Como siempre, Gokú fue el primero en despertar.
Y mirando el techo con una expresión soñolienta, Gokú sintió una extraña sensación familiar.
La cara de Gokú se transformó en completa sorpresa al recordar qué era esa sensación.
Gokú se tiró de la cama haciendo tremendo ruído y su mirada se fijó en su retaguardia.
"¡AH! ¡MI COLITA! ¡MI COLITA REGRESÓ!" Y sin poder contener la emoción, sus gritos envolvieron la casa, sorprendiendo a todos sus inquilinos, sacándolos del profundo sueño en el que estaban.
Launch se levantó en putiza, y vio a Gokú abrazando un cuerpo alargado y grueso.
"¡¿Eh?! ¡¿Una serpiente?!", debido a que estaba oscuro, Launch no pudo distinguir que la cola de Gokú no era una serpiente. Roshi y Krilin llegaron corriendo.
"¡¿Qué pasó?!", Ambos exclamaron con urgencia, Krilin encendió la luz, y la escena fue completamente revelada.
Con Launch peli-azul pegada en la pared respirando agitadamente, exhibiendo un camisón que se levantaba un poco como tienda de campaña al no poder contener los lechosos de la joven, su mirada esmeralda se posaba sobre un Gokú tirado en el suelo que abrazaba con felicidad una cola gruesa de pelaje suave, con una sonrisa que pareciera ser el hombre más feliz del mundo, Krilin y Roshi, ambos con un pijama blanco y azul respectivamente, miraban la situación extremadamente confundidos y alterados.
"¿Eh?", Gokú se dio cuenta de la conmoción, "¿Qué pasó?", y tanto Launch como Roshi y Krilin se cayeron cómicamente.
"¿¡Cómo que qué pasó!?", exclamaron enfadados. "¡Te oímos gritar y venimos de inmediato!", dijo Krilin con una vena marcada en su brillante calva.
"Ah…", Gokú se rascó la cabeza, soltando su cola. "No pude contenerme", dijo con una mirada apologética.
En ese momento los presentes finalmente procesaron la existencia de la cola de Gokú.
"¡¡¿CÓMO QUE TIENES UNA COLA?!!", los que gritaron finalmente fueron Krilin y Launch. Roshi no estaba tan sorprendido porque si recordaba haberlo visto con cola cuando lo conoció por primera vez, pero igual estaba sorprendido, de acuerdo a lo que sabía, las colas no crecían de vuelta si las cortaban.
"Ah, creo que es porque soy un alien o algo así", dijo Gokú escrudiñando en su cabeza, una de las pocas palabras nuevas que había aprendido. Calmándose Krilin arqueó una ceja, sentía como si hubiese corrido una maratón.
"¿Seguro?", Gokú asintió a la pregunta de Krilin, "¿No podría ser por el extraño origen de uno de tus padres? En mi familia pasa algo parecido", dijo señalando su ausencia de nariz.
"No, estoy seguro que es porque soy un alien…"
Gokú y Krilin comenzaron a discutir sobre el origen de Gokú. Mientras, Roshi se escabulló y le consultó a Launch si estaba bien.
"Sí, estoy bien, gracias por preguntar", el doble shock no había pasado todavía, "¿tú sabes cómo es que Gokú tiene una cola?", preguntó Launch curiosa y Roshi negó.
"Él la tenía desde que lo conocí", dijo, y no continuó el tema.
Los 4 bajaron a desayunar, y Gokú ayudó a Launch a cocinarlo, luego de eso, Krilin y Gokú se retiraron a realizar su entrenamiento, Gokú parecía tener mayor fuerza y equilibrio tras recuperar su cola, incluso parecía cansarse cada vez más lento, lo cual se ganó la envidia de Krilin.
Después de terminar la jornada de entregar leche, Krilin detuvo a Gokú antes de que fueran a cuidar parcelas.
"Gokú, espera", el muchacho de la cola de mono se giró confundido. "¿Te acuerdas del primer día?", Krilin preguntó, refiriéndose al infernal inicio de entrenamiento, a la pregunta, Gokú asintió. "¿Te acuerdas de cuando el maestro Roshi pulverizó aquella roca?", Gokú asintió y miró a Krilin con sospecha, podía intuir hacia donde iba el asunto.
"¡Sí!", Krilin asintió y sonrió misteriosamente.
"Hay que probarlo, ¡Si es que ya podemos fragmentar una roca de esas!", Gokú asintió completamente de acuerdo y con esto dicho, Gokú y Krilin fueron rápidamente a un bosque rocoso, donde encontraron una roca que era como una pequeña colina. "¡Déjame probar a mí primero!", dijo Krilin emocionado, respiró profundamente, y acto seguido un puñetazo más rápido de lo que el ojo humano podía ver fue lanzado. El ataque impactó con fuerza, pero no hubo efecto. "Demonios", Krilin chasqueó la lengua y agitó la mano por el dolor. Luego miró a Gokú, "Tu turno", Gokú asintió y se colocó de fente, se concentró y sintió la fuerza innata de su cuerpo.
¡PUM!
El ataque impactó y… no pasó nada, la grieta que Krilin había hecho solo se expandió un poco más allá.
"Hm, no se pudo", dijo Gokú negando y agitando su cola.
"Parece que todavía no es suficiente", dijo Krilin suspirando, con esto ambos se retiraron, hablando de cosas varias.
Poco después de que se hubiesen ido, la roca se agrietó de arriba y colapsó por su propio peso, revelando una gran cantidad de polvo que había habido dentro de la roca. Aparentemente, Gokú había fragmentado el interior de la roca.
Su día de entrenamiento continuó.
Mientras tanto, Roshi y Launch hacían quehaceres varios, Launch principalmente del hogar antes de ser sometida al entrenamiento de acondicionamiento de Roshi, y Roshi, él estaba meditando.
De pronto abrió sus ojos, estaba sentado en el sofá. Se bajó del sofá y caminó fuera, encontró a la Launch rubia ejercitándose.
"Muchacha", Roshi llamó su atención y la rubia alzó la mirada, cayéndose y retrocediendo violentamente, puso pose de batalla y miró a Roshi con ligero miedo.
"¿Qué quieres, anciano?"
"Ya sé porque su caso de cambio de personalidad es tan inusual". Respondió tranquilamente, la rubia lo miró con sospecha. Sin esperar a oír una respuesta, Roshi continuó. "Hace unas décadas existía un recluido clan de magos que integraron en sus venas el poder de una magia de un nivel superior y su magia les permitía manipular el cuerpo de maneras muy peculiares, una de ellas, era la partición de los cuerpos", explicó tranquilamente, "al ser un poder integrado en las venas, hay instintos ligados a éste poder, siendo que instintivamente un miembro de éste clan podía formar una serie de cuerpos extras usando como base las energías del universo", Roshi acarició su barba, "pero eso es todo lo que aprendí de ellos", finalizó su explicación.
La rubia miró a Roshi alarmada, porque en ese momento ciertos recuerdos le llegaron.
"Tú… tienes razón", dijo agitada. Roshi notó esto.
"Bueno, se lo puedes decir a la jovencita de pelo azul", Roshi finalizó su conversación, "Voy a hacerme té".
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Red Son despertó en una habitación de decoraciones peculiares. Había pasado un mes desde que había llegado a ésta escuela marcial como invitado.
Era una peculiar escuela tenía que admitir, se llama la escuela del fuego del sur. Parecía ser una escuela con unos 200 años de antigüedad, fundada para hacer honor a la capital del sur, que había cumplido 400 años desde su fundación.
Era una escuela con una riqueza de conocimientos bastante relevante, y se conglomeraban varios estilos marciales muy geniales, pero aun así, perdieron contra Son Gohan. Eso era algo que les hacía hervir la sangre, y Red Son lo había comprobado.
Red Son se levantó de su cama temporal y se colocó su gi rojo, aunque le habían añadido algunas decoraciones doradas, cortesía de la escuela, éste se levantó y salió de su habitación, encontrándose con un pasillo tradicional de madera, un detalle que siempre él había llamado la atención, no por nada en particular, sino por su capacidad de usar fuego, podría quemar la madera si quisiera. Pero, naturalmente no lo hizo.
Caminó hasta eventualmente llegar a los terrenos de entrenamiento y con su acostumbrada expresión fruncida.
Una mujer de 160 centímetros de alto apareció al lado de Red Son.
"¿Qué te parece? ¿Sigues sin querer unírtenos?", preguntó parándose al lado de Red Son. Éste media apenas 120 centímetros, por lo que le llegaba al pecho. La mujer en cuestión era una muchacha de unos 18 años de edad, de cabello dorado y ojos ámbar que exudaban misterio, portaba una sonrisa confiada y vestía un Gi de color rojo con decoraciones de llamas anaranjadas.
"Sí, sigo sin querer", respondió Red Son, estaba viendo a los estudiantes de varias edades practicar con unas guandaos pequeñas.
"Hm, ¿qué podemos hacer para convencerte de unírtenos?", preguntó la joven con una voz confiada. Llevaba ya un mes intentando convencerlo, no se iba a rendir.
"Que tengan al Ermitaño Tortuga", respondió inmediatamente.
Gracias a la recomendación de Roshi, a prácticamente la prueba, Red Son había logrado comprender hacia donde iba encaminada la respuesta de la pregunta '¿para qué practicas artes marciales?'
Al principio lo hacía porque no tenía opción. Actualmente, si bien ya no eran tan necesarias, lo hacía con una mentalidad distinta y un poco más flexible.
"Quizás no tengamos al ermitaño tortuga", dijo la joven de cabellera dorada, "pero te puedo afirmar que tenemos filosofías que se ponen al nivel de ese viejo arrogante", Red Son bufó a esas palabras.
"Muéstramelas, yo juzgaré", y así Red Son se volvió un estudiante nominario de la escuela del fuego del sur.
Su aprendizaje sería de bastante alto nivel y adquiriría agradecimiento para éstas personas, pero eso sería una historia para el futuro.
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Bulma había salido a caminar.
Después de estudiar por varios días seguidos en capsule corp. Sentía que necesitaba algo de aire fresco, principalmente ante las nuevas noticias de Gokú.
Lo primero es que se les había sumado una inquilina, que parecía tener una condición peculiar que le llamó la atención, una condición de personalidad múltiple, aunque no la vio directamente, las descripciones que le dio Gokú le hizo pensar que se trataba de magia.
Bulma llegó a un parque y pateó una roca.
Por alguna razón Gokú rondaba mucho en su mente, y le molestaban las posibilidades, por eso había salido a despejarse.
Bulma se sentó en una de las bancas del parque, viendo un hermoso lago con varios patos y ganso nadando tranquilamente.
"Establecer un enlace entre la mente y el cuerpo…", dijo pensando.
Otra noticia que le había dado Gokú era el crecimiento de su cola, Bulma quedó un poco perturbada por eso, ya que no era normal que una cola cortada volviera a crecer, a menos de que fueras una lagartija o un reptil similar, lo cual, Gokú claramente no era.
"Aunque dice que es un alien…", Bulma no lo creía totalmente, pero le sonaba algo referente a una raza extraterrestre humanoide con colas de mono… "Tendría que preguntarle a mi hermana", dijo, luego enfocando su mirada a las ramas de los árboles milenarios del parque. Gokú le había contado de la hazaña de Roshi de fragmentar una piedra de metales pesados con un bastonazo.
La península de Acero.
Un lugar misterioso de tantos, vivían criaturas que se alimentaban de placas de metal como si pedazos de pan se tratara, atisbos de materiales duros que parecían de otro planeta, una tierra tan dura que un taladro de acero tendría problemas en penetrar…
Y Gokú estaba entrenando allá.
Para fragmentar una de esas piedras que con maquinaria moderna sería difícil.
"Qué loco…" Lo que realmente le dejaba perpleja a Bulma es que tanto él (Gokú), como su compañero, Krilin, podían agrietarla. "¿Para lograr fragmentar materiales de dureza extrema se necesita lograr un balance de Mente y Cuerpo?", Bulma estaba perpleja por lo pronto que aquella frase en aquel recóndito libro había vuelto a aparecer en su vida. Esto le aportó un Shock, ya que ahora tenía que estudiar verdaderamente a qué se referían con mente, porque no parecía referirse a lo mismo que ella y las otras más de 1,000,000,000 de personas viviendo en la capital del Oeste. Posiblemente la mente no se trataba de aquel compendio de razonamientos que eran sinónimo de cerebro.
"¿Oh? ¿No eres tú la señorita Bulma?", Una voz familiar sacó a Bulma de sus pensamientos, eran la venerable Chamana y Pocawtha acercándose a su posición.
"¡Ah!", Bulma se sorprendió, "¡Venerable! ¡Pequeña Pocawtha!", Bulma se intentó levantar, pero la Chamana lo impidió.
"No hay necesidad, pequeña Bulma, solo estamos visitando el mundo momentáneamente", realmente era una coincidencia.
"¿Qué les trae por acá?", preguntó Bulma viendo a Pocawtha sentarse a su lado.
"¡Venimos de excursión a la capital del Oeste!", Dijo Pocawtha con una sonrisa, "¡La famosísima capital de la tecnología y ciencia!", Pocawtha se veía bastante emocionada.
"Yo acompañé a la escuela para ver el mundo por última vez", dijo la chamana con una sonrisa. "Soy Paozu, por cierto", La anciana mujer dijo su nombre por primera vez.
"¿Paozu? ¿Cómo los montes Paozu?", la chamana asintió divertida.
"Mis padres me pusieron así porque querían que dominara ese agresivo bioma, irónicamente les salí más como una estudiosa rata de biblioteca", se rio la anciana. "No pude evitar escuchar tus murmullos, parece que llegaste a esa duda, eh", Bulma reaccionó sorprendida.
"¿La de la mente y el cuerpo?", Paozu asintió.
"Lo que se suele decir de la unión de la mente y el cuerpo es una cuestión muy misteriosa", admitió la anciana, "parece tener una relación muy cercana con lo que es el mundo y el universo en sí", dijo la anciana con una sonrisa misteriosa.
"¿El mundo y el universo?", Bulma preguntó curiosa, "¿Quiere decir que, si estudio más sobre las visiones del mundo y el universo, podré comprender por qué se dice de esos dos elementos tan… opuestos?". Pocawtha se puso a jugar con sus manos mientras miraba al lago, jugaba que sus manos peleaban.
"En cierto modo", asintió Paozu, "La fuerza, poder y voluntad tienen que ver con esos elementos que estás estudiando".
Bulma asintió y se quedó con esas palabras, si bien seguía estudiando filosofía, se había quedado estancada, así que estaba pensando en proceder a su otro objetivo: ¡Las artes místicas!
"Ah, por cierto", Bulma se le iluminó el rostro, ya que estaba, iba a aprovechar, "¿sabe dónde puedo ver o estudiar sobre las artes místicas?", preguntó curiosa, la chamana la miró con ojos curiosos.
"Claro", dijo con una cálida sonrisa, "En la aldea Aru tengo a mi pequeño séquito de estudiantes, si quieres puedes venir a preguntarles tus dudas, el pueblo ha prosperado bastante por cierto", Bulma asintió, "También puedes visitar a las capitales del centro y del sur", dijo pensando, "Y por último en la misma zona de la aldea Aru, cerca hay varios centros místicos", dijo finalizando su recuento. "Por cierto, jovencita, ¿qué pasó con el muchacho de cabello alocado? Era son… Son Gokú… que curioso como Son Gohan". Bulma reaccionó sorprendida.
"¿Conoció a Son Gohan, Señora Paozu?", Paozu miró a Bulma también con ojos sorprendidos.
"Claro que lo conocí, fue gracias a él entendí la importancia de los instintos, de la conexión de cuerpo y mente", dijo luego poniendo una sonrisa misteriosa.
"Guao, el mundo si que es pequeño", dijo Bulma sorprendida, "Son Gohan fue el abuelo de Gokú"
"Y vaya que es pequeño"
"¡Ey! No entiendo, ¿Y cómo está el pequeño artista marcial?", preguntó Pocawtha metiéndose. "¡Quiero aprender de sus artes marciales!" Bulma se rio al ver lo entusiasmada que estaba Pocawtha.
"Gokú está entrenando con el Ermitaño Tortuga", dijo Bulma, "Muy ocupado, creo que va a participar en el Tenkaichi Budokai". Pocawtha y Paozu reaccionaron sorprendidas.
"¿El ermitaño tortuga?" preguntó la anciana sorprendida.
"¿Tenkaichi budokai?" preguntó la niña con emoción.
"Sí, al parecer el entrenamiento es pesado y le ayuda a volverse muy fuerte" dijo Bulma tocándose la frente", ¿me creerían que es capaz de agrietar un pedazo de Titanio crudo?",
Y con la sorpresa de la anciana y la niña, una plática interesante comenzó, eventualmente otros niños de la escuela se unieron para escuchar.
El ocaso se acercó y el cielo se pintó de naranja, Bulma y los habitantes del pueblo Aru se despidieron, así que Bulma regresó a su hogar, escribió las siguientes palabras en su agenda, al lado de la frase:
'Fuerza, poder, voluntad, libertad, universo, mundo, filosofía, magia y mente'
Tras esto Bulma tomó un libro de ciencia como hacía que no lo hacía, y se acordó del Brío.
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Esa noche, Gokú y Krilin decidieron intercambiar punteros, peleando con igualada y con sus caparazones puestos, cuando la sesión de sparring terminó, los dos se fueron a dormir.
Un día se volvieron dos. Gokú y Krilin ganaron otras costumbres compartidas con las dos Launch, por ejemplo, Gokú y Launch peli-azul solían Jugar al tener actitudes como las de un niño, eran juegos de mano, juegos de las traes y parecidos, Gokú y Launch rubia se peleaban mucho debido a la personalidad tosca de la rubia, de hecho, todo eso empezó por una situación muy graciosa en la mañana.
Gokú y Launch rubia se despertaron simultáneamente, y ésta lo intentó matar, a lo que Gokú enfadado se defendió con una patada (que la dejó bastante herida) y le dijo lo siguiente: "¡Deja de ser tan molesta! Si no, te voy a hacer tenerme respeto" Aunque como era de esperarse, no funcionó, y Gokú en cambió comenzó a disfrutar el combatir con ella.
En cambio, Krilin y Launch peli-azul hacían más ejercicios de pláticas, ejercicios de caligrafía y demás.
Los días se volvieron semanas, al Gokú tener cola, evitó expresamente mirar a la luna, las semanas se volvieron meses, y el mes que cayó fue Diciembre.
Y al final de éste mes, Gokú y Krilin lograron una meta interna.