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Me desperté a mitad de la noche, sudando frío y con el corazón acelerado. Esa maldita pesadilla otra vez. Había tenido varias pesadillas antes, pero nada como esto. Esta vez se sentía más real, más vívida. Aunque al despertar los detalles se desvanecían rápidamente, la sensación de impotencia y desesperación permanecía, como una sombra que se aferraba a mi mente. Ya eran tres días seguidos con el mismo sueño. Suspiré, sabiendo que no podría volver a dormir. Me quedé allí, acostado, mirando el techo mientras Maggie dormía a mi lado, ajena a mi tormento interno, no pude volver a quedarme dormido.
Cuando el sol comenzó a asomarse por la ventana, decidí levantarme. Intenté hacerlo en silencio, pero accidentalmente desperté a Maggie. Ella me dio los buenos días con una sonrisa somnolienta y me besó suavemente. "Ya vuelvo", le dije, tratando de sonar tranquilo, aunque por dentro seguía reviviendo esa sensación de angustia.
Al salir de la habitación, me encontré con Carol, quien estaba cuidando a la hija recién nacida de Rick. La bebé aún no tenía nombre, y la situación era tan caótica que nadie había tenido tiempo de pensar en eso. Le pregunté por Rick, y Carol me dijo que se había ido temprano, parecía peor que ayer. Le entregué un paquete de leche y un biberón que tenía en mi inventario. "Esto debería ser suficiente por ahora", le dije, aunque sabía que pronto tendríamos que salir a buscar más suministros para la bebé.
Podian suponer lo que Rick estaba haciendo. Debe estar luchando contra los caminantes, tratando de despejar su mente. No podía culparlo. Así que me puse manos a la obra. Estaba a punto de salir para terminar de limpiar la prisión de caminantes cuando aparecieron los dos prisioneros que quedaban, Axel y Oscar. Parecía que habían solucionado lo de Big Tiny. Me preguntaron si podían ayudar, diciendo que no podían soportar seguir encerrados rodeados de muertos. Dudé por un momento, pero finalmente accedí. Necesitábamos toda la ayuda posible.
Glenn, T-Dog, Daryl y Andrea, quien parecía estar algo más recuperada y con ganas de ayudar para despejar la mente, se unieron a nosotros. Estábamos a punto de salir cuando me vi interrumpido nuevamente ,Carl apareció, me suplico acompañarnos. Recordé que le había prometido ayudarlo a mejorar, así que accedí, aunque con la condición de que se mantuviera cerca de mí. Cerramos con llave las habitaciones para asegurar que el resto del grupo estuviera a salvo, y Maggie se quedó atrás por si había alguna emergencia.
Formamos dos grupos: Daryl, T-Dog, Andrea, Glenn, Axel y Oscar se encargarían de los patios, mientras yo supervisaría a Carl de cerca. Le entregué una cuchilla larga y afilada, para que pudiera tener más alcanze ,aún era pequeño y tenía poca fuerza física pero será mejor que aprenda cuánto antes , junto a su pistola con la cual ya tenía algo de experiencia, le di algunos consejos mostrándole cómo usarla y qué hacer en caso de encontrarse con uno de los caminantes rápidos. "Solo con la práctica aprenderás", le dije.
Mientras avanzábamos por los pasillos, mantuve a Carl cerca y estuve alerta. Dejé que se encargara de algunos caminantes, pero siempre vigilándolo de cerca. Los caminantes rápidos parecían aparecer con más frecuencia últimamente, y eso me preocupaba. Cuando noté que Carl estaba agotado, lo llevé de vuelta al grupo principal y lo dejé con Carol y Sophia.
Maggie quiso acompañarme, pero le dije que debía quedarse aqui por si ocurría algo. Sin Carl, ahora podía concentrarme por completo. Recorrí cada habitación, sala y pasillo, exterminando caminantes sin descanso. Había más de los que esperaba, pero no podía detenerme. El otro grupo, liderado por Daryl, se encargó de los patios.
Cuando llegué a la última zona, la encontré despejada. Supuse que había sido obra de Rick. Salí por una puerta que daba al exterior y lo vi allí, rodeado de caminantes muertos, mirando a través de la reja hacia el horizonte. Parecía aturdido, perdido en sus pensamientos. Me acerqué y le puse una mano en el hombro.
"Tómate un tiempo", le dije. "Me haré cargo del grupo por unos días, pero no tardes mucho. De lo contrario, tendré que hacerte volver a tus cabales, aunque sea de mala manera."
No me respondió, pero sabía que me había escuchado. Me fui y volví con el resto del grupo. Daryl y los demás regresaron poco después, completamente agotados. Habíamos logrado despejar toda la prisión de caminantes, pero aún quedaba el problema de la sección rota por donde podrían seguir colándose.
Esa noche, me acosté junto a Maggie. Ella me comentó que Hershel parecía más estable, y que Patricia y Beth estaban comenzando a recuperarse. La besé en la frente mientras nos preparábamos para dormir, pero por alguna razón, no quería quedarme dormido. Mi mente seguía reviviendo esa pesadilla, como si algo me advirtiera que no debía bajar la guardia. Me estoy volviendo paranoico? , Realmente mi mente me está jugando una mala pasada.
Finalmente, el agotamiento del día me venció. Antes de quedarme dormido, pensé en el sistema. Los caminantes cada vez daban menos experiencia, y ahora los corredores solo me daban 1 de XP. No sabía cuántos tendría que matar para subir al nivel 8, pero estaba cerca , de la mitad del camino.
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