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Chapter 27 - Capítulo 27: Lobo De La Luna Plateada

—Oh, lo siento mucho por él —dijo, mientras sacudía la cabeza.

Jamás pensó que podría causarle tantos problemas a Li Zigong.

—Mmm, tengo que pedirte un favor bastante presuntuoso —comenzó a decirle Tan Qianjin.

—Entonces, es mejor que no lo pidas —interrumpió en seco Gao Peng.

—Si tu mismo dijiste que era presuntuoso, no me pidas nada. Si lo haces, nos puedes poner incómodos a ambos.

Dando por terminada la conversación, bajó la cabeza y comenzó a leer su libro

—Está bien —respondió Tan con cara de fastidio. Se dio la vuelta y le dio la espalda a Gao Peng.

—Ejem, ejem.

Una larga figura entró por la puerta y se paró en el podio. Las alegres conversaciones cesaron de golpe. Se hizo silencio.

—El director acaba de llamar a una reunión urgente. A partir de mañana, todas las escuelas alrededor del mundo tendrán que sufrir reformas indispensables.

Murong Qiuye observó las caras jóvenes que tenía enfrente, se le hacía muy difícil darles esta noticia,

—La sección de secundaria de nuestro colegio, al igual que la de preparatoria, serán trasladadas al predio que pertenece a la Preparatoria Séptima de Chang'an. Por otro lado, los alumnos de ese colegio de primer y último año se mudarán a este edificio. Las clases continuarán dictándose de la misma forma para ustedes. Además, a partir de ahora, los alumnos de último año deberán tomar una clase extra sobre Familiares y se agregará otra categoría a las admisiones: cadete de Entrenador de Monstruos. Si desean convertirse en uno, hablen conmigo al terminar la clase. Esta decisión fue tomada en conjunto por el Departamento de Educación de la Alianza y la Fuerza Armada de la Alianza. Los cadetes que obtengan resultados excepcionales obtendrán un pase directo a los mejores colegios o a las escuelas militares.

Inicialmente, hubo silencio. Luego, la clase explotó como agua que rompe hervor. Los estudiantes con resultados más bajos estaban especialmente entusiasmados, parecía que era su oportunidad para brillar.

Los estudiantes que ya habían decidido que querían convertirse en Entrenadores de Monstruos de combate también parecían muy felices. A los pocos minutos, el aula de al lado explotó en gritos de alegría.

Murong no detuvo a los alumnos y los dejó festejar. Solamente después de un rato golpeó la mesa con fuerza.

—¡Silencio! —exclamó con voz potente.

El grupo hizo caso a la orden.

—¿Se creen que no van a tener que estudiar matemáticas, lengua y política después de convertirse en cadetes? Estudiar es para ustedes la forma de saber qué es bueno y qué es malo, para poder aprender los valores correctos y no simplemente seguir a la masa. Aún deberán aprender todo lo necesario para eso. No descuiden sus estudios por aplicar a cadetes.

Solo por la cara de algunos de ellos, se notaba que no todos estaban de acuerdo con lo que decía. Ella se limitó a sonreír, resignada.

—Supongo que no pasará nada si suspenden los estudios por hoy. Pueden tomar un descanso, pero no hagan mucho ruido. Si interrumpen la clase de al lado, me encargaré de que vuelvan a estudiar. Gao Peng, ven a mi oficina —dijo al salir.

—Profesora Murong —la saludóél al entrar.

Por el momento, estaba solo ella en la oficina. Abrió la caja de anteojos que tenía sobre el escritorio y se puso uno.

—Te ha ido espectacularmente bien esta vez. Hasta has conseguido obtener un certificado de Criador de Monstruos intermedio. El director te mencionó y halagó lo que has logrado.

La profesora lo miró, llena de orgullo.

—Mañana temprano, cuando vengan los estudiantes de la Preparatoria Séptima, las autoridades esperan que puedas representar al colegio para saludar a los nuevos estudiantes —comenzó a decir. 

Gao Peng estaba anonadado, jamás habría imaginado que le pedirían que fuera representante del colegio.

—No, no —negó profusamente.

Pensaba que ese tipo de cosas lo pondrían demasiado en exposición y, si había algo que no le gustaba, era llamar la atención.

Murong no esperaba una negativa de su parte, esto era totalmente imprevisto, ¿los chicos de su edad no amaban ser el centro de atención? El rechazo inesperado la hizo sentir un poco incómoda y no sabía qué hacer para lograr convencerlo.

Después de insistir un poco más,, sin éxito, decidió dejarlo volver a clase. Él no se fue de inmediato, dudo unos instantes y luego dijo:

—Profesora Murong, me gustaría convertirme en un cadete.

La mujer levantó la cabeza con alarma.

—¡¿Quieres ser cadete de Entrenador de Monstruos?! —exclamó, frunciendo el ceño.

—Creo que tienes que pensarlo muy bien, si bien es un camino decente, no creo que resulte muy útil. Menos a alguien como tú. Tus notas son excelentes, mientras continúes así, sumado al certificado intermedio, no te será difícil entrar a las mejores universidades, incluyendo las de afuera.

Hizo una pausa.

—Si aún así pretendes ser cadete, podrías usar los resultados de tus exámenes literarios para entrar a alguna escuela militar y especializarte en el área que te interese. Sería lo mismo.

—Profesora Murong, creo que entendió mal. No pretendo renunciar al examen literario. Es solo que ya sé prácticamente todo lo que contiene el plan de estudios. Planeo aprender más acerca de lo que me interesa aplicando para ser cadete —dijo Gao Peng, excusándose.

La mujer estaba sin palabras. Finalmente, se limitó a sacudir la cabeza y rió con ganas. Los resultados excepcionales de este chico eran evidentes para todos. Si sus estudiantes tenían ambiciones propias, no podía detenerlos.

—Como ya lo tienes decidido, no pienso hacerte cambiar de opinión.

—Gracias, profesora Murong —dijo Peng, haciendo una reverencia.

El profesor del aula de al lado estaba entrando a la oficina con un montón de papeles cuando lo vio salir.

—¿Ese era Gao Peng el de tu clase, no? Es mucho mejor que el pequeño bandido que tengo en casa. Es increíble que haya obtenido el certificado intermedio siendo tan joven. 

Esa tarde, se podían escuchar fuertes estruendos afuera de los salones de clase, pues un montón de camiones entraron al colegio. Quitaron la reja que estaba en la parte externa del campo de deportes y, más lejos, se podía divisar un enorme pedazo de tierra vacío. Antes del cataclismo, hubo planes para expandir ahí la Preparatoria Tercera, pero, por diversas razones, se demoraron y nunca se concretó nada. 

Grandes tropas de soldados fueron bajando de los camiones y rápidamente comenzaron a echar cemento en la tierra. Fuertes ruidos de maquinaria llenaron el complejo escolar, distrayendo a los estudiantes de sus actividades y dejando a los profesores sin forma de solucionarlo.

Cuando terminaron las clases, Gao Peng fue a observar el lugar de la construcción; los trabajos empezaban a cobrar forma. Había escuchado rumores de que las construcciones de Huaxia eran las más rápidas y efectivas del mundo. Ahora comprobaba que era cierto.

A la mañana siguiente, al llegar al colegio, aún podía ver los cimientos de la construcción. Era una enorme superficie plana de concreto, había incluso partes que no estaban del todo secas aún.

Dentro de la escuela, se encontró con muchos menos alumnos, pero también con un montón de caras nuevas. Debían ser los estudiantes de la Preparatoria Séptima.

Afuera del edificio de matemáticas estaban paradas tres filas de soldados uniformados, con expresión dura, que generaban una atmósfera tensa. Pero lo que más llamaba la atención eran las tres hileras de lobos gigantes plateados que permanecían erguidos detrás de ellos, su pelaje parecía hecho de plata líquida que brillaba bajo el sol. Cada uno de ellos tenía la mirada fija al frente y las patas derechas como postes. Por sí solos no parecían muy poderosos, eran apenas nivel Elite. Pero, al ser tantos, hasta un monstruo nivel Líder se intimidaría.

Lobos gigantes, tan dignos de admiración, alineados, resultaba muy llamativo, muchos estudiantes se detenían a observarlos. Gao Peng no pudo evitar detenerse también. 

Nombre del monstruo: Lobo de la Luna Plateada.

Grado: Normal.

Nivel: 19 (nivel Elite).

Diferían sólo en capacidad, pero esa capacidad siempre rondaba entre los niveles 18 y 20.