Eran las 11 de la noche y yo esperaba a que las criadas ya estuvieran en sus recamaras, tome mi cámara y salí de mi habitación en silencio, quería salir y explorar un poco más sin que nadie me lo impidiera. Salí por la puerta de atrás... como una de las criadas, ahí no habían guardias que vigilarán las puertas, sonreí y con ayuda de unos barriles de madera brinque el muro llegando al otro lado del castillo. Suspiré, por fin aire fresco. Caminaba escuchando el río a lo lejos y pensando que verdad era la que papá decía, y cómo podía averiguarla. Sentí un choque y cuando pude parpadear ya estaba en el suelo.
–Disculpame, no me fijé por donde venía - me dedico una mirada y puso su mano frente a la mía, la cual no acepte y me levanté yo sola-
–No te disculpes tanto, yo tampoco me fijé. Además que haces en el bosque a esta hora.
–Creo que podría decir lo mismo, y más de una chica sola en el bosque - podría decir que tenía una leve sonrisa en su rostro pero un pañuelo lo cubría -
– Te sorprendería lo que puedo hacer si intentarán hacerme algo -observe la tela de su ropa y las pocas facciones de su rostro que la luz de la luna me dejaba ver-
–¿Quien eres? - antes de que hablara escuché a los caballeros acercarse, maldición tal vez me están buscando...- Yo... debo irme, adiós -sali de ahí lo más rápido que pude, observé el muro y ya no estaban los barriles de este lado- ¿!Como diablos subo ahora!?
–¿Necesitad ayuda?
Me di la vuelta y solo lo ví ahí, ¿que si le cuestionaría por qué me seguía? tal vez. pero no lo hice solo acepte rápidamente, no quería que papá sospechara que quería descubrir todo o lo hecharía a perder. El me tomo de la cintura levemente y me ayudó a subir el muro, lo observé leve y murmuré un gracias antes de dejarme caer al otro lado y correr a mi habitacion.