An Xiaxia se puso un vestido de estilo marinero y estaba escondida en el rellano mientras miraba a hurtadillas la escena de abajo. Casi se cayó cuando escuchó la llamada de su papá. El destino tenía que estar burlándose de ella... ya estaba en el infierno por culpa de ese demonio. ¡Nunca pensó que se mudaría a su casa!
Bajó las escaleras con una expresión lúgubre. Sheng Yize levantó una ceja levemente y estiró su mano para sacudir la de ella.
—Soy Sheng Yize.
An Xiaxia estiró su pequeña mano a regañadientes.
—An Xiaxia.
Se dieron un apretón de manos, fingiendo ser amigables. Chi Yuanfeng se levantó igual que un pequeño cachorro y también quería darle un apretón de manos a An Xiaxia, pero Sheng Yize lo interrumpió. Su lindo rostro lucía desconsolado. Sheng Yize ni siquiera permitía un apretón de manos. ¿Acaso no estaba siendo demasiado sobreprotector? He Jiayu solo asintió a An Xiaxia, que podía contar como un saludo.
—Xiaxia, ¿los puedes llevar arriba? —le dijo el Papá An.
An Xiaxia asintió y los llevó arriba, sintiéndose frustrada.
«¿Por qué está pasando esto?», pensó con una expresión preocupada mientras Sheng Yize la apuraba desde atrás.
—Paticorta Xia, ¿puedes ir más rápido?
An Xiaxia odiaba que le dijeran baja. Volteó de inmediato e iba a replicar, pero apenas vio las largas piernas de Sheng Yize dio la media vuelta con lágrimas en sus ojos.
«No importa, ¡no discutiré por cosas así con un diablo! ¡Jum!»
El tercer piso era espacioso. Había entre cuatro y cinco habitaciones vacías, así como también una a prueba de sonido que podía ocuparse como una sala de ensayo para Starry Night.
An Xiaxia tiró del dobladillo de su vestido y dijo:
—Pueden escoger sus habitaciones ahora. Voy a bajar. —Bajó la vista y estaba por irse cuando alguien agarro firmemente su muñeca.
—An Xiaxia, ¿por qué huyes? —preguntó de manera inquisidora Sheng Yize.
An Xiaxia se mordió el labio y dijo:
—Voy... voy a bajar.
—Pero aún no me devuelves el dinero —respondió con tranquilidad Sheng Yize.
—Hablaré con mi papá y... él te pagará—dijo patéticamente An Xiaxia, mirándolo.
«Papi, lo siento, ¡trabajaré duro después de graduarme y te devolveré el dinero!» En su mente, An Xiaxia lloraba por las grandes sumas que tendría que pagar en el futuro.
—Je, ¿no quieres escuchar la segunda opción que te puedo ofrecer?
An Xiaxia levantó la vista y lo miró atentamente sin pestañear. Sheng Yize se sintió un poco incómodo y tosió un poco. Apartó la vista ligeramente y dijo:
—Debido a que eres tan tonta, no haré que adivines. Puedes pagarme o trabajar como mi asistente. ¿Qué tal suena eso?
—¿Asistente? —An Xiaxia inclinó su cabeza con curiosidad mientras pensaba: «No suena mal».
—Sí... La Hermana Ke es mi representante, pero no me puede seguir a todos lados mientras estoy en la escuela. Después de todo, soy una celebridad y no siempre puedo hacer cosas por mí mismo, ¿cierto? Así que tú serás mi asistente y me ayudarás a hacer mandados o me protegerás de mis fans, entre otras cosas... —la voz de Sheng Yize era tan seductora que parecía magia.
Lo que dijo deleitó a An Xiaxia y preguntó:
—¿En serio? ¿Eso es todo? No hay nada pervertido involucrado, ¿cierto?
—Claro que no. ¿Te parezco ese tipo de persona? —la expresión de Sheng Yize era muy inocente.
No muy lejos, Chi Yuanfeng y He Jiayu, que estaban escogiendo sus habitaciones, comenzaron a sudar frío y pensaron: «Cómo puede existir una persona tan descarada en este mundo... Fiu, esa pobre conejita de Xiaxia, nunca escapará de este lobo manipulador.»
Parecía ser que Sheng Yize convenció a An Xiaxia.
—Sin embargo, el sueldo de una asistente no es alto, así que es posible que tengas que hacerlo durante mucho tiempo...
—Pero así no tengo que pagarte, ¿¡cierto!? —An Xiaxia sentía júbilo por la idea y respondió sin siquiera pensarlo—. ¡Trato hecho!