Habían pasado horas desde que Seong-Jin subió al avión, era la primera vez que estaba tan inquieto.
Los empleados que se encontraban en el avión no podían evitar mirar a Seong-Jin caminando de un lado a otro sin parar.
Tenía una mano en el rostro y la otra dentro del bolsillo, no podía evitar pensar que su hermano seria capaz de ir a la mansión donde vivía su esposa y él solo para molestarlo.
Nunca conoció a la mujer de su hermano, en realidad no estaba completamente seguro de que su hermano estuviera casado con ella.
Pero si realmente fuera así debería llevar cuidado con esa mujer, quién sabe que se atrevería a hacer, fue capaz de manipular a su hermano fácilmente.
***
Mientras tanto Sun hee ayudaba a los jardineros, parecía que realmente le gustaba estar llena de tierra.
—¿Saben cuándo vendrá Seong-Jin?—dijo preocupada.
Últimamente hablaba mucho sobre él, supuso que se habría acostumbrado a aquella persona tan fría y arrogante.
Incluso su vida sería un desastre si no estuviera él, nunca le dio una explicación de porque aceptó la petición de su madre para casarse con ella o porque era tan frío.
Lo único que tenia claro era que ahora mismo quería que estuviera aquí.
Decepcionada fue a su dormitorio para poder descansar tranquilamente. Los jardineros estaban sorprendidos de que se fuera sin terminar su pequeña tarea, nunca había echo eso antes.
***
Pasaron las horas.
Luego Seong-Jin llegó al aeropuerto, salió apresurado del avión y subió a uno de los autos que estaban aparcados en la entrada.
Quería llegar lo mas rápido posible a la mansión, él pensaba que quizás su hermano si fue capaz de ir allí.
Un rato después el coche se quedo sin gasolina, estaba a tan solo diez minutos de la mansión, sin pensarlo dos veces salió del auto cabreado y fue corriendo hacia la mansión.
Poco después llego, cuando vio a todos los guardaespaldas vigilando la mansión no pudo evitar sentir un enorme alivio. Se acababa de quitar un enorme peso de encima, no pudo entender porque se había preocupado tanto por su esposa.
Podría haber llamado a Min ho para comprobar que ella estaba bien o podría haberla llamado él directamente.
Pero por alguna razón no podría haberse calmado al oír solo su voz, por eso tenía que comprobar él mismo que todo estaba bien.
Por alguna razón Min ho salió de la mansión, la expresión asustada de su rostro desapareció de inmediato al ver a Seong-Jin en la entrada, aunque enseguida se acordó del motivo de su viaje, si realmente fue su hermano quien destruyo los sistemas...
De repente volvió a la realidad al ver como el joven amo Seong-Jin paso por su lado sin decir nada.
"¿Ira a ver a su esposa?"
Las comisuras de sus labios se elevaron levemente, no pudo evitar pensar que la señorita Sun hee ablandaba poco a poco el corazón de aquel frio hombre.
Cuando se dio cuenta ya estaba siguiendo a Seong-Jin sin decir nada, no quería perderse la escena romántica que quizás podría ocurrir.
Sun hee estaba sentada sobre la cama, escucho como se abría la puerta y no pudo evitar alegrarse al pensar que podría ser su esposo.
Ella estaba en lo correcto, vio como entro su esposo rápidamente.
"¿Abra visto su dormitorio y se abra enojado?"
Sun hee se sonrojo un poco al ver a su esposo con los tres primeros botones de su camisa desabrochados, dejaba al descubierto parte de su perfecto pecho.
Algunas gotas de sudor caían desde su frente hasta su cuello.
"¿A estado corriendo?"
El corazón de Sun hee comenzó a latir rápidamente, nerviosa saludo a su esposo y intento salir del dormitorio sin decir nada mas.
Pero al sentir la mano de su esposo agarrándole la muñeca se puso nerviosa, sin querer movió el brazo bruscamente haciendo que ella cayera al suelo.
Min ho se sorprendió al ver donde había apoyado Sun hee su mano, estaba riendo al ver aquella situación tan incomoda.
Cuando finalmente Sun hee vio donde apoyo su mano... ya era demasiado incomodo para decir algo.
—Pervertida—dijo Seong-Jin intentando ponerla aun mas nerviosa.