice una voz de niño
– (Tks… tarde demasiado)
El chico que entro era mi compañero de cuarto, Alexander Midas, un adolecente de 14 años perteneciente a una familia noble de magos no asociada a la torre, él es uno de los más jóvenes en entrar a la torre del reloj y estar comparado a los de mi generación, aunque para mi… solo es un gran dolor de cabeza.
Quise ocultarle todo lo que podía sobre mi viaje a Fuyuki, pero por un descuido vio los papeles de mi contrato y ahora está aquí rogándome para lo lleve conmigo, si los fuera guardado mejor no estaría en esta situación, estaba caminando por los pasillos con Midas aferrado a mi pierna.
– ¡Vamos! ¡Déjame ir contigo! ¡en los papeles decía que puedes llevar acompañantes!
– ¡Ya te dije que no!
– ¡Que lindos se ven! Casi parecen hermanos, Reymond
La voz de una chica se escucha atrás de nosotros, la voz era conocida, era una amiga de nosotros dos, se llamaba Rika Sakamoto, también era estudiante de la torre, era un año menor que yo, era japonés. Deje a Midas en el suelo y le explique lo que pasaba, Rika sabia un poco más sobre mí, y lo entendió al momento, solo le pedí que no deje que me siga que tenía que irme, ella acepto con gusto y como pudo se lo llevo a la fuerza.
Fui al aeropuerto de Londres, allí me esperaba un vuelo que iba directo a Fuyuki, subí sin problemas al avión, me acomode en mi asiento y me quede dormido hasta llegar a Fuyuki, pase la inspección normal de los aeropuertos, pero me sentía observado desde que baje del avión, salgo del aeropuerto aun sintiendo como me seguían, me pare en seco volteando de reojo.
–Ya sé que me estas siguiendo… –mi cuerpo se estaba cubriendo de un aura de color azul celeste –es mejor que salgas para que mueras sin dolor…
– ¡JA! Tan típico de ti –responde un chico saliendo de los arbustos estaba encapuchado pero conocía su voz
– ¡¿Es en serio?! –El chico se quitaba la capucha reconociéndolo – ¡¿Qué mierda haces aquí, Midas?!
Midas me había seguido, querido romperle la cabeza de un golpe, pero ya estaba aquí, no tenía tiempo de enviarlo de nuevo, sería muy sospechoso y más con las reglas de Japón, me explico que se escapó compro un boleto y saco un permiso que decía que yo era su representante y por eso no tuvo problemas en viajar en el avión, lo admito es un mocoso, pero no es tan pendejo como parece.
No me quedo de otra que explicarle por encima lo que vine hacer en Fuyuki, le conté sobre la guerra, los Master y Servants, no más que eso, y le prohibí preguntar demasiado, fuimos a la residencia cerca del centro de la ciudad, tenía que plantear mi curso para recolectar toda la información que me pidieron, en mi vida que yo trabajando así, este es uno de los trabajos más peligrosos que aceptado, lo digo porque si me llego a equivocar tanto como los magos que están relacionados o sus Servants no van a dudar en matarme.