—¡Uff!
Viendo el suelo cubierto de polvo, Rhode se secó el sudor de la frente, sintiéndose un poco cansado. En el camino se habían encontrado unos quince o dieciséis Fuegos Fatuos. Si fueran un grupo de cinco personas, habría sido fácil, pero en este momento solo había una persona con capacidad de combate además de Rhode. Por lo tanto, no había manera de conquistarlo como un calabozo habitual al igual que antes. No había podido encontrar un tanque para que ayudara a mantener la trifulca mientras todos los demás atacaban. Por eso solo podía actuar como cebo y pedirle a Lize que debilitara al enemigo con Luz Curativa antes de acabarlo él mismo tan rápido como fuera posible. El Fuego Fatuo era al menos un monstruo de élite de nivel 10, así que incluso cuando su defensa estaba debilitada, era difícil lidiar con él. Para lograr un golpe crítico, no solo debía usar la Marca de la Estrella que tenía en su mano, sino que también debía atacar sus puntos vitales.
Después de todo, Rhode no era un NPC. Incluso en el juego, hacer una demanda tan alta para el ataque consumía mucha energía. Sin mencionar que ahora Rhode estaba usando su cuerpo verdadero. Si estuviera dentro del juego, podría volver a jugar si fracasaba. Pero si fallaba aquí, sería el final de su vida.
Para Rhode, este tipo de presión era muy difícil de soportar. Levantó la cabeza, viendo la niebla que rodeaba las ruinas. Después de asegurarse de que no había más monstruos, se sintió aliviado.
—Sr. Rhode, ¿y si descansamos un rato? —Liz vio a Rhode con preocupación en la mirada. Como Clérigo, realmente no entendía lo que Rhode intentaba hacer, pero sí podía sentir su presión actual.
—Ahora no...
Rhode negó con la cabeza. A pesar de que había eliminado a los monstruos que había aquí, sentía que algo peligroso lo estaba observando. Estudió sus alrededores cuidadosamente, pero igual no pudo averiguar dónde estaba. Según su memoria, no deberían haber llegado al área del JEFE, por lo que aún no debería haber un encuentro demasiado peligroso. Además, estaba muy familiarizado con los monstruos que había aquí, ya todos deberían haber sido eliminados.
«Así que... ¿de dónde viene esta sensación...?»
Rhode miró a su alrededor otra vez, pero no pudo encontrar nada anormal. En ese momento, el gordo comerciante gritó de repente.
—¡Ahh!
—¿Qué pasó? —Rhode y Lize se voltearon rápidamente y vieron el rostro pálido de Matt. Una de sus manos sostenía el bolso, mientras que la otra temblaba ligeramente y apuntaba hacia la niebla que estaba detrás de ellos.
—Justo ahora, había una sombra negra allí...
—¿Sombra negra? —Lize miró en la dirección que Matt había señalado, pero aparte de la tenue luz que emitía la niebla, no se podía ver más nada—. Imposible...
—¡¡Al suelo!! —En ese momento, algo pasó por la mente de Rhode. Finalmente había entendido lo que estaba sintiendo antes. Luego gritó mientras empujaba la cabeza de Lize hacia abajo, obligándola a agacharse.
¡Sss!
Casi al mismo tiempo, una sombra negra voló por los aires. Rhode pudo sentir una fría garra rozar su cabeza, dejándole una sensación bastante dolorosa.
«¡Demonios!». El corazón de Rhode se encogió de inmediato. Al fin había descubierto qué era esa "sombra negra". ¡Era una gárgola!
En las leyendas, las Ruinas de Niebla fueron una vez una animada y gloriosa ciudad, pero después de que la ruta comercial fuera abandonada, un mago se mudó aquí para salvar a sus seres queridos. Decidió estudiar la prohibida magia de la muerte en este pueblo abandonado. Al final, su hechizo falló y el mago también murió. Pero la magia de muerte no se detuvo allí; creó una espesa niebla y hordas de monstruos no muertos.
En este calabozo, la criatura más peligrosa era la Gárgola que se había quedado atrás para proteger las pertenencias del mago. ¡Era un monstruo de élite raro de nivel 15!
Si estuviera en el juego, Rhode se habría sentido muy feliz porque el monstruo de élite raro era... bueno, muy raro. Incluso si completara el calabozo unas cuantas veces, era casi imposible verlo siquiera una vez. Pero ahora no podía sentirse feliz, ya que su oponente era un monstruo de nivel 15 y además era volador. No solo podía moverse con flexibilidad, sino que también estaba en un nivel totalmente diferente al del Fuego Fatuo, ya que la Luz Curativa de Lize no tenía ningún efecto sobre él. Además, el cuerpo de la Gárgola era extremadamente duro y un ataque normal solo podía causarle un rasguño. ¡Definitivamente iba a ser una lucha difícil!
En el juego, Rhode había entrado en el calabozo de las Ruinas de Niebla más de treinta veces, pero nunca había visto a la Gárgola así que casi se había olvidado de ella. Y ahora que había entrado en la mazmorra con su verdadero cuerpo por primera vez, ¿ya la había encontrado?
¿Esto se considera buena o mala suerte?
Sin embargo, Rhode ya no tenía tiempo para quejarse porque el peligro estaba justo ahí.
Un ataque frontal era inútil ya que su nivel era inferior a 10. Desafiar a un monstruo de nivel 15 era algo casi imposible de hacer. Incluso con la Marca de la Estrella, su ataque igual estaba limitado.
—¡Corran, rápido! —ordenó sin dudarlo, luego agarró la mano de Lize y corrió—. ¡Síganme! ¡Bajen la cabeza y pase lo que pase, no miren hacia arriba!
Ahora era imposible escapar. La única opción era encontrar el dispositivo controlador de la Gárgola y destruirlo. Aunque técnicamente era posible escapar de su rango de ataque, al ver ahora a su equipo, no había nadie que pudiera atraer su atención sin lastimarse. Si tan solo tuvieran un Montaraz o un Ladrón...
Lize y Matt mantuvieron la cabeza baja y corrieron hacia adelante. La niebla que estaba a su alrededor también comenzó a surgir. Estaba claro que sus acciones habían atraído la atención de los Fuegos Fatuos, ya que ahora había incluso cuatro o cinco Fuegos Fatuos acercándose a ellos.
—¡Lize, lanza Luz Curativa! ¡No te detengas!
—¡Sí!
Aunque lanzar el hechizo mientras corría no era fácil para ella, igual hizo todo lo que pudo y extendió su mano. Pronto, unas corrientes de luz blanca se arremolinaron en el aire y aterrizaron en un Fuego Fatuo, después de lo cual Rhode lo atacó rápidamente con su espada. Luego, con un grito, se convirtió en cenizas y desapareció. Un aviso del sistema apareció repentinamente frente a Rhode.
[EXP 1900/1800, Subida de Nivel, Nivel 8]
Desafortunadamente, en este instante no tenía tiempo de preocuparse por los avisos del sistema porque habían aparecido más Fuegos Fatuos. Aunque su impulso se había reducido un poco gracias a la Luz Curativa, sus ventajosos números compensaban esta brecha.
En comparación con los Fuegos Fatuos, a la Gárgola no le importaba para nada la Luz Curativa. Aunque la Gárgola también era una criatura elemental oscura, como el Guardián del Mago, su cuerpo exterior estaba hecho de piedra, lo que le permitía resistir la mayoría de los hechizos de bajo nivel. Después de haber fallado su ataque anterior, identificó inmediatamente al objetivo y los persiguió a los tres mientras esperaba la oportunidad de atacar. A diferencia de un no muerto que atacaba por instinto, un no muerto que contaba con una IA era más difícil de combatir.
—¡Ah! —De repente, Matt perdió el equilibrio y cayó al suelo. La Gárgola había estado esperando una oportunidad para atacar e inmediatamente voló hacia abajo. Sus dos afiladas garras delanteras se apresuraron a perforar al regordete comerciante. Cuando Matt se dio la vuelta, lo único que pudo ver fue una sombra intentando destrozar su cuerpo.
—Oh, Dios...
Justo en ese momento, una tenue luz dorada emergió del aire y bloqueó las afiladas garras de la Gárgola. Después, la luz de la espada se dispersó y golpeó a los Fuegos Fatuos que los rodeaban. Seguido de un fuerte aleteo, la Gárgola voló hacia atrás y se estrelló contra un grupo de Fuegos Fatuos. En ese instante, Lize levantó al gordo comerciante, que pensaba que estaba a punto de encontrarse con su familia en el inframundo, y siguió corriendo.
—¡Aquí!
Después de evitar el «envolvimiento» de los Fuegos Fatuos, levantó la cabeza y finalmente encontró su objetivo. Era una iglesia abandonada, el lugar donde el mago hacía sus experimentos. Según su memoria, el controlador debería estar allí.
Pero, por supuesto, entrar a este lugar era difícil.
Cuando Rhode corrió a la entrada de la iglesia, solo vio oscuridad. Inmediatamente activó Destello de Sombras y esquivó. En su ubicación anterior, hacía un segundo, otra Gárgola estaba sentada en el suelo. Sus garras estaban clavadas profundamente en el suelo, aplastando la piedra verde sobre la que él había estado parado.
—¡Tch! —maldijo Rhode. Al mismo tiempo, echó un rápido vistazo y descubrió que las Gárgolas que estaban a ambos lados de la entrada de la iglesia habían desaparecido. Claro, él pudo imaginar a dónde se habían ido.
Había encontrado dos en una misma ronda. Parece que hoy había ganado la lotería.
—¡Ustedes dos, entren rápido y encuentren el controlador! —Se enfrentó a la Gárgola al tiempo que le gritaba a Lize y Matt—. Esos Fuegos Fatuos no los perseguirán a ambos, yo los enfrentaré. Ustedes aprovechen la oportunidad y entren de inmediato. Encuentren el controlador y destrúyanlo. Tengan cuidado con las trampas.
—Pero... Sr. Rhode, usted...
—¡Es una orden! —interrumpió Rhode fríamente. Empuñó la Marca de la Estrella y la blandió hacia el frente. Una luz blanca apareció instantáneamente en su hoja, haciendo que las Gárgolas gritaran mientras volaban, escapando del ataque de Rhode. Pero al hacer esto, también habían abierto el camino que llevaba a la iglesia.
—¡Rápido, vayan!