Año 9989, Día 3 del Mes de la Cosecha.
Luciel había dado el primer paso dentro del Gran Bosque Oscuro, una de las Cinco Zonas Prohibidas, lugares donde casi cualquier humano que entre que no posea el poder, la preparación y algunos conocimientos sobre el lugar, terminaría muerto.
Eran lugares tan peligrosos, pues inclusive ejércitos enteros habían perecido en estos lugares. Hace mucho tiempo, la nación más poderosa actualmente del Continente de Skypea, el Gran Imperio de Rilentor intentaría conquistar el Gran Bosque Oscuro, mandando a cerca de un millón de soldados comandados por un World Saint, quienes se dicen son las personas más poderosas del continente.
Al final, la expedición de conquista solo causaría la muerte de más del ochenta por ciento de los soldados, y la desaparición del World Saint, que años después sería encontrado por un grupo de aventureros que encontraría su cadáver y sería entregado al Gran Imperio.
Desde entonces, ninguna otra nación intentaría en conquistar una de las Cinco Zonas Prohibidas, solo tratando de mantener a algunos de los monstruos que vivían en las regiones limitantes de cada zona que podían afectar la seguridad de sus propios territorios y habitantes, como era el caso del Reino de Arcadia, que hace tiempo puso una fortaleza militar para tratar de vigilar y exterminar a los monstruos que salieran del Gran Bosque Oscuro.
Aunque, al final esa fortaleza fue destruida en la invasión de los Orcos de las Islas del Sur en el año 9421, y desde entonces, ha sido trabajo principalmente de los Aventureros en exterminar a monstruos que puedan atacar lugares cercanos al Gran Bosque como lo es el Pueblo de Esperanza.
Y, era precisamente este lugar, esta Zona Prohibida, en donde Luciel ahora se encontraba caminando. Hace tiempo el sobrevivió pues era el Mes de la Lluvia, y muchos monstruos y bestias mágicas aborrecen la lluvia, pero ahora no era el Mes de la Lluvia, sino el Mes de la Cosecha, un mes donde muchos monstruos estaban activos.
Pero, aun en el Mes de la Lluvia el Gran Bosque Oscuro es peligroso para cualquiera, pues Luciel casi moría sino fuera porque Atlantis y Elisa llegaron a tiempo para salvarle.
Gracias a lo poco que Luciel sabía, y por las historias que Don Armando le contaba y lo mucho que la gente le advirtió ya demasiadas veces sobre este sitio, es que Luciel avanzaba lentamente, pero atento a todo detalle que él pudiese detectar.
Ese era el plan de Luciel, vigilar su alrededor, y estar preparado para escapar sí era necesario.
Y, de esa manera, horas pasaron, en los que él caminaba lentamente, y en donde no había avanzado mucho, solo un par de cientos de metros, pero, aun así, cada momento era agotador para él, pues estaba totalmente concentrado a los alrededores, y la presión mental era inmensa para él.
Aunque los inmensos arboles tapaban en su mayoría la luz del sol, había cierto tipo de arboles más pequeños que brillaban en el día, pero se oscurecían en la noche, y gracias a eso, uno podía más o menos saber sí era día o noche en las regiones donde el sol realmente no llegaba a verse pues era ocultado por los inmensos árboles.
Un terrícola le preguntó a un nativo que cómo era que un bosque como este existiese, a lo que dicho nativo dijo que este bosque fue bendecido por la mismísima Gea, creadora de este mundo, y la Diosa más respetada.
Pues se dice que el primer ser que nació en este mundo, nació en el Gran Bosque Oscuro, y que, por tal, ella bendición a todo el bosque para que fuera un lugar eterno, lleno de vida y en donde la World Energy fluyera con más densidad que en otras partes del mundo.
Gracias a eso, era extremadamente difícil talar un árbol del bosque, o que el mismo fuego quemara a un árbol, y, por la alta densidad de World Energy, existían muchos seres de gran poder en el Gran Bosque Oscuro.
Y, en cuando a la leyenda del primer ser de este mundo, se dice que fue también el primero en llegar al Continente Inmortal, en donde conocería a la Diosa Gea en persona, aunque claro, no se sabe realmente a ciencia cierta que esto es verdadero, o eso fue lo que dijo el nativo que le contó la historia al terrícola.
Había tantas historias y leyendas que comenzaron en alguna de las cinco zonas prohibidas, y, Luciel parecía encaminarse a una, ya sea como el ser más débil que murió, o como el ser más débil que sobrevivió, pero para ello, todavía le faltaba mucho por saber su desenlace en su travesía por el Gran Bosque Oscuro, pues este era apenas su primer día.
Y, en el anochecer, Luciel lograría con mucha dificultad subir a uno de los arboles más pequeños, y amarrándose a una de sus ramas de mayor grosor para descansar y pasar la noche allí.
"Don Armando…" – Luciel quien se comía algo de la carne seca que le dio Ron, comenzaría a recordar lo que Don Armando le solía contar sobre este sitio, que además de tener animales comunes con muchísima más fuerza que Luciel, vivían incontables monstruos, criaturas corruptas que no pudieron controlar la World Energy.
También Don Armando le contó un poco más de las Bestias Mágicas, eran hace mucho tiempo animales comunes como los que todavía existen, pero a través del tiempo, lograrían sus cuerpos de forma natural en absorber, controlar y manipular la World Energy, no solo adquiriendo una mayor esperanza de vida y un tremendo incremento a su poder físico, sino que permitía a algunos de ellos en controlar a alguno de los siete elementos:
Agua, Fuego, Luz, Oscuridad, Rayo, Tierra y Viento.
Una enorme ventaja contra humanos comunes, pues solo los bendecidos o los magos podían utilizar dichos elementos. Pero tanto los bendecidos como los magos eran muy pocos, contrario a las bestias mágicas, que una especie entera podría manipular, controlar y usar un elemento en específico.
Y, también existía una amenaza peor que podía utilizar alguno de los siete elementos, y esos eran claramente los monstruos, que contrario a las bestias mágicas que eran más tranquilas y que pose��an mayor inteligencia y raciocinio, los monstruos eran más agresivos y peligrosos, atacando y repudiando a cualquiera que no estuvieran corrompidos como ellos, y, aun así, habiendo inclusive enfrentamientos entre monstruos de una especie y monstruos de otra.
Otro dato de mucha importancia que Luciel recordaba de lo que Don Armando le contó, es que tanto los monstruos como las bestias mágicas eran muy territoriales, y había regiones del Gran Bosque Oscuro que eran controladas por alguna especie en particular, y que era muy difícil que otras especies entraran a su territorio al menos que quisieran morir (en el caso de los monstruos) o pelear por el territorio (en el caso de las bestias mágicas).
Aunque, para la suerte del joven terrícola, él pasó su primer día en este famoso sitio, tan peligroso que ni siquiera City Elites como Kane, Onok o Phillips se atreverían a entrar solos, pasar mucho tiempo aquí o profundizarse a las regiones interiores y centrales del Gran Bosque Oscuro, algo que Luciel claramente intentaría hacer.
Los más cercanos a Luciel deseaban que el joven logrará sobrevivir, pero aun, en el fondo de sus corazones ellos tenían dudas de sí eso era posible, pues Luciel ni siquiera era un Village Novice, cualquier criatura, ya sea animal, bestia mágica o monstruo serían capaces de aniquilar con el joven, y no solo eso, el Gran Bosque Oscuro era enorme, y era muy difícil perderse en el camino, lo que aumentaría la dificultad aun más en la travesía del joven.
Él lo tenía todo en contra, y lo más probable es que aquí él fallecería, pero, aun así, él logró un hito enorme al poder haber sobrevivido su primer día dentro del bosque.
Pero, Luciel quien ahora se encontraba dormido no lo sabía, no sabía la enorme suerte que tuvo que en la región donde estaba no era el territorio de ningún animal, bestia mágica u monstruo, dicho de por sí, casi ninguna bestia mágica vivía tan cerca de los límites del bosque, por lo que lo más probable es que Luciel tal vez no llegue a ver a alguna en los siguientes días.
Y, finalmente el primer día acabaría, y el segundo daría comienzo.