Luego de haber escuchado la respuesta de la chica, el alto hombre rápidamente sostuvo su teléfono. Él volteó muy rápido e hizo una llamada y luego se volteó a mirarla nuevamente.
—Entonces, ven conmigo. Primero necesito confirmar que eres virgen.
El hombre se movió y abrió la puerta del auto pero Davi no se movió.
—¿Qué? ¿Cambiaste de parecer?
—No, pero yo…me estoy quedando sin tiempo. Mi hermano se está muriendo. Él necesita una cirugía ahora ya. Si me demoro un poco más, no lo logrará.
Davi ha perdido la luz de esperanza una vez más por lo que su cerebro rápidamente despertó de otra pelea. Estaba desesperada. Ella no se rendiría sin importar cuán débil era esa luz de esperanza.
—¿Y qué pasa si estás mintiendo?
El hombre la miró como si fuese un espantoso soldado quien había matado recién a docenas o cientos de hombres. Pero para sorpresa, Davi ya no sentía miedo. No había nada más terrible que la muerte de su única familia.
—Si estoy mintiendo… entonces máteme.
Sus ojos brillaron de manera salvaje y el hombre no pudo ayudar, pero sintió una terrible aura de guerrera viniendo de ella de manera extraña. Ella era una chica tan hermosa, pero él sintió que ella era como alguien que había atravesado el infierno. Literalmente lucía tan débil, pero se sentía tan fuerte; en realidad, era el tipo de chica que estaba buscando.
—Bien, como desees.
La impasible cara del hombre parecía como si se sintiera aliviada. Aliviada de que finalmente había encontrado a alguien. Rápidamente fue adentro del auto y tomó una blanca carpeta con él.
—Toma, este es el contrato. Si estás dispuesta a cumplir entonces firma y la mitad del dinero será transferido a tu cuenta ahora mismo.
Habiendo dicho esto el hombre, Davi rápidamente tomó los papeles en su mano. Ella miró los papeles sin mucho detenimiento y se fue directamente a la página donde se indicaba la cantidad de dinero. Pero para su sorpresa, no había ninguna cantidad de dinero escrita en el contrato.
—Como puedes ver, el dinero depende de lo que pidas. El límite de dinero que pidas depende de ti— pronunció el hombre con una cara impasible, mirando directo y firme.
Davi no lo podía creer, pero no tenía tiempo que desperdiciar. Ella estaba lista para cualquier mentira que viniera ahora. Ella sabía cuán absurda era esta oferta, sabía que era demasiado buena para ser verdad, y aún ella ya no dudó más. Ni siquiera se tomó el tiempo de leer cuáles eran las condiciones.
—Lo firmo ahora.
—¿Ah?, pero ni siquiera has leído…
—Está bien, lo leeré después. Por favor, necesito salvar primero a mi hermano. Lápiz por favor.
La cara impasible del hombre alto frunció el ceño en incredulidad. No veía ninguna duda en la débil cara de esta chica. Sus ojos parecían vacíos, pero con determinación. Lucía como si estuviera decidida a pelear, incluso si el costo incluía ser arrastrada al infierno.
—Esto no es un juego, te lo advierto.
Dijo el hombre mientras que mostraba una duda obvia en su rostro a medida que le pasaba un lápiz. Pero Davi sin dudar tomó el lápiz de su mano. Ella dejó los papeles sobre el auto. Bajo una amplia luz de día, en medio de la calle donde pasaban unos pocos autos, firmó el contrato, con el corazón y su alma ardiendo como el fuego.
En el momento que levantó su mano para hacerle llegar los papeles al hombre, una sonrisa misteriosa se tallaba en sus suaves labios rojos. Era una sonrisa con una mezcla de emociones. El dolor y el alivio emergían como uno solo desde su pecho.
Ella ardía. Sentía que el mundo la golpeaba fuertemente. Ella sabía que después de este corto momento, su vida no sería igual nunca más. Sabía que después de este golpe de suerte, la forma en que se veía a sí misma nunca más sería la misma.