Año 9987, Día 50 del Mes del Final.
Era el último día del año, y la gente estaba festejando el último día, y, también la llegada del nuevo año.
"Más cerveza." – gritó un comensal.
"Enseguida." – dijo Luciel que en la tarde del día de hoy se encontraba ayudando como mesero, pues el restaurante estaba a rebosar, lleno de clientes que seguían pidiendo y pidiendo, ya sea comida o bebida, a cada rato pedían, por lo que Jared, Judith y los otros meseros ocupaban ayuda.
Billy también se encontraba ayudando, mientras que Don Armando supervisaba que ningún borracho empezará a hacer desastre.
Unity también se encontraban aquí.
"Ah, vaya, sí que hoy esta llenó, Luciel no ha tenido ni un respiro." – diría Reus que tenía ganas de pedir más comida, pero todos los meseros estaban ocupados.
"Sí, pobre, mírenlo, ya empieza a jadear." – dijo Mía.
"…" – Tom seguía comiendo.
"Ja, eso es bueno para Luciel y el restaurante." – diría Alec.
"Sí, pero sí esto sigue, creo que Luciel se va a desmayar." – dijo Reus.
"Jajaja, estará bien, miren." – dijo Alec. – "Él está sonriendo."
"¿Hm?" – Reus miro a Luciel y Alec estaba en lo cierto, Luciel estaba sonriendo. – "¿Por qué?"
"Quien sabe, tal vez… tal vez se siente feliz de poder trabajar aquí." – dijo Alec. – "Pero bueno, que tal sí pedimos la siguiente ronda."
"Sí, el idiota de Reus se tomó mi bebida, y tengo sed."
"¿Qué? Mía, acaso estás ciega, esa era mi bebida, tú la tomaste primero."
"No es cierto."
"Claro que sí."
"…" – Tom dejo al par de jóvenes seguir discutiendo mientras él seguía comiendo.
"…" – y Alec veía con una sonrisa a Luciel quien se encontraba sonriente.
Año 9988, Día 1 del Mes del Comienzo.
Ya había pasado un par de horas en que finalmente el año nuevo llegó, era el año 9988, y en todo Skypea había celebraciones de todo tipo para recibir este nuevo año.
Mientras tanto, en el Restaurante del Espadachín Carmesí en el Pueblo de Esperanza, Luciel y los otros trabajadores se encontraban limpiando el local después de quince horas de duro trabajo al tener en esas quince horas el restaurante llenó.
"Ah…" – Luciel ya se encontraba muy cansado, pero debían de dejar el lugar limpio para el día de mañana.
"Día duro."
"Sí." – respondió Luciel a Don Armando.
"Ja, no te preocupes, usualmente el último día del año es el día en que más trabajo hay, por lo que no te preocupes en ver otro día como este en un buen tiempo."
"Lo entiendo."
Luciel y Don Armando se encontraba viendo a los demás arreglar las mesas y limpiar, Don Armando entonces se paró y dijo. – "Ya va siendo hora."
"¿Hora?"
"Sí, también necesitamos celebrar un poco, ¿No lo crees?" – dijo Don Armando mientras Jeremy y Susan ponían platillos en una mesa. – "Ven, hay comida suficiente para todos nosotros."
"Aja."
"No me digas que estas tan cansado como para no cenar algo con nosotros."
"No, allá voy." – dijo Luciel que a duras penas se levantó, y cuando se iba a volver a caer, Don Armando le sostuvo.
"Vamos." – dijo Don Armando con una sonrisa que ayudó a Luciel a llegar a la mesa.
Y, de esa manera, en el Restaurante del Espadachín Carmesí, Luciel y los demás celebraron al fin el comienzo de un nuevo año.