El silencio que había en la empresa incluso hacía que los empleados tuvieran que quedarse quietos para comprobar si realmente Seong-Jin era una persona.
Su aura cambió rápidamente, era frío y desprendía seguridad.
Incluso hizo que su hermano mayor Jin Chin sintiera un pequeño escalofrío recorriendo su cuerpo.
Solo pudo esperar asustado a que su hermano Seong-Jin decidiera decir algo.
Pero... él solo lo miraba como si fuera un mosquito molestó, levantó su mano para avisar a los guardias que lo sacarán de allí.
Enseguida ellos reaccionaron, estaban un poco sorprendidos de que su jefe se atreviera a echar a alguien más poderoso que él.
Cuándo cogieron a Jin Chin de los brazos para sacarlo el reaccionó bruscamente.
Golpeó a uno de los guardias y miro furioso a su hermano.
Aquella agradable aura y voz se volvieron igual o más fría que la de su hermano menor.
Los empleados se preguntaban si realmente comenzarían una batalla los dos hermanos más poderosos del país.
Jin Chin caminó hacía adelante para poder estar cerca de su hermano, intentaba intimidarle...
—Por fin te muestras tal y cómo eres—dijo Seong-Jin mirándolo con odio.
—Una simple mierda como tú no creo que deba mirarme así—dijo mientras se echaba el cabello hacía atrás.
Seong-Jin no pudo evitar reír al escuchar a su hermano, tanto había cambiado desde que se fue. No podía evitar preguntarse si era la misma persona con la que se crió... como aquella mujer llegó a controlarle tanto.
Su hermano Jin Chin nunca había sido enamoradizo, pero de un día para otro solo hablaba de aquella mujer. Incluso robaba millones de wones a sus padres para poder comprarle lo que sea que le pidiera aquella mujer...
Así hasta que fue mayor de edad, el mismo día de su cumpleaños salió de la mansión sin decir nada.
Por eso cuándo Seong-Jin escuchó que alguien había estropeado los sistemas de la empresa no pudo evitar pensar que fue su hermano.
—No tengo intenciones de perder más tiempo aquí, dime lo que quieres y no vuelvas a aparecer cerca de mi nunca más.
—Losiento, pero no es tan sencillo, desgraciadamente no quiero que tengas nada, a mí esposa no le agrada la idea de que haya alguien capaz de ser más poderoso que nosotros—dijo Jin Chin cruzando los brazos.
Seong-Jin suspiró, era gracioso ver a su hermano mayor jugando a un juego tan infantil.
"Enserio solo quiere que haya un ganador"
Repitiendo esas palabras en su cabeza decidió continuar su juego de niños tal y como quería él.
—Seong-Jin... mejor dicho Jin Seong, ¿no pensabas hablarme de tu querida esposa?
Abrió los ojos sorprendido al escuchar que sabía de su esposa, sabía que terminaría descubriéndolo pero no se imaginaba que lo descubriría tan rápido... En ese momento sintió que no planeaba nada bueno.
Se acercó aún más a él y volvió a mirarlo furioso pero esta vez no era como antes, incluso Jin Chin tuvo que tragar saliva.
—Solo atrévete a acercarte a la mansión donde vivo, podrás comenzar a contar los minutos que te quedarán, me da igual quien seas ahora...
Volvió a ordenar a los guardias que lo sacarán y pudo sentir un enorme alivio dentro de él.
***
Dos horas después del problema estaban arreglando el sistema que había destruido su hermano.
Era impresionante como pudo destruirlo en tan poco tiempo.
Poco después, cuando los empleados ya podían manejarlo solos decidió irse.
Llamó a su asistente y le pidió que prepararan el avión para poder volver.
Salió de la empresa y subió a su auto.
Sentía un poco de miedo al recordar que su hermano sabía que estaba casado.
¿Enserio sería capaz de dañar a su esposa?