El plan inicial de Rhode era tomar un descanso en las cercanías del lago Moonlight antes de continuar su viaje. Pero después de encontrarse con el Lobo Plateado, tuvo que cambiar su plan ya que el olor a sangre del cadáver del Lobo Plateado podría ocasionar más problemas innecesarios.
Rhode eligió un terreno alto y relativamente plano cerca del lago Moonlight para acampar antes de que se pusiera el sol.
Después de la cena, Rhode montó guardia una vez más. Aunque esto ponía estrés en su cuerpo, no había otra opción, ya que él era el más familiarizado con el bosque Luna Plateada.
El regordete mercader Matt se ofreció para ayudar, pero cuando vio cómo Rhode y Lize miraban su rechoncho cuerpo, pudo adivinar su respuesta. Por lo tanto, solo pudo sentarse a un lado y lamentarse con aburrimiento por su cuerpo.
Mientras tanto, Lize no se había quedado holgazaneando. Se arrodilló junto a Rhode, apoyando ambas manos en su hombro izquierdo.
—Aliy-Mia (Idioma dragón: Curar) —Cuando cantó, unas corrientes de luz surgieron de sus palmas, las cuales envolvieron lenta y suavemente el cuerpo de Rhode.
En el continente Dragon Soul, los lanzadores de magia generalmente adoptaban la lengua dragón para lanzar sus hechizos, ya que el 70 % de los conjuros conocidos por los humanos vinieron de los dragones. En cuanto al otro 30 %, eran de ángeles, elfos, demonios y no muertos.
Los antiguos antepasados del continente Dragon Soul habían sido concebidos por los Cinco Dragones Creadores, así que naturalmente habían heredado el talento mágico y la longevidad de los dragones. Para mostrar su respeto, los antiguos antepasados clasificaron las distintas regiones del continente en tres países diferentes que llevaban los nombres de los dragones: El País de la Oscuridad (Dragón Oscuro), el País de la Luz (Dragón de la Luz) y el País de la Ley (Dragón del Juicio). Con el paso del tiempo y sin importar qué sistema político adoptara el país, la posición más alta siempre sería de la persona que había heredado el Alma del Dragón. Los ángeles ocupaban el segundo lugar, seguidos por los elfos, los demonios, los no muertos, los no humanos, y los últimos eran los humanos.
Por supuesto, como el sistema político de cada país era diferente, la composición racial de cada país no era la misma. Al ser una monarquía, el País de la Oscuridad tenía un sistema de castas relativamente estricto. No había lugar para que la humanidad estuviera en la clase superior. Mientras tanto, el País de la Luz practicaba una democracia constitucional: la mitad de los miembros de alto nivel del parlamento eran humanos.
El País de la Ley era gobernado por ángeles, elfos y seres humanos por igual; sus números estaban bastante equilibrados ya que cada raza ocupaba un tercio. Esto se debía al sistema de centralismo religioso que había en el país; ellos creían en el Camino del Equilibrio. Para ellos, la igualdad era la perfección.
Rhode estaba muy al tanto de la situación del continente. Sabía lo que ocurriría después y esto lo preocupaba bastante. En el juego, los jugadores solo eran jugadores. Si no querían jugar, podían desconectarse quitándose su casco de realidad virtual. Pero esta situación era diferente. Se había convertido en parte del continente. Entonces, ¿qué debería hacer al enfrentarse al inevitable desastre?
—Sr. Rhode... ¿¡Sr. Rhode!?
—¿Qué ocurre? —la voz de Lize despertó a Rhode de su profunda reflexión. Alzó la vista y vio a la chica frente a él.
Después de esos momentos, Lize finalmente había recuperado su comportamiento habitual. Aunque sus cejas ocasionalmente revelaban un indicio de ansiedad, comparada con su anterior expresión de "es fin del mundo, me quitaré la vida en cualquier momento", esta era mucho mejor.
—Es solo que... —Lize agitó su cabeza, viendo a cuidadosamente a Matt, quien estaba sentado al lado del fuego y contaba algo de su bolsillo con una adolorida expresión, como si lo hubiera mordido una serpiente. Bajó la voz y dijo con una expresión seria—: Antes... durante la batalla contra la Serpiente de Viento, sentí algo.
—¿Ah, sí? —Al escucharla, Rhode arrugó el ceño—. ¿Qué?
—Sentí un minúsculo aura elemental de oscuridad viniendo del cuerpo del Señor de las Serpientes de Viento —Lize se mordió el labio inferior—. Pero el aura era muy débil, diferente a lo que los monstruos oscuros suelen tener... Sr. Rhode, la Serpiente de Viento no debería ser una criatura oscura, ¿cierto?
—Por supuesto que no, la Serpiente de Viento pertenece al elemento del viento, y definitivamente no tiene nada que ver con el elemento de oscuridad, pero... ¿Estás segura?
—Sí, estoy segura —Al escuchar la respuesta segura de Lize, no pudo evitar caer en una profunda reflexión.
Por supuesto, él sabía lo que había ocurrido en la historia del continente Dragon Soul: las Serpientes de Viento atacaban continuamente los buques mercantes, dejándolos con unas pérdidas masivas. Cuando el País de la Luz investigó este asunto, descubrió que en realidad estaban siendo manipuladas e instruidas por los nómadas de las áreas en reclamación ubicadas en la frontera de Paphield del Sur, en el País de la Oscuridad. Poco después, el País de la Luz envió sus tropas a atacar el área y realizaron la expulsión masacrando a los habitantes. En respuesta a estas acciones, el País de la Oscuridad envió tropas a que atacaran la guarnición del País de la Luz y recuperó el terreno que había reclamado como suyo. Este evento generó las chispas entre ambos países.
Esta serie de eventos ocurrieron durante el período de beta, cuando Rhode y los otros jugadores estaban ocupados familiarizándose con el nuevo entorno, sistemas y mejoras, así que realmente no buscó en profundidad lo que había ocurrido. Al finalizar el período de beta, cuando el juego salió oficialmente, la guerra entre el País de la Luz y el País de la Oscuridad ya estaba en marcha. En cuanto a lo que de verdad había pasado, los jugadores solo podían especular.
Pero sí había algunas teorías conspirativas. Algunos pensaban que el País de la Luz intentaba recuperar su territorio pero esto se había convertido en una tragedia, algunos también pensaban que el País de la Oscuridad estaba provocando deliberadamente al País de la Luz y había comenzado una guerra para expandir su territorio. Muchos también creían que el País de la Oscuridad le había puesto el ojo al País de la Luz tiempo atrás, y era su problema ya que no se habían ocupado apropiadamente del asunto. Por supuesto, los jugadores no estaban en posición de decir nada. Tan solo eran sus especulaciones personales en un intento de descubrir qué había pasado.
Rhode creía que algunos tenían razón. La frontera del Paphield del Sur tenía abundantes minas de cristal. Ese era un recurso importante para cualquier país. No había razón para que el País de la Luz dejara ir ese territorio. Y el País de la Oscuridad tenía un gobernante muy poderoso en aquella época. En medio de la guerra, incluso los jugadores famosos eran incapaces de ganar ventaja contra él. Hasta había rumores de que no era un NPC, sino un jugador que formaba parte de la compañía del juego.
Aun así, muchos jugadores estaban decepcionados con las decisiones parlamentarias del País de la Luz. Había muchas órdenes idiotas que derivaban en muchas quejas por parte de los jugadores. Al final, el País de la Luz había provocado que algunos usaran al País de la Oscuridad como una excusa para ir en contra del País de la Luz.
La corazonada de Lize era bastante confiable. Siendo una criatura de la luz, un ángel era muy sensible a las auras elementales de oscuridad. Como había heredado la mitad de su sangre, su percepción no debería estar mal. Esto quería decir que el ataque de las Serpientes de Viento al buque mercante sí había sido premeditada por el País de la Oscuridad. ¿Acaso intentaban provocar al País de la Luz para que lanzara un ataque sin cuartel?
Las cosas no parecen ser así de simples.
—Lize, no le digas a nadie lo que acabas de contarme.
—Sí, Sr. Rhode —Al escuchar la respuesta de Rhode, asintió. Luego puso su mano sobre la espalda de él, revisando cuidadosamente su herida mientras su pálido rostro revelaba un indicio de sonrisa—. Su herida ya casi está curada. Si no ocurre nada malo, se habrá recuperado por completo en unos cinco o seis días.
—Gracias.
Rhode asintió un poco con su cabeza, mostrando su gratitud, y luego la inclinó para ver su propia información del sistema.
Su HP se había vuelto verde gradualmente. Si descansara unos días, estaría completamente recuperado. Pero aún había muchas cosas que tenía que hacer.
«¿Qué debería hacer primero?».
Rhode frunció el ceño y cayó en una profunda reflexión.
Mientras tanto, en la ubicación en la que había chocado el buque flotante, se pudieron ver dos sombras entrando lentamente al bosque.
—¿Es ese el buque? —preguntó el primer hombre con frialdad.
Iba totalmente vestido de blanco, con una hermosa y simple armadura. Sobre ella, había grabado un patrón dorado y reluciente. Si Rhode estuviera aquí, sería capaz de reconocer el símbolo que tenía. Era el emblema de la Fuerza de Defensa Fronteriza del País de la Luz.
El otro hombre tenía todo su cuerpo envuelto en una capa negra. Su apariencia no podía verse. Al escuchar la pregunta del hombre, solo pudo asentir.
—Ellos mataron a mi mensajero —La ronca voz hizo eco en el bosque nocturno, evocando una muy fría sensación.
—Para ser asesinado por tal grupo de mercenarios sucios e incapaces, parece que tu mascota de verdad es incompetente.
—¿¡Acaso esto no se debe a ti también!? —gritó repentinamente el hombre con la capa negra.
—Se me dieras criaturas de mayor nivel, como de nivel Comandante... o un señor de nivel Maestro, ¡no usaría estas criaturas de bajo nivel!
—Qué chiste, ¿nivel Comandante? —bufó fríamente el hombre.
—¿Quiénes crees que somos? Solo tenemos la responsabilidad de proveer recursos. Si hiciéramos todo nosotros, ¿por qué deberíamos necesitarte? —Entonces el hombre hizo una pausa y bajó el tono—. ¿Cuánto tomará recuperar las pérdidas?
—Al menos medio mes. ¿Crees que es fácil encontrar una Serpiente de Viento que pueda ser manipulada?
—Diez días. Duplicaremos la recompensa.
Al notar que el otro estaba aparentemente insatisfecho, su rostro se ensombreció. Estiró la mano y agarró una bolsa, luego la arrojó.
La bolsa cayó al suelo y se pudo oír el sonido de monedas de oro. El hombre de capa negra se agachó, estiró su mano y abrió la bolsa, e inmediatamente la cerró.
—Bien, diez días. Trato hecho.
—Espero que entiendas que este asunto no puede ser descubierto por otros.
—Claro que entiendo. Bien, a juzgar por la situación del buque, parece que huyeron tres ratoncitos. ¿Quieres que te ayude a deshacerte de ellos?
—No hace falta —El hombre agitó su mano—. Tengo mis propios métodos.
Al escuchar su respuesta, el hombre de capa negra se rio con frialdad.
—Bueno, entonces veré qué tienes.
Una densa niebla apareció y envolvió al hombre de la capa. Después, este desapareció. Al presenciar esto, la cara del otro hombre reveló un poco de asco.
—¡Ese codicioso no muerto! ¡Un día, incluso tus huesos se convertirán en cenizas!
Después de bufar una vez más, el hombre se volteó. Con una expresión reflexiva, barrió el bosque que le rodeaba. Puso una de sus manos sobre la empuñadura y la otra sobre su boca, y silbó con fuerza.
Poco después, un grifo descendió del cielo y aterrizó en el piso. Al mismo tiempo, tres siluetas surgieron silenciosamente de las profundidades del bosque. El hombre las miró, pero rápidamente se dio la vuelta para montarse en el grifo.
—Busquen a los otros tres ratones y mátenlos —ordenó con un tono indiferente.