—Zhixin —respondió Huo Mian, su voz cambió a un tono más cariñoso.
—Hermana, ¿no tienes trabajo hoy?
—No, no lo tengo.
—Entonces, vamos a limpiar la tumba de papá esta tarde.
—De acuerdo —respondió. Huo Mian tenía planeado ir incluso si Zhixin no llamaba.
Hacían exactamente siete años que el Tío Jing había fallecido. En este mismo día, hace siete años, él fue víctima del fatal accidente automovilístico.
— Ya fui con mamá esta mañana y no tenía el mejor de los ánimos. Iré contigo de nuevo esta tarde
—¿No tienes clases hoy?
—No, iré a la biblioteca a estudiar más tarde
—De acuerdo, espérame. Nos encontraremos en las puertas del cementerio público.
—De acuerdo.
Al colgar, el ánimo de Huo Mian se volvió pesado instantáneamente.