Seong-Jin estaba en una de sus empresas.
Estaba sentado en una gran mesa con algunos de los empresarios más importantes del país.
—Entoces si se invierte en las empresas de América quizás...
Seong-Jin ni siquiera prestaba atención a lo que decía aquél hombre, estaba mas centrado en mirar su teléfono por debajo de la mesa.
Algunos de los empresarios se dieron cuenta, pero no se atrevieron a decirle nada, siguieron escuchando al otro empresario y dejaron que el siguiera con su teléfono.
Seong-Jin buscaba cualquier cosa, solo quería librarse de aquél aburrimiento infernal.
Algo en especial llamó su atención "el maravilloso cuerpo de Sun hee Shin"
Parecía sorprendido al leer el nombre de su esposa, primero pensó que quizás no era ella pero el apellido decía todo lo contrario.
Enseguida pulso aquél video, vio a su esposa saltar desde una ventana y luego caer en la piscina, luego pudo ver su vestido fino todo mojado, toda su ropa interior podía verse.
Lo volvió a reproducir una vez más, suspuestamente quería asegurarse de que realmente era ella.
Su rostro se oscureció completamente, volvió a convertirse en aquél hombre frío, su aura era más fría.
Todos en la sala se dieron cuenta, algunos retrocedían un poco otros simplemente pasaban de la situación.
Seong-Jin se levantó furioso al ver que el video tenía más de medio millón de reproducciones, suspiró fuerte y salió de la sala volviendo a dejar a todos los empresarios tirados allí por segunda vez.
***
—Señorita, debería comer más, si sigue comiendo solo esa cantidad seguramente podría enfermar. El joven amo se enfadara—dijo preocupado Min ho.
—Comeré cuando tenga hambre, no es necesario que alguien me lo recuerde cada 5 minutos— frunció el ceño.
Min ho solo puedo asentir con la cabeza y retirarse, bajo por las escaleras y fue a ver como trabajaban las mucamas.
Poco después él recibió una llamada, casi al instante contesto al ver que era Seong-Jin.
—J-joven amo que se le ofrece.
—Está mi esposa ahora—dijo serio.
—Sí, esta en su dormitorio, si quiere puedo pasarle el teléfono... ¿Joven amo?
Volvió a mirar la pantalla de su teléfono y se dió cuenta de que la llamada ya había finalizado, estuvo hablando solo.
"¿Porqué estará enojado?"
Él solo pudo suspirar y volver a hacer su trabajo.
Un rato después Sun hee había salido de la ducha, llevaba un pijama corto y por culpa de su cabello mojado gotas de agua caían por su cuello.
Cuándo fue a coger un secador para secarse el cabello, alguien entro sin avisar a la habitación.
—Podrías llamar-
Se sorprendió al ver a su esposo mirándola fijamente, si no lo conociera ahora mismo estaría temblando por aquélla mirada.
—Veo que te estas haciendo bastante popular últimamente por las redes sociales...—dijo enfadado.
—¿Qué quieres decir?—curiosa.
—Miralo tú misma.
Le lanzó su teléfono desde la puerta, esperando a que ella lo cogiese.
Sorprendida casi se tiro al suelo para evitar que el teléfono cayera al suelo.
Cuándo volvió a ver aquél video maldito para ella en la pantalla prefiero haber dejado que el teléfono golpeara contra el suelo.
Al acordarse que su esposo seguía allí y sabía de la existencia de el video, volvió a mirar hacía él lentamente.
¿Acababa de despertar a la bestia de su interior, estaba apunto de ocurrir lo que tanto Min ho le avisó?
—Estás más delgada que en el video, deberías alimentarte más—dijo tranquilo.
Sun hee casi se atragantó con su propia saliva, estaba sorprendida de que solo le dijera aquello, por una vez se alegró de que alguien le dijera que debía comer más. Aquello le salvo de una terrible tormenta.
—N-no creó, yo me veo igual que antes—intento continuar con la conversación para evitar hablar sobre el vídeo.
—¿Segura?, porque no me dejas que lo compruebe yo mismo—dijo mientras se acercaba a ella.