Las familias ingresaban constantemente al salón principal.
Astalris siguió a sus padres mientras observaba la catedral. Quienes estaba encargados en esté reino del despertar de los niños era la Santa Iglesia de la Diosa Elir, la diosa protectora de los humanos.
En antaño habría sido inconcebible la realización del despertar de un elfo en una iglesia de Elir, por la diferencia de razas, pero en la actualidad según lo narrado por sus padres, las alianzas entre razas y sus dioses contra las sectas y cultos malignos habían permitido este avance. Ahora ningún joven elfo debía viajar en busca de una Iglesia de Meru, diosa protectora de los elfos, sino que podían realizar sin ningún problema su despertar bajo la visión de Elir.
Astalris pudo ver algunas familias elfas que también estaban en el grupo. También pudo distinguir dos familias enanas y una familia etheral.
Los etheral eran una raza muy rara pero al mismo tiempo muy poderosa, las mujeres etheral tenían una apariencia muy similar a la de los elfos y humanos, pero en su frente tenían tres pequeños cuernos que brotaban levemente y todo su cuerpo estaba cubierto de tatuajes azules. Los hombres en cambio, era mucho más grande que los hombres humanos o elfos, llegando a medir aproximadamente dos metro y medio, el tono de su cuerpo era de un azul leve y tenían un solo cuerno prominente que brotaba de su frente.
Esta raza era considerada descendiente de la raza elemental, dado que aún mantenían algunas similitudes como la habilidad de convertir su cuerpo o partes de el en los elementos que dominasen. Esto los hacía extremadamente poderosos sin siquiera tomar en cuenta sus signos. Sin embargo a lo largo del tiempo la raza había enfrenado diferentes calamidades.
En primer lugar su raza tenía por naturaleza una tasa de natalidad incluso más baja que la de los elfos, pero su vida no era tan larga como la de ellos para darse el lujo de seguir intentando. Ante esto tuvieron para no reducir exponencialmente su población cruzarse con otras razas con mayor nivel de natalidad.
Y en este mundo no había raza alguna que superase a la humana para reproducirse. Muchas otras razas tenían diferentes ventajas innatas que en comparación con la raza humana hacia a esta última ver muy débil, por ejemplo los elfos tenían una vida casi inmortal y afinidad innata con la magia, era raro ver un elfo que no sepa magia, los enanos tenía un físico increíble y una afinidad con el elemento tierra que los hacia expertos herreros, las sirenas tenían afinidad con el elemento agua y podía respirar perfectamente bajo ella y los orcos una fuerza extraordinaria y una elevada regeneración ante heridas o daño . Pero todo esto era compensado con su inmensa capacidad de reproducción y organización, a lo largo de la historia la raza humana había formado inmensos y poderosos imperios y reinos, con poblaciones inmensas. Si de cien personas una era un genio, la raza humana con la cantidad de su población tenía miles, pudiendo de esta manera suplir su desventaja contra otras razas.
Era muy probable que aquella familia etheral tenia la intención de que su hija estudiase en una academia humana y por eso estaban presentes, incluso quizás para buscar candidatos para su hija.
De repente el sacerdote de Elir ingreso a la sala y cesaron los murmullos. Se paró en el altar y mirando al techo dijo en voz alta: -"Oh bondadosa Diosa Elir, estamos aquí reunidos para el despertar de las nuevas semillas de esté reino, por favor otorgarles tu bendición y permite que los Dioses invitados a esta reunión puedan hacerlo a su vez."-
Luego miro a las familias y continuo, -"Empezaré a llamar a los niños de acuerdo a la lista de inscripción, se acercaran al altar y podrán sus manos en la esfera divina. Tras la revelación de su signo volverán a su sitios y esperaran al resto. Comencemos. Rundeo Amiris, pasa adelante por favor."-
Un pequeño niño regordete de cabello amarillo miro a su padres nervioso, quienes lo calmaron y le señalaron el camino que debía seguir.
El niño avanzo lentamente nervioso y puso sus manos sobre la esfera, de repente una luz dorada descendió del cielo y se poso sobre el niño. De repente la imagen de un gran árbol verde empezó a formarse como una sombra a su espalda por unos segundos y luego se extinguió.
El sacerdote gritó, -"!Excelente, bravo. Un Trent anciano del Bosque, Rango A!"-
La gente empezó a murmullar y a felicitar al niño, un signo rango A era algo extremadamente raro para una ciudad como Amdarar, incluso en la ciudades capitales era algo que solo se podría esperar de los descendientes de las grandes casas o príncipes del reino.
El niño corrió sonriendo hacia sus padres quienes lo recibieron con lagrimas en sus ojos, por su forma de vestir eran de humilde procedencia, el signo de su hijo lo significaba todo para ellos, podría haber un cambio en su familia, en un futuro su hijo fácilmente tendría un puesto elevado donde desease trabajar y el destino de su familia podría ser otro que el de la pobreza.
El sacerdote continuo, -"!Sandaris Emsul!-
Otro niño de pelo rojo se acercó rápidamente al altar, sus vestimentas se veían caras y al ver a sus padres se podía advertir que contaban con dinero, toda su familia sonreía de manera orgullosa y despectiva.
La misma luz descendió hacia el niño cuando puso sus manos sobre la esfera y luego durante unos segundos la imagen de un cerdo negro se formó como una sombra a sus espaldas.
El sacerdote grito, -"Jabalí Oscuro, rango D."-
La cara del niño palideció inmediatamente junto a la de sus padres.
El niño grito al sacerdote suplicando, -"Señor, debe haber algún error, es imposible que tenga un signo rango D, mis dos padres tienen rango signos primarios de rango B, por favor déjeme intentarlo de nuevo debe haber un error."-
Pero el sacerdote lo miro fríamente y dijo, -"Niño, los Dioses han hablado, ¿Estás cuestionando su regalo? Porque eres solo un niño entiendo tu desesperación y se te perdonara, pero vuelve a cuestionar a la Diosa y tú con tu familia pagaran con sus vidas."-
El padre inmediatamente cogió a su hijo y le tapo la boca, hizo un gesto de agradecimiento y junto a su esposa que derramaba lagrimas se retiraron de la iglesia.
Astalris suspiró, no era la primera vez que veía algo así, muchas personas sienten o creen estar destinadas a algo grande que sale de sus posibilidades y la obtención de su signo marca si sus sueños podrán ser realidad o no.
Muchos caían en la desesperación y otros optaban por luchar contra su destino. Ningún camino era sencillo pero todo era posible. Hace muchos años Astalrishabía conocido a una prueba viviente de ello, un espadachín de rango Emperador. Cuando Astalris vio su signo principal casi se desmayo, era una Flor Carmesí, una bestia - planta rango E, pero aún así ese chico había llegado a convertirse en un espadachín rango Emperador y conseguido un signo secundario de la familia rango S.
La ceremonia se llevo no normalidad.
-"Anis Vermin"-
-"Arpía Invernal, Rango B"-
-"Aliyah Darby"-
-"Lobo Tundra, Rango B"-
-"Aveline Niberry"-
-"Diablo de los mares, Rango C"-
-"Theodore Rungos"-
-"Boa arcoiris, Rango C"-
-"Ursinus Barrmin"
-"Escarabajo Carmesí, Rango B"
.
.
.
...
-"Astalris Ith'laris"-
Astalris avanzó lentamente al altar, estaba nervioso. Se suponía que esta era una de esas cosas únicas en la vida, y aquí estaba de nuevo. Su experiencia tampoco lo ayudaba en nada, de hecho se sentía más nervioso por ella.
Puso sus manos sobre la esfera divina y la luz descendió sobre el como con el resto de niños.
No obstante de la nada la luz dorada ceso y una luz oscura lo cubrió. La sombra a su espalda empezaba a tomar forma, era completamente negra y oscura. De pronto unos inmensos ojos dorados se formaron a su espalda seguidos de unas gigantescas alas draconianas negras. De la nada una presión escalofriante inundo todo el salón, era tal que absolutamente todos se tuvieron que arrodillar, inclinando su cabeza como si estuvieran delante de un Emperador.
Al cabo de unos minutos tanto la sombra generada a espaldas de Astalris y la presión se desvanecieron. La esfera divina se resquebrajo.
Todos se pararon inmediatamente y empezaron a mirarse perplejos. El sacerdote empezó a palidecer y salió corriendo mientras gritaba, -"!NADIE SE MUEVA, DEBO CONSULTAR ALGO!"-
La gente empezó a mirar a Astalris y a murmurar. Sus padres se veían preocupados.
Pero Astalris sabía que había pasado, era una bestia rango SS o SSS probablemente. La felicidad lo inundo, pero el momento fue cortó. En su antigua vida cuando su signo principal rango SSS fue descubierto, inmediatamente fue reclutado por la familia real en ese entonces y se le protegió y trató muy bien. Era un reino elfico al fin de cuentas.
Pero en esta oportunidad se encontraba en un reino humano, no conocía a la familia real y la relación de sus padres con el Duque era amigable, pero no al punto de que el Duque sacrificase su propio bienestar para protegerle.
Las cosas pintaban mal, debía ocultar su signo, debía rápidamente proveer otra explicación antes que el sacerdote llegara.
Rápidamente se comunicó telepaticamente con sus familiares, "Murzim, Wezen encontrad al sacerdote y neutralicenlo, que no regrese al salón".
Pero en ese mismo instante el sacerdote entró sudando a la habitación, todos lo observaron, llevaba en su mano derecha un cristal de comunicación, había estado hablando con alguien y en la otra llevaba un libro antiguo.
De repente grito con todas sus fuerzas y de sus ojos brotaron lagrimas de la emoción, -"!EMPERADOR DRAGÓN DEL CAOS, RANGO SSS!"-
El silencio reino en la habitación, el sacerdote de desplomo al suelo.
Asltaris entraba en pánico, -"¿Con quien había hablado?, ¿Quién más lo sabía, que debía hacer?"-
-"Su Excelencia, ¿Eliminamos a los presentes?, preguntó Murzim.
Sus padres estaban presentes, no había forma de que hiciera eso.
De repente cuando pensó que nada podía empeorar, el silencio se rompió. La puerta principal se abrió y decenas de guardias empezaron a ingresar.
Un guardia se paro en la puerta y grito, -"Su Eminencia el Príncipe Robert Gallian, nos honra con su visita, Saluden!".
Astalris pensó seriamente en el suicidio.