Red Son llegó a una costa diferente de la esperada.
No porque no supiera ubicarse, si no porque fue atrapado por una tormenta que casi lo ahoga, y a base de pura voluntad y compromiso llegó a una playa en una amplia isla que no parecía estar poblada. Red Son miró al horizonte, hacia el mar.
'¿Para qué prácticas artes marciales?'
Esa fue la pregunta que le hizo el Maestro Roshi, y la que recuerda que Son Gohan le hizo.
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Esto pasó cuando Red tenía 11 años.
Son Gohan, con su clásico Gi de un color verde jade oscuro estaba sentado tomando té.
"Maestro", un pequeño Red Son vestido de negro apareció con algo de fuego chisporroteando por encima de su cabeza. Su mirada era mucho más severa en éste tiempo.
"¿Qué pasó, pequeño Red?", preguntó Gohan, soplando su té.
"Puedo aceptar que te vayas"; dijo mirando hacia un lado, ocultando su renuencia a que Gohan se vaya. "¿Pero por qué no me quieres enseñar el Kamehameha?" Son Gohan sonrió.
"Te lo voy a responder con una pregunta", dijo tomando un sorbo de su té con na expresión pacífica. "¿Por qué es que practicas artes marciales?", Red Son miró a Son Gohan con cara de '¿me ves la cara de pendejo?'. Son Gohan sonrió ligeramente.
"Entreno para poder dominar ésta maldición que tengo por poder", dijo con seriedad, "Me has enseñado bastante, ¿pero no dices que el Kamehameha me va a ayudar mejor?", Son Gohan se levantó.
"No te he enseñado el Kamehameha porque no me corresponde enseñártelo", dijo con una ligera sonrisa, "Voy a volver, y si cuando vuelva tienes cualidades suficientes, te voy a enseñar el Kamehameha, mientras reflexiona en la pregunta", Son Gohan se levantó y comenzó a irse antes de detenerse, "Ten una pista", dijo girándose sutilmente, "La respuesta a esa pregunta nunca es sobre algo que quieras lograr fuera", se quedó en silencio y después de sonreír sutilmente, tras soltar unas pocas lágrimas, dejó unas últimas palabras, "Cuídate bien, Red"
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"No es sobre lo que quiero lograr…", Red Son bajó la mirada y se encontró con una ola de mar que se estrellaba contra sus pies, pudo ver su reflejo, y pudo ver el fuego en sus ojos.
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Gokú y Krilin tuvieron que levantarse para continuar con el entrenamiento, Roshi los obligó a regresar a la aldea para dejar las cajas con botellas vacías y se dispuso a llevarlos más profundo aún, claro, trotando. Aunque como el trote no era tan pesado, les permitió recuperar el aliento.
Eventualmente llegaron a unas grandes plantaciones agrícolas al lado de unas explanadas en un amplio valle donde se sentía una fresca brisa y la luz del cercano medio día resaltaba el particular color verde de la temporada.
"Ésta es la siguiente parte del entrenamiento", dijo Roshi y les ordenó ponerse frente a él, Escúchenme bien, par de gorgojos", les habló con firmeza, cerca de ellos había un granjero con un sombrero de paja. "Tocará trabajar en toda ésta tierra, formar los surcos para las plantaciones, toda la que se ve acá", dijo señalando una gran cantidad de espacio.
"¿Trabajar en qué…?", Gokú preguntó confundido, era la primera vez que oía esos términos, Krilin que había estudiado más en su tiempo con el Templo Orin vociferó su incredulidad, "¿Toda esa tierra?" Roshi asintió y caminó hacia el granjero, contándole el plan.
"Oh, Es muy altruista usted, les puedo legar la responsabilidad mientras lo hagan bien", asintió sonriente. Krilin todavía no se lo podía creer. Gokú en cambio miró las tierras con curiosidad, sus ojos se iluminaron. Roshi regresó con los muchachos.
"Entonces empiecen, si terminan a tiempo y con las cosas bien hechas, se ganan el almuerzo", Gokú y Krilin asintieron con fuerza, más Gokú que la experiencia de quedarse hambriento lo había perturbado de sobremanera.
"Éste entrenamiento ha sido una sorpresa tras otra, primero repartidor de leche y luego agricultura", dijo soplando frío y tomando una herramienta. Gokú echó un vistazo curioso a la hoz. 'Esto puede ser un arma', pensó brevemente antes de agarrarla y comenzar a trabajar.
"¡Epa!", Exclamó Roshi, deteniéndolos, "¿quién les dijo que usaran herramientas? Háganlo con las manos desnudas", dijo mostrando una palma recta, parecía el golpe suave de alguna arte marcial, de hecho, parecía el golpe de palma del kung fu.
"¿Eh?", Gokú reaccionó confundido.
"¿Qué?" Y Krilin espantado.
"¿Nuestras manos?", Gokú miró su palma, y asintió afirmativamente.
"¿SOLO nuestras manos?", preguntó Krilin horrorizado, éste también era un trabajo al que no estaba acostumbrado, bueno, ¿quién lo estaría? Pero él estaba en una etapa de negación, aunque es cierto que ya ha hecho cosas inhumanas, su mente estaba atrapada en los traumas.
"Así es, ahora, empiecen", Roshi agitó su bastón.
Gokú y Krilin comenzaron a arar el campo con sus manos desnudas, a Krilin en particular le parecía tedioso porque tras un tiempo le estaban doliendo a grandes cantidades, Gokú estaba más acondicionado para éste trabajo, así que a él se le hizo más fácil. Roshi pasó el tiempo leyendo una revista para adultos, aunque luego se aburrió y comenzó a jugar una pelotita del tamaño de una cereza, cuando a Gokú les quedaba poco se puso a fumar con una pipa, haciendo aros de humo.
Con el viento fresco y el canto de las aves, eventualmente terminaron, con la ropa sucia y, con tierra y lodo en algunas partes del cuerpo y una cara de agotamiento, la parte buena era que el ambiento se sentía pasable.
"Hah, hah, terminado", dijo Gokú jadeando, "maestro", añadió con las manos temblando un poco.
"¡Mis manos! ¡No las siento!", dijo Krilin temblando y mirando sus manos, simplemente para asegurarse que seguían ahí. Roshi sonrió riéndose sutilmente.
"Lo han hecho bastante bien" dijo Roshi, "El trabajo de hoy ha terminado, volvamos al pueblo".
Trotando, Roshi, Gokú y Krilin llegaron a una fonda amigable, donde los tres disfrutaron la comida como si fuera un manjar. Especialmente Gokú y Krilin que sintieron como si hubiesen ido al cielo y recibidos en grande, sintieron pura euforia comiendo, Gokú como siempre se sintió más fuerte y con la voluntad de seguir.
Después de comer, Roshi pagó la cuenta y volvieron a la Kame House, donde Roshi preparó una clase improvisada con un pizarrón y un par de bancas.
"Trabajar el cuerpo es indispensable", habló Roshi sentándose y colocando una montaña de libros a su lado. "Pero se requiere un balance impecable con la mente, por eso, tendremos práctica intelectual", dijo sacando el primer libro, ¡Matemáticas! "Conoceremos sobre nuestros más grandes maestros y de varias disciplinas útiles, empecemos con matemáticas y números…"
"Ay no, esto no me gusta", y Gokú, como gran amante del combate, sentía un poco de rechazo para ésta parte, pero tendría que aprender a disfrutarlo, fuese por las buenas o las malas.
"¡Es mi parte favorita!", dijo Krilin arrogantemente.
Primero pasaron por las matemáticas, Gokú fue re enseñado a contar y hacer las cuatro operaciones básicas, haciendo varios ejercicios matemáticos de nivel básico, luego pasaron a Historia, donde Krilin reveló tener bastante fuerte, hablaron de filósofos, grandes pensadores e inventores, llegaron a los más famosos de la era moderna, por ejemplo, el equipo Einstein, el Equipo Cápsula, el Equipo RR, etcétera.
Tras un par de horas, los tres descansaron en unas hamacas muy cómodas.
"Tomaremos un descanso bien merecido de una hora, el estilo de la tortuga consiste en trabajar bien, comer bien, estudiar bien, jugar bien y dormir bien, son los elementos fundamentales para mantener la mente y el cuerpo en equilibrio perfecto, para tener una salud pináculo y establecer un fundamento para tu bienestar y tu camino".
Gokú durmió su merecida siesta consolidando lo aprendido en sueños simples que no pasaban más allá de pensamientos.
Después del descanso se desplazaron en lo profundo de la península, llegando a una obra en construcción.
"Practicaremos en una obra pública, ayudar al trabajo público siempre es beneficioso, estimula la parte social de tu sistema y siempre añade esfuerzo físico", dijo Roshi fumando de su pipa.
El par de muchachos se pusieron manos a la obra, portando elementos de seguridad, prácticamente innecesarios, y usaron herramientas para llevar elementos de trabajo como tierra, grava y arena, después de terminar su parte del trabajo público, Roshi llevó al par a un páramo húmedo y cristalino, un lago particularmente infame.
Ambos jadeaban, ya que habían sido obligados a correr a máxima velocidad.
"Ahora la tarea es extremadamente sencilla", explicó Roshi señalando el lago a su derecha, "Tienen que nadar al otro extremo de éste lago y volver".
"Haff, haff", Krilin jadeó, "¿En serio más entrenamiento?" Roshi asintió y Krilin se sintió un poco mareado, estaba sintiéndose un poco sobrepasado. Gokú frunció un poco el ceño.
"Maestro, ¿por qué no nos está enseñando más técnicas en lugar de como nadar y lo que sea?", Roshi bufó ligeramente.
"Gokú, no todo es sobre las técnicas", dijo sutilmente, "pero antes de responderte expresamente esa pregunta…", Roshi se acercó a una gran piedra que parecía una pequeña colina, tenía el clásico color grisáceo de las piedras de la península. "Intenta romper ésta piedra con tu puño desnudo", Gokú arqueó una ceja, pero procedió a ejecutar la indicación.
¡BAM!
Un sonoro golpe resonó por la zona. Gokú abrió sus ojos de par en par, ¡Era tan o más dura que la caja de Pilaf! Gokú separó su puño de la roca y agitó mano al sentir un ligero dolor recorrer sus nudillos.
"¿Por qué es tan duro?"
"¿Te acuerdas que les conté que ésta península solía tener esclavos? ¿Me podrían decir por qué era?", Gokú y Krilin fueron tomados por sorpresa, pero Gokú recordó rápidamente tras escrudiñar en su memoria, Krilin también, pero Gokú fue más rápido.
"Por… metales pesados o algo así, recuperarlo", dijo Gokú. Roshi asintió.
"La tierra y roca de ésta península es de 2 a 10 veces más dura que tierra normal, ello hace que surjan toda clase de maravillas y dificultades en la zona, ¿no notaron los dinosaurios acorazados? ¿o las casas reforzadas? ¿O los remolques negros?", Gokú y Krilin arquearon ambas cejas sorprendidos, lo cierto es que no lo habían notado debido a que tenían toda su concentración en el entrenamiento, y Roshi lo notó, así que sonrió, "Bueno", Roshi dio un bastonazo a la piedra y ésta fue fragmentada en escombros. "Esta capacidad, es resultado del acondicionamiento físico y mental que ustedes están recibiendo en éste momento" Roshi se quitó los lentes y miró con ojos serios a sus discípulos.
"Las Artes Marciales son un camino serio y lleno de peligros, para cursarlo necesitas una mente calmada y moldeable que sea capaz de esto", Roshi señaló a los escombros, "y esto", Roshi movió su bastón y ésta vez lo impactó contra un árbol, con una gran cantidad de poder contenido ese bastón, Krilin y Gokú retrocedieron al sentir ese poder y se pusieron en guardia… pero el árbol estaba intacto.
"Una mente impecable y un cuerpo sólido permiten que puedas aplicar técnicas y ganar los combates, por eso los impongo a éste entrenamiento", dijo Roshi colocándose los lentes de nuevo. "Ahora, pónganse a nadar", dijo Roshi señalando al lago.
Aún con esa sorpresa presente en sus mentes, Gokú y Krilin se desnudaron e ingresaron al lago de chapuzón, y de pronto Gokú sintió una presenta bajo el agua, sus instintos se alzaron, y éste se puso alerta, Krilin también sintió un mal presentimiento, y ambos sintieron varios cuerpos amplios abalanzarse contra ellos, ¡Era una camada de Tiburones!
Y no eran tiburones ordinarios, eran tiburones de piel oscura y sólida, también eran ciegos pues tenían unos pseudo ojos cubiertos de cataratas.
"Ah sí, tengan cuidado con los tiburones", dijo Roshi haciendo la seña de amor y paz.
Gokú desvió el tiburón que lo atacó y se dispuso a nadar, Krilin lanzó un puñetazo que le dejó adolorido y poco después siguió a Gokú. Debido a que su velocidad al nadar era menor que la de los tiburones, tuvieron que enfrentarse varias veces contra los tiburones hasta llegar al extremo del lago, Gokú y Krilin tuvieron la tentación de salirse y descansar, pero por mera fuerza de voluntad usaron el extremo del lago y se impulsaron, ésta vez su velocidad de nado había aumentado.
Gokú y Krilin treparon el borde del lago en el que Roshi estaba y cayeron al suelo con el corazón a mil por hora.
"Hm, lo hicieron bien", dijo Roshi con una sonrisa, los obligó a vestirse y los llevó a un bosque no tan denso con varios árboles de medio milenio de antigüedad, Roshi sacó una extensa cuerda viendo a los muchachos recuperar el aliento después de la caminata. Asintió.
"¿Para qué es esa cuerda?" Preguntó Gokú, Roshi los amarró a ella y procedió a responderles.
"Voy a entrenar sus reflejos", dijo entonces amarrando la cuerda al árbol, "Van a aprender a esquivar pequeños objetivos en un espacio reducido de acción, ahora hagan silencio", Roshi alentó su respiración y se escabulló con silencio hasta llegar cerca de una cierta rama, Gokú y Krilin arquearon una ceja cada uno.
¡Pam!
Y al momento siguiente, Roshi le propinó un bastonazo a un objeto en la rama, antes de escapar despavorido, ahí fue cuando Gokú y Krilin supieron que había golpeado, ¡Un panal de avispas!
Gokú fue el que reaccionó más agresivamente, pues él ya había experimentado en carne propia el terror de esos pequeños bichos con aguijones, Krilin no reaccionó tan agresivo pero su conocimiento en sentido común le hizo querer salir corriendo de ahí.
Y con avispas enojadas sobre ellos, Gokú y Krilin intentaron escapar, pero por alguna razón esa cuerda tenía más resistencia de lo que podía aparentar.
"¡Ay! ¡No!", eventualmente el primer piquete llegó, en ningún momento se les ocurrió en endurecer sus cuerpos con fuerza innata porque su mente se había enfocado en dos cosas: el miedo, y escapar.
"¡Nononononono!"
Roshi los vio cometer errores de novato con una sonrisa, y al cabo de un rato, el par había logrado aflojar la cuerda y escapar con un montón de ronchas cubriendo su cuerpo, el dolor los hacía temblar incesantemente. Normalmente a una persona normal le estarían dando espasmos por la reacción alérgica de ser inyectados con un pequeño aguijón y un veneno no muy potente, lo que demostraba la aterradora resiliencia de este par.
"Perfecto", asintió Roshi, "Por hoy han terminado su entrenamiento", dijo con una sonrisa, Krilin y Gokú sintieron un escalofrío recorrer su espalda, ¡Parecía la sonrisa de un demonio!
Aunque al escuchar que el entrenamiento había terminado, tanto Gokú como Krilin cayeron al suelo, sintiendo su voluntad escapar de sus cuerpos, un montón de cansancio cayó encima de sus cuerpos, como si miles de montañas cayeran por encima de ellos, tenían la tentación de dormir, pero todavía quedaba regresar a la Kame House, aún con la perspectiva de tener que movilizarse otra vez, el par de muchachos soltó un sonoro suspiro de alivio. Y con ello el terrible dolor les impactó.
"Haaaaaah".
El atardecer se acercaba y después de recuperar un poco de energías, Gokú se sentó sobre donde estaba, varias de las ronchas habían disminuido de tamaño.
"Maestro, ¿Mañana va a ser igual de difícil?", Roshi, que estaba leyendo una revista para pasar el tiempo giró su mirada. Tenía un poco de sangre saliéndole de la nariz.
"¿Eh?, Ah, no, va a ser peor", dijo Roshi, viendo como ambos se levantaban para regresar, los comenzó a guiar de vuelta a la Kame House.
"¿Cómo peor?", preguntó Krilin.
"En cuanto a trabajo físico y entrenamiento de la mente, va a ser igual, pero habrá una cosa extra para sus cuerpos, un añadido al entrenamiento que hará todo lo que acaban de vivir el cielo", Gokú y Krilin se detuvieron un momento, escalofríos pasaron por sus cuerpos, pero siguieron al maestro Roshi después de calmarse.
"¿Y cuál es el añadido?", Eventualmente llegaron a la Kame House y Gokú no pudo evitar sentirse impaciente por saber. Roshi sonrió ligeramente, entró a la casa y regresó con un par de caparazones de tortuga.
"¿Caparazones?", preguntaron Gokú y Krilin inclinando la cabeza en confusión.
"Así es, tomen intenten ponérselos", dijo Roshi dándoselos a cada uno, cuando lo tomaron de las cuerdas para los hombres, sintieron una masiva fuerza de atracción llevarlos al suelo.
"¡Qué pesado!", dijo Gokú sorprendido, ni siquiera una pequeña colina era así de pesada.
"Son 20 kilógramos de un cierto material muy denso que se puede conseguir en ésta península", dijo sonriente, "También tiene el añadido de que tiene una pequeña matriz mística para aplicar mucha presión, suficiente como para rivalizar con una montaña como la que subieron en la mañana", Roshi pegó una carcajada.
Los caparazones tenían una combinación de color negro, púrpura y varios matices de los mencionados, aunque lo particular eran las pequeñas líneas blanquecinas en las líneas del caparazón.
Krilin se lo intentó poner y cayó al suelo sintiendo como si una montaña lo intentara hacer tapete, quejándose se apresuró a quitarse el caparazón, apenas tenía la energía como caminar, aguantar eso lo mataría en minutos, bueno, no era un pensamiento para nada ordinario.
Gokú también se lo puso, sintiendo la presión mencionada, cayendo de rodillas, sintió sus huesos crujir del esfuerzo. Gokú luchó contra le presión y su rostro adquirió una amplia de sonrisa que contenía un atisbo de locura, aunque en ese momento Roshi se lo quitó.
"No te sobre-esfuerces", dijo tomando también el caparazón que krilin había dejado en el suelo, "Descansen bien, tienen que consolidar el entrenamiento de hoy y recuperar las fuerzas para el entrenamiento multiplicado", Gokú y Krilin se levantaron y posicionaron frente a Roshi.
"Sí, maestro", dijeron con seriedad.
Y esa noche tanto Gokú como Krilin cayeron en un sueño profundo y pesado nada más tocar la cama.
Tal y como Roshi mencionó, sus cuerpos y mentes comenzaron a consolidar su entrenamiento, su piel se endureció y se revitalizó haciéndose apenas más clara, sus músculos se comenzaron a reparar endureciéndose y solidificándose, la grasa de su cuerpo se distribuyó con igualdad, y en general la fuerza innata de sus cuerpos fue completamente mejorada.