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Chapter 20 - - Caparazones

Septiembre 11.

Red Son no había dormido, estando en esa particular isla, se había puesto a reflexionar las palabras de sus únicos maestros.

El mirar el fuego en sus ojos también le había hecho pensar en lo que le había dicho Roshi.

Red Son hizo un puchero reflexivo, y luego canalizó su energía para manifestar una brillante llama por encima de su mano. Él era la única luz cálida en ésta isla en éste momento y muchos animales lo miraban con curiosidad y hasta miedo. El fuego era origen primordial de miedo en todos los animales y él, él era capaz de producirlo desde dentro de su ser.

Red Son observó su llama fijamente, algo que nunca había hecho.

"Yo siempre evitaba mirar mis llamas…", Red Son recordó como sus llamas al inicio eran de un color rojo y más violentas que un fuego ordinario, recuerda que ellas habían llegado a atacar a Son Gohan cuando éste lo había salvado.

Son Gohan jamás lo reprendió por ello, pero él… Red Son siempre se reprendió a sí mismo, siempre pensó que era un hijo de puta malagradecido.

Esos pensamientos lo hicieron alterarse, y Red Son notó como sus llamas se volvían más potentes.

Red Son arqueó ambas cejas sorprendido.

Entonces, comenzó a respirar tranquilizándose poco a poco. Y la llama comenzó a tranquilizarse, manifestando una llama tranquila.

"¿Es sobre la mente?", Red Son puso una expresión que mezclaba confusión y reflexión.

Poco después decidió practicar, aunque sus propias llamas le recordaran experiencias traumáticas, de algún modo, le recordaban a buenos momentos, tanto con sus padres y su maestro, Son Gohan.

Al cabo de un rato, como a las 5 AM, Red Son se levantó y se puso en movimiento. Teniendo una noción de qué hacer, Red Son decidió escuchar el consejo de sus maestros, y de éste modo, empezó el viaje de Red Son.

- - -

Aproximadamente a la misma hora, Gokú se despertó con confusión en su mirada.

"¿Dónde estoy?" Gokú preguntó en voz alta y con un poco de mareo, sus recuerdos se ordenaron y éste supo identificar que estaba en la sala de la Kame House. "¡Ah!", Gokú asintió con una sonrisa, ¡claro! Estaba entrenando para volverse más fuerte.

Habiendo adquirido lucidez, Gokú notó un cierto olor familiar. Dirigió su nariz a su sobaco y ahí supo que el olor en cuestión era él. Estaba apestando después del arduo entrenamiento de ayer.

"Okay, voy a bañarme", Gokú recordaba como Bulma le había enseñado de la cultura del baño, era una muy diligente, lo cual, le había abierto los ojos respecto a las costumbres de las personas del resto del mundo. Bulma también lo forzó a bañarse al menos dos veces al día, así que, pese a que fueron apenas 7 días de viajes, la memoria se le quedó y pensando que era buen momento para bañarse, Gokú entró al baño de abajo, el cual tenía una pequeña tina, un inodoro y un lavamanos.

Gokú se quitó la ropa apestosa y prendió la luz del baño notó el espejo y movió el banquito que ahí había para verse mejor. Gokú estaba sorprendido.

"¿Éste soy yo?"

Si bien Gokú se había acostumbrado a tener un cuerpo saludable debido a su rutina diaria en los campos Paozu, su cuerpo no solo había adquirido mayor musculatura sólida haciéndose llamativa, se había hecho un poco más alto y su cuerpo emitía una esencia de poder nuevo. No, no se trataba del olor, era literalmente una nueva presencia la que Gokú exudaba, era completamente diferente a su yo de ayer.

"Guao, el Maestro Roshi no mentía", los ojos de Gokú brillaron emocionados y se apresuró a bañarse.

Simultáneamente, Krilin también se levantó, con la misma confusión en su mirada giró su mirada para comprender su situación y recordó que estaba viviendo en la Kame House, sintiendo sus músculos un poco adoloridos se bajó de la cama y caminó al baño de arriba, donde procedió a bañarse no sin antes darse cuenta de lo mismo que Gokú.

"¡Wao!", Krilin se miró al espejo, "¡Me veo como un papucho!", Krilin también tenía musculatura marcada nueva y exudaba la misma esencia de poder que Gokú, sí, el olor también estaba ahí, que era la razón por la que se había metido a bañar.

Gokú y Krilin se terminaron de bañar al mismo tiempo, ambos se secaron y se colocaron nuevos uniformes. Gokú, teniendo su clásico gi azul, esta vez sin la camiseta que le había regalado Bulma, pues ya estaba sucia, aunque si se amarró el saco. Miró su nueva apariencia en el espejo de la sala con interés. Se veía bastante genial.

Krilin bajó con un Gi parecido al Shaolin, pero sin tantas cuerdas.

"Buenos días Gokú", saludó Krilin con una sonrisa que demostraba su claro orgullo.

"¡Buenos días Krilin!", respondió Krilin, ambos miraron sus nuevas apariencias y alzaron los dedos pulgares al mismo tiempo.

Ambos, entonces miraron los caparazones que estaban recargados cerca de la entrada, y sincrónicamente se posaron en frente de éste.

"Así que éste será nuestro añadido al entrenamiento", dijo Krilin con una expresión seria.

"Sí", Gokú dijo con emoción en su voz.

Sin dudar, ambos se lo colocaron y ajustaron. El peso y la presión fueron aplicados instantáneamente y ambos se inclinaron sutilmente resistiendo el peso. La insana mente de Gokú ganó una idea y miró a Krilin.

"Vayamos a cazar el desayuno", Krilin lo miró como si estuviera loco.

"Sabes que tenemos comida en la cocina, ¿verdad?", Gokú asintió.

"Siempre es más productivo y delicioso comer un par de Tigres siberianos", dijo Gokú con una sonrisa de dientes.

Krilin se acarició la frente.

"Estás tan demente como ese viejo loco", dijo Krilin arqueando una ceja.

"¿A quién le dices demente, Krilin?", Roshi bajó de las escaleras llevando ropa casual.

"Ah, ah, ah, al monje que vimos ayer, ajajajaja", Krilin se rio nervioso.

"Hmph, por lo que veo están listos", dijo mirándolos con el caparazón puesto. "Bien, una vez desayunen, empezarán su entrenamiento solos", dijo dirigiéndose a la cocina, Gokú y Krilin se miraron simultáneamente y siguieron a Roshi.

"¿Solos?", preguntaron ambos muchachos con la misma ceja arqueada.

"Claro, ustedes repetirán lo que hicieron ayer, con la misma intensidad, con el mismo tiempo o mejor incluso, todo eso cada día", dijo Roshi sacando cun cartón de jugo y bebiendo directamente de ahí, siendo que ya estaba en la cocina, Gokú se dispuso a sacar cosas para cocinar.

"¿Y cómo sabe que no haremos trampa?", Roshi miró a Krilin sin expresión alguna.

"Si me entero que alguno de ustedes hizo algo que no debían…" Roshi apretó el cartón pulverizándolo, Krilin retrocedió sintiendo algo de escalofríos recorrer su espalda, y Roshi luego sonrió inocentemente, "van a estar un día sin desayunar, comer o cenar".

Con el castigo en mente, los tres desayunaron y cuando dieron las 6 AM, Roshi los vio partir trotando.

"Veamos cómo se desenvuelven ésta vez", dijo acariciándose la barba, siguiéndolos con calma, caminando. Aunque dicha caminata era tan veloz como la velocidad de trote del par.

Así, el segundo día de entrenamiento de Gokú y Krilin comenzó. Llegaron un poco agotados donde el toro y tomaron una caja cada uno y salieron trotando.

La dificultad, como era de esperarse, era masiva, pues con la adición del peso y la tarea a la mano lo hacía bastante tedioso para el par, perdiendo el aliento más fácilmente que el día anterior, siguieron la siguiente rutina:

De 6 AM a 10 AM Repartían la leche, enfrentándose a varios terrenos mortales y muy poco amigables, así como bestias que les podían arrebatar la vida con facilidad.

De 10 AM a 12 PM Araban una gran cantidad de parcelas con las manos desnudas.

De 12 PM a 2 PM Comían y estudiaban en la Kame House varios temas para estimular la mente.

De 2 PM a 3 PM Descansaban y se tomaban una siesta para consolidar la primera parte del entrenamiento.

De 3 PM a 5 PM Hacían trabajo público (por lo general la construcción de una obra).

De 5 PM a 6 PM Nadaban en el Lago Squalo.

Y De 6 PM a 7 PM Luchaban por esquivar unas avispas enfurecidas.

Y De ese modo, el entrenamiento infernal de Gokú y Krilin tomaba forma, al llegar a las 7:20 a la Kame House tanto Gokú como Krilin llegaban muy cansados así que terminaban dormidos de una.

Un día se volvieron dos, y dos días se transformaron en una semana. Y una semana se transformó en dos semanas. A éste punto Roshi les aumentó la dificultad: Ya no repartían solo una caja de Leche cada uno, ahora eran dos, y el rango de lugares a los que tenían que llegar había aumentado, la cantidad de parcelas a arar había aumentado, sumando al hecho de que tenían que plantar las semillas y algunas veces instalar los sistemas de regado los cuales, por cierto, pesaban toneladas llevarlo de un lado a otro.

Los trabajos públicos eran más variados, teniendo actividades como la recolección de materiales, minería, lavandería, limpieza en tiempo récord, Etcétera, al entrenamiento del lago se implicaba nadar a través más de una vez, y al entrenamiento de las abejas la cuerda era acortada dos centímetros cada día.

De ese modo el primer mes terminó dándose como un infierno, pero desconocido para el par de muchachos, sus capacidades físicas y mentales estaban aumentando de un modo alarmantemente rápido.

"Hmm, puede que pronto tenga que aumentar los kilógramos", reflexionó Roshi a finales del mes de septiembre.

- - -

Red Son había llegado al continente del Sur, conocido como el continente Marcial. Era un nombre bastante arrogante, pues no había muchas potencias maciales en éste pequeño continente que era apenas 2/10 de grande que el continente principal.

Con lo primero que se encontró Red fueron unos bandidos portando armas afiladas.

"Eh muchacho, si no quieres morir, danos lo más valioso que tengas", dijo uno de ellos llevando una hoz gigante. Red Son lo miró con seriedad, con hostilidad, en sus ojos surgieron unas pequeñas chispas de fuego rojo.

"¿No lo escuchaste?", preguntó otro de los bandidos, éste llevaba una espada gorda, una cimitarra pequeña, "Danos tus objetos de más valor", Red Son comenzó a caminar hacia ellos.

"Eso es, eso es", el tercer bandido dijo con una sonrisa de pandillero, llevaba dos lanzas cortas. Los tres pensaron que Red Son les daría… lo que fuere que tenía (que era nada), pero no podían estar más equivocados.

"No planeo darles mi vida", Red Son dijo con una voz macabra y tomando la hoz y la espada con sus manos desnudas, los tres se sacaron de onda por las palabras, y cuando iban a reaccionar ofendidos, vieron algo que les heló la sangre, llamas color naranja rojizo explotaron de las manos de de Red Son y dichas llamas comenzaron a derretir las armas.

"¿Eh?"

"¡¿Eh?!"

La sorpresa fue absurda para los tres bandidos.

"Les voy a dar tres segundos para irse a la mierda, si no lo hacen, los voy a calcinar como acaba de pasar con sus armas", Red Son alzó tres dedos cubiertos de llamas.

"¡N-no seas arrogante, niño!", dijo el que tenía sus lanzas cortas, "Todavía somos más que tú"; añadió con más confianza en su voz, los otros asintieron, no se iban a dejar ser intimidados tan fácilmente.

"3", Red Son ignoró sus palabras de confianza, y los otros tres, viendo cómo eran ignorados atacaron con puños, Red Son evadió con facilidad.

"2", el dedo anular de Red Son descendió, y el bandido de las lanzas atacó con estocadas pobres, Red Son evadió con facilidad todavía.

"1", el dedo medio de Red Son descendió. Los bandidos empezaron a atacar, más frenéticamente. Red Son seguía evadiendo, ésta vez con una ligera sonrisa de burla.

"0", Red Son cerró el puño con fuerza y un flujo de llamas agresivo surgió como una cascada incandescente que impactó contra el bandido más cercano: el de las lanzas, y con ese impacto, las llamas atacaron vorazmente al tipo calcinándolo vivo y matándolo en cuestión de instantes, los otros dos bandidos se detuvieron y retrocedieron con el cuerpo frío, sus expresiones de horror demostraban sus pensamientos de querer escapar, sin embargo, Red Son fue más rápido, poniendo sus palmas abiertas cerca de ellos, hilos de llamas conectaron con los bandidos, y los dos explotaron en llamas gritando de dolor hasta volverse polvo.

Red Son miró los tres cuerpos calcinados con su clásica expresión de ceño fruncido.

Éste era su verdadero primer asesinato voluntario. Se sentía… extraño.

No fue una sensación tan potente como uno esperaría, pero el hecho es que acabó con la vida de tres personas, no conocía su historia personal, no conocía sus motivaciones, pero se le hizo tan fácil como para encender una llama y quemar sus vidas.

"Quemar…"

Una chispa de fuego pasó por sus pupilas, pareciéndose dar cuenta de algo.

"Vaya, vaya, que niño tan poderoso", dijo una voz femenina, sacando a Red de sus pensamientos, él se giró y vio a la nueva persona.