Las niñas ya tenían 15 años, Nanny les preparaba la cena, Amirah estaba en el balcón de su cuarto observando a los caballeros entrenar, tenía una leve sonrisa. Desde pequeños los niños jugaban a que practicaban e iban creciendo para convertirse en parte de la caballería. La reina Edyleth hacía años había abandonado el reino sin decir nada, dejando a sus hijas y esposo atrás ,lo que logró que fuera condenada a no volver nunca.
—Amirah, papá pidió que bajáramos a cenar — se acercó a ella y al ver que su mirada estaba perdida miró a los chicos — Ese que miras se llama Eren, deberías hablar con el — Blyana río y solo salió del cuarto
Me volteé y observé que ya mi hermana no estaba, en realidad, no tengo ni la más mínima idea de quién es Eren, yo solo me fijaba en como practicaban, me deje caer en la cama sin ánimos para bajar pero sabía que debía así que solo me levante y salí. Habían unas chicas junto a mi padre que discutían algo, al voltearse a verme sus ojos se iluminaron.
—Y ellas, ¿Quienes son?—
—Te medirán para hacerte un traje especial, tranquila—
Rodé los ojos y me senté, estaba mi primo Aarón y su padre, quienes me caían horrible. Si pudiera quitarlos de mi vista lo haría sin pensarlo dos veces.
—Bueno primita, espero que hayas disfrutado tu tiempo como princesa por que ya llegará el momento de que tome el trono, y ciertamente ni naciendo aquí pareces una —río el idiota de Aarón
— Bueno primito por el momento me gusta mi puesto así que yo solo espero que no te aniquilen antes de ese día, pero descuida. Si no lo hacen...lo haré yo — sonreí a lo que el se ponía completamente serio y dejaba la copa de vino a un lado, observé a mi padre fijarse en mi por unos minutos — ¿Que tanto me ves? Sabes, se me quitaron las ganas de comer.
Me levante saliendo de ahí, logrando escuchar que comenzaban hablar entre ellos, pero no me interesa en lo más mínimo.
—Wow, Amir... ¿esta es la educación de tu hija? No parece princesa. Es mejor que comiences hacer algo
—Ella es rebelde, salvaje y.... para nada fácil de manejar. Pero mencióname una princesa con la misma ferocidad y pasión para obtener lo que quiere— lo observó mientras tomaba la copa de vino y se formaba una gran sonrisa en su rostro diciendo "Salud" mientras hacía un leve gesto con la copa y la depositaba en sus labios.