Una hora después llegaron al aeropuerto, Seong-Jin bajó del avión seguro y preparado para poder enfrentar a aquella persona.
Abajo le esperaban muchos guardaespaldas, todos de negro y con gafas de sol, daba bastante miedo ver a todos esos guardaespaldas en fila.
Seong-Jin solo los miraba como si fueran niños, para él eso solo le causaba gracia...
En la entrada había un auto esperándolo, se acercó para subirse.
—Llevame a la empresa principal—dijo serio.
—Como usted ordené.
De camino tuvo todo el rato los ojos cerrados, tenía bastante sueño, no pudo dormir en el avión, estaba pensando si realmente podía ser aquella persona...
Casi media hora despues llegaron, cada minuto que pasaba era mas insoportable.
Bajó del auto y miro detalladamente la empresa principal que tenía en Francia.
Todo parecía correcto desde fuera pero sabía que en cuanto entrara vería a todos los empleados enloquecidos y quizás a aquella persona.
Decidió no pensarlo más y avanzar, si seguía así sería peor a cada momento, porque llamar su atención de esa manera...
Llegó a la gran puerta y la abrió de un empujón, no pudo localizar a nadie "sospechoso" solo empleados enloquecidos por el problema de la empresa, no paraban de ir de un lado a otro para intentar solucionar el problema.
Seong-Jin miró detalladamente cada rincón de la empresa, esperando encontrar a alguien, pero ese alguien lo encontró a él primero.
Apoyo su mano sobre Seong-Jin haciendo que este diera un pequeño salto por el susto, cómo podía ser tan sigiloso.
Seong-Jin se giró rápidamente para poder comprobar sus sospechas, tal y cómo pensaba era él... su hermano mayor.
—Pequeño hermanito, ¿te ha ido bien?—dijo intentando molestarle un poco.
Seong-Jin cerraba sus puños con fuerza y apretaba sus dientes, cuando iba en el avión fue pensando en como debería reaccionar si sus sospechas fueran ciertas. Pero ahora que lo tenía frente a él la situación había cambiado.
No sabía si matarlo, enojarse, llorar, alegrarse.
Todo era demasiado confuso, ver a la única persona con la que creció con mucha confianza era aterrador para él.
Él dia en el que su hermano mayor se fue de casa sin avisar por una mujer, hizo que realmente su corazón se rompiera.
Ahora que lo miraba a los ojos y veía aquella sonrisa, como si no hubiera pasado nada, solo un mal sueño.
Pero eso no era así ahora, muchas cosas habían cambiado, tampoco tenía seis años ahora.
—Jin Seong como-
—No me llames así—dijo serio.
—Oh... todavía no prefieres que digan primero tu apellido, nunca cambiaras...—dijo mientras estiraba su brazo para poder apoyarse en el hombro de su hermano.
Un golpe se escuchó, lo suficientemente como para que su hermano mayor se asustara.
Seong-Jin había golpeado con fuerza el brazo de su hermano, levantó la cabeza y lo miró con la peor expresión posible en aquél momento...
Parecía que hubiera liberado todos esos sentimientos de dolor de todos esos años por culpa de su hermano.
—¿Porqué has vuelto?
—No quería seguir huyendo de mi familia, además soy el mayor.
—Por eso te crees que puedes venir a mí empresa y entrar, como si fuera poco destruiste los sistemas de la empresa. ¿Para llamar mí atención?
—Sí...
—Para mi no es importante esto, podrás decir que somos familias pero para mi esa simple palabra no significa nada... Ni siquiera te he considerado un hermano alguna vez.
Su hermano mayor Jin Chin estaba realmente sorprendido, él sabía que todo lo había echo mal en el pasado pero le dolía escuchar aquello de su propio hermano.
Él solo pudo mirarle y después bajar la cabeza lentamente para evitar el contacto visual.